Carta XLV

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Querido Nick.

Decidí darme una oportunidad con Daniel.

Espero llegar a quererlo tanto como te quise a ti.

Espero olvidarte.

Estoy saliendo con Daniel.

Como amigos, no nos hemos vuelto a besar.

Hoy iré con él,  sus amigos y mis amigas al cine.

Veremos una película romántica.

Cuando estaba por entrar a la película me hablaste.

¡Un mensaje tuyo!

Que raro.

Me sorprendió tanto.

Estaba feliz.

Toda la película estaba pesando en ¿por qué me habrías hablado?

Ignore a Daniel.

Se supone que tengo que olvidarte.

Pero me hace tanto bien hablar contigo.

Me dijiste que te habías puesto a pensar en todo los buenos momentos que habíamos pasado y si había la posibilidad de volver a intentarlo.

Me puse nerviosa, feliz y no sabía que responderte.

Cuanto tiempo había esperado para que me dijeras eso.

Pero te respondí que yo no quería nada con nadie.

Sólo porque no quería que pensaras que ni bien me hablarás yo estaría ahí.

Me dijiste que no era eso.

Que querías intentar ser mi amigo.

¿Es enserio Nick?

Te dije que normal.

Me dijiste que pensabas que yo te odiaba.

Te dije que no te odiaba.

Me sentía tonta por pensar en que querías que todo vuelva a ser como antes.

Cuando estábamos juntos.

Pero no me importaba, era feliz hablando contigo.

Daniel me dedicó una canción.

Muy hermosa.

Se llamaba "Quiero tenerte aquí"

Empece a alejarme de Daniel.

Por ti, Nick.

¡Por ti!

Todo siempre era por ti.

¡Todo!

Me sentía mal por tratar así a Daniel.

No quería lastimarlo.

Me lastimaba a mi.

Te quería a ti.

Sólo quería que me quieras como siempre.

Pero ya no eras el mismo.

Cambiaste.

Y comprendí que una vez que algo cambia no importa lo mucho que te   esfuerces no volverá a ser lo mismo.

Que no hay que aferrarse a nada, porque nada es para siempre.

Pero estábamos hablando.

Y era suficiente para estar feliz.

Cartas a NickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora