Carta XL

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Querido Nick.

Al llegar a mi casa mi mamá me gritó horrible por la hora que era.

No me importó.

Sólo quería estar en mi cuarto, sola.

Me hablaste, como lo prometiste.

Me preguntaste como estaba.

Hablamos hasta que me quede dormida.

Llore toda la noche...

Al día siguiente seguimos hablando.

Pero después me dejaste de hablar.

Pensé que sería por un momento.

Pero no.

Me dejaste de hablar.

Porque simplemente no te importaba.

No te importaba nada de lo que te dije.

No te importó todo lo que hablamos.

No te importó verme llorar.

Nada de nada.

Sabía más que nunca que lo nuestro ya había acabado.

Sabía que estarías con otra chica y que la querías.

Te vi después de la misa con tus amigos.

Verte me hacia sentir bien y mal al mismo tiempo.

Sabía más que nada, que tenía que olvidarte.

Estaba desesperada.

Valeria me dijo que nunca me había visto así por ningún chico.

Me consolaba y me decía que me calmara.

Fer me contó que decidiste ya no tener nada con Josefina.

¿Sería por mi?

¿Por lo que pasó en la casa de Seth?

Entonces...

¿Porque no me hablabas?

¿Porque me ignorabas?

¿Por qué?

Que Fer me contara eso me hizo sentir feliz.

la mínima cosa ya era una esperanza, aunque suene algo tonto.

Ale me contó que le preguntaste si yo ya te había "superado"

Que imbécil.

Todavía dices eso.

Tu tienes el ego muy grande.

Le dijiste que era bonito cuando salíamos los cuatro.

Eso me hizo sentir mejor.

Sentía que ya salía el "sol"

Pero, era un sol falso.

De esos que te hacen dejar el abrigo en casa para que luego te agarre la tormenta.

¿Por qué nada mejoraba?

Tu pensabas que te "odiaba"

Se lo preguntabas a Seth.

No era así.

Quería odiarte, y no podía.

Me enteré que volviste a hablar con Ana.

Eso contaba ella en el colegio.

Y que la llamabas.

Ella iba a entrenar y tu también empezaste a ir.

Según Ale, tu querías ver a Ana.

Mis amigas los veían.

Ellas entrenaban y siempre me decían para ir.

Yo no quería.

Y ahora menos.

Ya que tu ibas.

Y no podría soportar el hecho de verlos juntos.

Esto era una historia de nunca acabar.

¿Por qué eras tan indiferente?

Sabías que estaba mal por ti.

Supongo que ya no podías quererme.

Tenía que aceptarlo.

Pero no podía.

Siempre pensaba en ti.

Y eso dolía.

Cartas a NickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora