Shingeki No Kyojin "Armin x Annie"

''El Inicio de la Estrategia'

¿Qué debo hacer? Se preguntó Armin cerrando la puerta de su habitación. En 2 días más, el comandante Erwin será llevado a juicio, mientras que Eren, será designado a nuevas tropas... En donde es probable... No salga con vida, agregó mientras se recostaba en su cama. Esto es muy grave... por un lado tengo la vida de Eren y por otro lado tengo la vida de Annie... ¡¿Como puedo salvar ambas?! Se cuestionó en su mente, cubriéndose los ojos con su antebrazo.

¡Tock! ¡Tock! ¡Tock! ¡Tock! Golpeaban la puerta.

¿Quién puede ser a esta hora? Expresó, incorporándose para abrir la puerta.

Hola Armin, saludó Jean. ¿Puedo pasar?

Eh ¡Si! No hay problema, contestó, moviéndose a un lado.

¿Cómo has estado? Preguntó, sentándose en la silla de su escritorio.

Bien, respondió cerrando la puerta. ¿Y tú? ¿Te has logrado sentir un poco mejor después de lo vivido en la expedición?

Si, la verdad... No me quejo, exclamó estirándose. Me siento mejor a diferencia de otras veces.

Ya veo, eso es muy bueno, pero, ahora cuéntame ¿A que debo tu visita? Interrogó, sentándose en la cama.

Jajaja, bueno, como bien ya suponemos, la Titan femenino es uno de los nuestros ¿No?

Ps, si... ¿Y?

¿Cómo qué ''Y''? Repitió colocando una cara seria. 

Es que no entiendo a qué vas... respondió dudoso.

Anoche, estuve pensando en las características faciales de aquella Titán, comentó. Y tengo un nombre en mente.

¿Un nombre? Preguntó. Creo que he subestimado la capacidad de Jean, agregó en su mente.

Si... Y no es por juzgar ni mucho menos, solo fue, mera casualidad... Pero, después de analizar mucho su rostro, llegué a la conclusión que la Titan Hembra se parece mucho a Annie... ¿Te acuerdas de ella no?

¿Annie? Cuestionó. ¡Si! Claro... Si me acuerdo de ella, contestó tocando su mentón. Aunque, desde mi perspectiva, no se parece mucho...

¿No? Pero fíjate bien, pon énfasis especialmente en su nariz, ojos y pelo... Son casi idénticos, agregó agitando sus brazos.

Ya... Sin embargo, no se te ocurra andar diciendo esto por ahí, en este momento la legión se encuentra en estado crítico... Donde no sabemos qué pasará con Eren ni con nuestro comandante, expresó. Por lo que, levantar sospechas en falsas, solo podría traer más consecuencias.

Entiendo... Solo que, estoy un poco nervioso por lo que sucederá, sobre todo porque nuestro enemigo está conviviendo con nosotros mismo y no sabemos dónde está ni mucho menos cuando atacara, comentó colocando su mano en su frente. En este momento es donde me arrepiento de haber entrado a las Tropas de Reconocimiento... Podría estar descansando en la policía militar.

Todos estamos nerviosos, contestó mientras se recostaba.

Si... Ah por cierto Armin, también olvide mencionarte una cosa más, decía tornando el ambiente a una energía negativa.

¿Ah? ¿Qué cosa, Jean? ¿Por que tienes esa cara? Interrogó nervioso.

Bueno sabes... es que, quiero saber la razón por la cual me mentiste... agregó, agachando su cabeza.

¿Mentirte? ¿Cómo? No entiendo a qué te refieres, expresó.

Cuando nos dividimos para ir en busca de la Titán, me dijiste que no la viste a pesar de que ella pasó cerca de ti corriendo... Sin embargo, hoy llegó un soldado que quería hablar con el comandante.

¿Con el comandante? Repitió incorporándose rápidamente. ¿Y qué fue lo que le dijo?

Que... Te vio hablar con la Titán... Y que incluso ella te tomó para dejarte sobre una rama... Misma rama en la cual yo aterricé unos minutos después, comentó.

No... Claro que no... yo no tengo nada que ver con ello, decía nervioso.

Lo siento Armin... Pero, no puedo hacer nada, contestó mientras se levantaba de su silla.

Espera... entonces, si tu estas aquí hablándome de esto, quiere decir que... afuera de la puerta... me están... espera—No terminó la oración cuando la puerta fue abierta abruptamente por una gran cantidad de soldados que entraban en masa.

¡¿Armin Arlert?! Gritaba el oficial a cargo.

¡Si, soy yo! Respondió con una voz temblorosa.

Quedas en calidad de detenida por la presunta participación en los hechos acontecidos en la expedición número 58 a°, señaló, indicando a los soldados que lo esposaran.

No, pero señor ¡Es un mal entendido! Contestó oponiéndose al arresto.

¡Quédate quieto! Ordenaba un soldado reduciéndolo.

¡No te muevas traidor de mierda! Gritaba otro soldado, golpeando su cara.

Iiigh... ¡Señor! ¡Podemos hablar! Decía aguantando el dolor.

Tienes derecho a un abogado, respondió. y cualquier palabra que digas en este momento podría ser usado en tu contra, comentó anotando su nombre en una plancheta. ¡Llévenselo!

¡Vamos! ¡Muévete mierda! Expresa un soldado empujándolo por su brazo.

¡Te espera un rico fusilamiento por traidor! Agregó otro soldado, estironeando su otro brazo.

¡Señor espere! ¡Podemos hablar! ¡Podemos hablar! Exclamó, mientras sus gritos iban desapareciendo conforme se iba alejando. 

Bien hecho soldado, felicitó el oficial a Jean. Hemos atrapado al traidor, por favor, cierra esta puerta, ordenó yéndose del lugar.

Armin...