Capítulo 3

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-Si me permite decirlo, Princesa Serena, extrañaba poder complacerla de esta manera.

Sonreí ante las palabras de Seiya, mientras ambos estabamos envueltos entre las sabanas de mi lecho, tras mi sesión con él.

-Lo dices como si hubiera pasado mucho tiempo sin que estuviéramos a solas, Seiya.

-Es que... -él titubeo un momento antes de continuar-. ¿Puedo decir lo que pienso sin que eso traiga un problema entre nosotros, Su Alteza?

-Creí que eso lo habíamos aclarado hacía mucho tiempo. Más allá de tu papel como integrante de la élite, Seiya, somos amigos y por lo mismo quiero que siempre hablemos con confianza de cualquier cosa.

-Lo sé, Princesa. Es solo que... las cosas han cambiado mucho por aquí desde la llegada de Diamante.

Asentí en señal de comprensión. Pese a que me había propuesto establecer un sistema de rotación de la élite similar al que tenía antes de la llegada de Diamante a Palacio, lo cierto es que no había sido así. Diamante visitaba mi lecho con mayor frecuencia que el resto de los integrantes de la élite, sin contar que muchas veces, al terminar con mis deberes y obligaciones del día, reservaba unos minutos para estar con él. Sin darme cuenta, Diamante se había vuelto demasiado importante para mí, algo que nunca podré admitir frente a otra persona, ocupando un lugar primordial en mi corazón.

-¿Estás molesto con la presencia de Diamante?

-No, él es un gran sujeto y nos llevamos muy bien. Pero con tantos cambios en las rotaciones de la élite, simplemente extraño pasar tiempo a su lado. No le he hablado de mis nuevas canciones.

-Es verdad. Me encantaría que me hablaras acerca de ellas -mencione con una sonrisa-. Pero algo me dice que tu música no es la razón por la que empezamos está conversación sobre Diamante.

-Así es... -musito él dando un suspiro-. La verdad es que he escuchado hablar a los sirvientes en palacio sobre el favoritismo que tiene por Diamante. Y no es secreto para nadie que la Reina tiene opiniones muy estrictas sobre la importancia de la élite. Simplemente comentó esto porque no me gustaría saber que tiene problemas con Su Majestad si se entera de lo que está pasando.

-Gracias por decírmelo, Seiya. Pero no te preocupes, no habrá ningún problema entre mi madre y yo por esto.

OoOoO

-Mercury, agenda para mañana a primera hora una visita a la sede del nuevo hospital -le pedí mientras avanzábamos por los pasillos de Palacio-. Quiero ir a ver los avances de la construcción.

-Por supuesto, Su Alteza -asintió ella anotándolo en su agenda-. ¿Desea algo más?

-No, es todo por hoy. Gracias.

Mercury asintió cuando llegamos a la puerta del comedor. Los guardias abrieron las puertas y al entrar, note que tanto la élite de mi madre como la mía, así como algunas de las Sailors ya se encontraban sentados ante el largo comedor. Todos se pusieron de pie al notar mi presencia e hicieron una reverencia.

-Buenas noches a todos.

Camine hacía mi lugar ubicado en el centro de uno de los costados del comedor, en donde uno de los sirvientes esperaba para acomodar mi silla mientras finalmente tomaba asiento. A mi derecha se encontraba sentado Diamante, y junto a él estaba Seiya; a mi izquierda se encuentra Taiki y junto con él Yaten.

-Espero que hoy haya tenido un día agradable, Su Alteza -Comentó Diamante con una sonrisa.

-Así ha sido. El proyecto del nuevo hospital va avanzando favorablemente, y espero que pueda estar terminado en menos mes.

La Élite De La PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora