CAPÍTULO 2. THE LITTLE BOX WITH THE KEY OF MY HEART

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Aquel objeto que nunca había visto, que había aparecido misteriosamente, era una cajita grande y fina, con un diseño de sobres. La cajita había aparecido sobre la mesilla de noche sobre la que estaba mi móvil cuando tiré mi diario por la ventana ¡¡Ostia!! ¡El diario!, si alguien lo leyese podría desvelar algunos de mis secretos escritos en ese diario. ¿Pero que coño digo? Debo de tener un retraso importante, por que no he escrito practicamente nada en el diario. Pero aún así prefiero bajar luego a recogerlo por si alguien lo lee.

Me dispongo a abrir la cajita para ver que hay en su interior, y cuando la abro, veo que hay una llave, una llave que tiene pinta de ser muy antigua. Lo primero que se me pasa por la cabeza es ¿Y para que cojones quiero yo esto?, después pienso, y se me ocurre que igual hay algún tipo de compartimento secreto. Me pongo a bucar a ver si encuentro uno, pero nada, no hay ninguno. Entonces guardo de nuevo la llave en la cajita y la dejo donde estaba y me pongo a acabar de recoger mi cuarto.

Cuando lo acabo de recoger aún no ha llegado Laura, y miro el móvil para ver si me ha dicho algo, esta vez tengo 573 mensajes, madre mía como petan en el grupo de clase. Solo tengo 13 mensajes que no sean de él. Veo que tengo 2 mensajes de Laura, y los leo. En los que dice "Voy a tardar en llegar" "el estúpido autobús no llega", la respondo "no pasa nada", y ella dice "Ok, gracias" "Hasta ahora". En este momento pienso "Eli, tienes una gran oportunidad para averiguar para que sirve la llave". Dejo el móvil sobre la cama y me acerco a la mesilla de noche para volver a coger la cajita, y veo que ya no está, ha desaparecido ¿De verdad existe esa cajita? ¿Habrá sido un producto de mi subconsciente? No lo sé, en cualquier caso voy a bajar a la calle a por el diario, que aunque no me guste, prefiero que esté en mi cuarto a que esté tirado en la calle. Salgo de mi habitación y me voy a la puerta para salir de mi casa.

-Mamá, me bajo a la calle a por algo para comer con Laura.- La digo mientras abro la puerta.

-Muy bien, ve con cuidado y mira a los dos lados antes de cruzar la calle.- me responde.

-No tengo 3 años, tengo 14, y ya sé cuidar de mi misma.- La respondo cabreada.

-Tienes 14, pero recién cumplidos.- Me contesta cabreada, nuevamente.

-Pos un pin.- La respondo de muy malas maneras, y acto seguido salgo de mi casa dando un portazo.

Cuando estoy bajando las escaleras, le veo ¡Le veo! Si, era él y no parecía que le disgustase verme...

NOT AT ALLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora