Notó como esa chispa encendió ese juego de miradas; como ese dulce caramelo lograba conectarse con cuidado con ese brillante zafiro.
Gou no estaba interesado en las relaciones sentimentales. Al menos, no tanto, pero conjugándose con sus tantas creencias, cree es bella, y tal vez, hasta acogedora aquella escena digna de ser colgada en un museo de arte. No está exagerando. Son dos almas que logran sincronizarse con uno de los contactos más puro como lo es mirarse...
Es magnífico, simplemente lo es.
Gou usualmente es escéptico ante este tipo de escenarios, pero Ash Ketchum está siendo feliz, y cuando se trata de ver a su amigo disfrutar algo más que sus batallas y la comida, realmente puede disfrutar esa calidez que desprende cada vez que está cerca de esa castaña... ¿cómo se llamaba? ¿May?
Sí, May.
Sonrisas nerviosas.
Mejillas coloradas.
Cuando abraza a May pareciera que su quisiera soltarla.
La noche es brillante, todos parecen disfrutar esa suave brisa que Alola entrega.
Podía ser ese el momento perfecto. Formalizar eso que ocultan, pero que tararean con sus vergonzosas acciones.
Pero es una idea más.
Porque se separan (con un notable pesar) y cada uno toma un rumbo distinto.
Estaba harto.
¡Esto ya venía siendo el colmo! No era ni la primera vez, tampoco era la segunda, o la tercera vez. ¡Tanto brillo para después limpiar todo con esa manga de la espera!
Sin pensarlo dos veces, Gou tomó rápidamente su cidra de manzana, entregándole su vaso a una cansada Koharu.
Se levantó, y viendo la distancia que les separaba cada vez más.
— ¡ASH Y MAY, YA BÉSENSE CARAJO!
Pánico.
Confusión.
— ¡APOYO LO QUE DICE MI COMPADRE GOU, YA BÉSENSE!
Y un Barry borracho siguiendo ese juego.
Al parecer, la noche ya se había vuelto joven.
Había mucho que vivir, contar y experimentar.
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Ya que me bloqueé con Amour Plastique, publicó mini-fanfic Advance porque amo a mis bebés <3💗.
