Antes de pasar a la descripción de mi historia como tal, quiero mencionar que, este libro fue hecho enlazando la historia original de shingeki no kyojin con la historia ficticia que están a puntos de leer, por efecto, no hez extraño que hayan partes...
"El camino de semillas, alimenta un gran misterio"
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- ¡Ahora son miembros oficiales de la unidad de formación numero 104! Gritaba el soldado mientras observaba a todos los nuevos reclutas. Y por desgracia para ustedes, agregó. Yo, Keith Shardi, seré su instructor, todos ustedes pasan a mi cargo en este momento.
Todos los cadetes formados escuchaban atentamente a su instructor, el miedo, abundaba sigilosamente entre ellos, casi todos, estaban nerviosos, unos mas que otros, pero, todos luchaban con sus emociones para mantenerse formados.
- No estoy aquí para darles una calidad bienvenida, todos ustedes son el ganado, a la espera de ser comidos por los Titanes ¡Son peores que ganados! Para los próximos 3 años, los voy a entrenar, inútiles ¡Les voy a enseñar como luchar contra los Titanes! Cuando se enfrente a un titán dentro de 3 años, ¿Seguirán siendo comida para ellos? ¿O se convertirán en el muro glorioso para proteger estas murallas? ¿O unas personas poderosas que puedan derrotar a los Titanes? La decisión estará en sus manos, expresaba el instructor Keith mientras caminaba entre medio de las filas. ¡Tú allá!
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- ¡Señor! Respondía un joven rubio de estatura promedio.
- ¿Quien demonios eres tu?
- ¡Armin Arlert, Señor! ¡Vengo de Shiganshina, Señor!.
- Apuesto que si, es un bueno nombre para un imbécil. ¿Tus padres te pusieron así? Preguntaba el Instructor mientras se posicionaba frente a el observándolo fijamente.
- ¡Mi abuelo, señor! Respondía Armin nervios, tratando de mantenerse firme en su posición.
- ¡Arlert! ¿Por qué estas aquí?
- ¡Para contribuir a la victoria de la humanidad, Señor!
- ¡Estupendo! ¡Serás excelente comida para los Titanes! ¡Tercera línea! ¡Media vuelta! Una vez dicha la orden, toda la tercera línea de formación, automáticamente, dio vuelta, quedando de frente ante la cuarta línea. ¿Y tú? ¿Quien rayos eres? preguntaba el instructor mientras se acercaba nuevamente a otro joven rubio pero de una estatura un poco superior a lo normal.
