THE SPACES BETWEEN MY FINGERS

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Aquel ocho de octubre comenzaba a sentirse fresco por la noche; era preciso salir de casa con un abrigo ligero. Lan Huan cruzaba una gran avenida con intención de llegar a su departamento tras un largo día de trabajo. Suspiró mientras caminaba por la banqueta. Sentía especial frío en las manos, no porque el clima lo provocara, sino porque le hacía falta su amado Jiang Cheng.

No tenían mucho de haber decidido mudarse juntos tras un par de años de relación, pero en muy poco tiempo se había acostumbrado a disfrutar diario de la presencia cálida de su novio. Ni siquiera tenía ganas de celebrar; su hermano y cuñado le habían invitado a cenar pero él declinó el ofrecimiento porque no estaba de humor. Un par de semanas atrás, Jiang Cheng le había informado que por cuestiones laborales tendría que viajar a otra provincia, y para su desfortuna, estaría ausente el día del cumpleaños de Lan Huan. Por más que intentó zafarse del compromiso, no lo logró y tuvo que partir molesto por no poder estar con él.

Lan Huan, presionó el botón del ascenso y en cuanto las puertas se abrieron entró casi arrastrando los pies. Cerró los ojos pero el celular en la bolsa interna de su abrigo comenzó a vibrar. Sonrió al ver que se trataba de su cuñado en una videollamada.

—¡Feliz cumpleaños, Huan-ge! —saludó con una gran sonrisa. Detrás de él, Lan Zhan sonrió con discreción.

—Felíz día, hermano.

—Muchas gracias a los dos —inclinó la cabeza.

—¿Recién llegas a tu casa? Debiste venir a celebrar con nosotros. —Wei Ying hizo un pucherito.

El sonido del ascensor le indicó que había llegado a su piso; con cuidado caminó despacio para no terminar tropezando mientras seguía hablando con su hermano y cuñado.

—No tienes porqué preocuparte A-Ying, está bien. Celebraremos cuando A-Cheng vuelva de su viaje. Por el momento solo quiero darme un baño y descansar.

—Bien, entonces te dejamos para que descanses. No extrañes tanto a Jiang Cheng, seguro él está de peor humor ahora que está lejos de ti. Cuídate mucho Huan-ge. Felicidades.

Lan Zhan le dedicó una sonrisa y una inclinación de cabeza.

—Hasta pronto. Gracias por llamar —sonrió y colgó la llamada.

Tal como lo imaginó, el departamento estaba frío, demasiado solo. Encendió la luz y dejó sus cosas sobre la mesita de la entrada, luego colgó el abrigo y sacó el celular del bolsillo. Tenía hambre pero pocas ganas de cocinar, la mejor opción era pedir algo de comida. Le había prometido a su novio que comería y descansaría bien, por supuesto iba a cumplirlo. Llamó a su lugar favorito para pedir la cena y mientras esperaba se sirvió una copa y así disfrutar las luces de la ciudad a través de la ventana. Una vez más suspiró, ya había perdido la cuenta de cuántas veces durante el día lo había hecho.

Cuando la comida llegó, llevó todo a la sala y prendió el televisor, al menos así algo le haría ruido. Ni siquiera le prestaba atención a lo que se transmitía porque su mente estaba lejos, donde su amado se encontraba. Ya casi terminaba de cenar cuando el celular volvió a vibrar pero esta vez su sonrisa fue mucho más amplia porque el nombre de Jiang Cheng se mostraba en la pantalla.

—Hola. Feliz cumpleaños. —Jiang Cheng le sonrió—. ¿Cómo estás? ¿Cenaste ya?

—Gracias, cariño. —Sonrió también—. Ya cené. Estoy bien, pero estaría mejor si estuvieras conmigo. ¿Y tú, cómo estás? ¿Mucho trabajo?

Jiang Cheng chasqueó la lengua y desvió la mirada. —Son unos idiotas, ahora entiendo porque me hicieron venir, sin mí no harían nada o todo les saldría mal. Sigo molesto porque estoy acá y no puedo estar contigo para celebrar tu día. Lo siento de veras.

Vidas paralelas en una galaxia far, far away (One-shots Xicheng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora