El Palacio Real bullía de actividad mientras recorría sus pasillos. Con cada paso que daba, veía a mí alrededor ir y venir a los sirvientes, quienes tras hacerme una rápida reverencia, continuaban arreglando los últimos detalles para el baile que se llevaría a cabo esta noche para celebrar el Aniversario de la Fundación de Milenio de Plata. Al ser la fiesta más importante de nuestro reino, con el baile de esta noche se daría inicio a tres días de fiesta ininterrumpidos en nuestro reino. Y también significaba que un nuevo y último hombre se integraría a mi élite personal.
Al ser la Princesa Serena, heredera y futura reina de Milenio de Plata, es mi deber por mandato de la Diosa Selene, que cada año un hombre de una de las cuatro regiones de nuestro reino se integre a lo que se conoce como la Élite: un grupo de hombres representantes del pueblo que están a mi servicio, los cuales cumplen cada uno de mis más locos deseos en la intimidad y gracias a los cuales, llegado el momento indicado, concebiré a quién será mi sucesora y futura reina de nuestro reino, siguiendo la costumbre cumplida previamente por mi madre la Reina Serenity, y antes de ella nuestras antecesoras.
Llegue a la Torre Norte del Palacio, en donde se encuentran los aposentos de los miembros de mi Élite, los guardias que vigilaban las puertas de entrada las abrieron para mí y entre a la Sala de Hombres, en donde encontré a mis tres apuestos amigos que conforman mi Élite inclinándose en una reverencia al notar mi presencia.
–Que grata sorpresa es tenerla aquí, Su Alteza –mencionó Taiki, su rostro enmarcado con una sonrisa. – ¿A qué debemos el honor de su visita?
–Simplemente quería pasar un momento con ustedes antes de la fiesta de esta noche –respondí mientras con mi mano les indique que tomaran asiento en la sala de la estancia principal. –Como saben, este año elegiré al último integrante de la élite, por lo que quería pedirles que lo hicieran sentir como en casa.
Los tres asintieron ante mis palabras.
–Sabe que así será, no tiene nada de qué preocuparse –dijo Yaten, con sus ojos esmeralda mirándome con honestidad.
–Se los agradezco, mis queridos amigos. Saben cómo es este proceso, pero confió en que las cosas seguirán como siempre entre nosotros y que seguiremos compartiendo muy buenos momentos, en especial como los que vivimos los cuatro anoche –comenté mirando a Yaten, Taiki y Seiya sin dejar de sonreír, recordando fugazmente todo el placer que me hicieron sentir anoche los tres.
–Estamos para complacerla, Alteza –musitó Seiya, tomando mi mano para depositar un beso en el dorso de la misma–. ¿Hay algo que podamos hacer para relajarla un poco ante el ajetreo de la celebración de esta noche?
–Me temo que no cuento con el tiempo suficiente para que hagamos todo lo que tengo en mente, así que tendremos que dejarlo para otra ocasión –respondí guiñándoles un ojo–. Pero les reservaré un baile a cada uno está noche.
–Se lo agradecemos –dijo Taiki educadamente–. Y esperando contar con su presencia unos minutos más, nos gustaría entregarle unos obsequios que hemos preparado para usted.
Los tres se pusieron de pie y sacaron de un librero al fondo de la estancia. Yaten se acercó primero, mostrándome un retrato mío hecho por él con gises pastel, plasmando mi cabello rubio, mis ojos azul celeste y mi tez clara de una manera sorprendente. Taiki me entrego un pergamino, en el cual estaba escrito un poema que el mismo escribió para mí. Y Seiya me dio un CD que contenía una canción que él grabó para mí, la cual cantó y compuso. Cada uno de ellos realizó estos presentes usando las habilidades en las que más destacan y en las que suelen invertir su tiempo, siendo ellos profesionales de su área.
Me acerque a los tres, agradecida ante tan hermosos presentes y los besé. Se supone que está sería una visita rápida a los tres ya que aún tengo que revisar algunos documentos antes de la fiesta de esta noche, pero decidí pasar el resto de la tarde con mi élite y disfrutar de los placeres que cada uno de ellos me ofrece. Mis deberes y obligaciones como futura reina pueden esperar un poco más.
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La Élite De La Princesa
RomanceUA. La Princesa Serena, heredera y futura reina de Milenio de Plata, es su deber por mandato de la Diosa Selene seguir con la antigua tradición de su pueblo: reunir cada año a un hombre de una de las cuatro regiones de nuestro reino se integre a lo...