Carta XXIII

93 6 0
                                    

Querido Nick.

Ya deje todo con Leo, creo que no me entendió.

No se lo tomo  en serio.

O tal vez ya lo venía venir por la forma en lo trataba.

No se sí intentare algo contigo, pero estamos hablando y vamos poco a poco.

Te veré el domingo, después de que salga de la iglesia.

Siempre estás después de misa.

Pero te envíe un mensaje.

Me respondiste que nos veríamos después de que termine la misa.

Estaba bien para mi.

Fui al centro y estaba sentada con mis amigas.

Te vi.

Pero se acercó tu ex.

Se sentó a tu lado.

Eso sí me molesto.

Se que lo hizo al propósito.

Y lo peor es que no te acercaste a mi.

Se que Ana se sentó a tu costado para molestarme.

Se que se enteró de lo nuestro y no lo tomo nada bien.

Pero ahora ella está soltera y parece que quiere regresar contigo.

No pude más, me fui con mis amigas y en seguida tome un taxi.

Esa es la prima vez Nick, la primera de muchas veces que en serio me hiciste sentir mal.

Y no por algo que yo hiciera, era por ti, ya no por mi o por estar confundida.

En mi casa quise llorar, pero me calme, sólo me salieron algunas lágrimas

No eran de tristeza.

Eran de impotencia.

Sabía que esto pasaría, esto es lo que temía y ahora estaba pasando.

Me siento tan tonta.

¿Nunca nada me sale bien?

Paso un día Nick.

No me hablaste.

Me sentía algo mal.

Lo superare, no te preocupes.

No es para tanto.

Le dijiste a Ale que me fui del centro porque te vi con Ana.

¿Es en serio?

Tengo una llamada perdida tuya, me sentí feliz.

No llegue a contestar.

¿Desde cuándo me emociona tanto que tu me llames ?

Me volviste a llamar.

Estabas con Seth.

Se enteraron que mis amigas y yo saldríamos con unos chicos.

Te enojaste.

Me dijiste "que mal Nora, yo no tenía ese concepto de ti"

Te respondí ¿que habría de malo?

Te reíste.

Me preguntabas que hacia.

Leía una obra.

Seguía leyendo, ya estaba más tranquila después de hablar contigo.

Me escribiste y dijiste que no salga con esos chicos, que no haga nada malo.

Me dijiste que me querías en serio.

Me hacia tan bien que dijeras todo eso.

Te respondía que no te preocupes y que también te queria.

Me decías que tus sentimientos hacia mi eran sinceros.

Y yo te creí.

Me decías cosas lindas.

Me sentía muy bien hablando contigo.

Me dijiste que tenías algo importante que preguntarme, pero que tendrías que pregúntamelo en persona.

Aunque no lo quería admitir, me emocionaba y me sentía feliz por lo que me decías.

Cartas a NickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora