Capítulo 1: La Nueva Generación

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Después de la derrota del emperador Palpatine, la galaxia vivía un periodo de paz que no se había visto en mucho tiempo, Luke se había alegado un poco de sus amigos para seguir trabajando en la construcción de la nueva orden Jedi, y aunque tenía la ayuda de Galen Marek, y de Ahsoka Tano aunque no fuera una Jedi se había quedado en Yavin IV para ayudar. La familia conocida como espectros seguían con su vida en Lothal, donde Ezra y Kanan de vez en cuando salían del planeta para cumplir con alguna misión de la orden, o Hera que salía para ayudar a su padre o a la república, pero esos viajes eran muy cortos. Era un día normal en Lothal donde Jacen y Kia eran entrenados por Ezra y Kanan.

-Kia debes mantener tu defensa un poco más alta.-Le aconsejo Ezra a la joven Twi'lek.

-Porque no descansáis, habéis estado dos horas practicando con los sables.-Les propuso Kanan al sentir atraves de la fuerza como empezaban a sentirse cansados.

-Está bien maestro.-Aceptaron ambos jóvenes antes de guardar sus armas y hacer una reverencia.

Cuando ambos niños se fueron a casa de la familia de Kanan, que es dónde Kia se había alojado, para poder asearse ambos Jedis decidieron también irse para saludar a sus esposas, cuando Ezra entró en casa pudo ver como Sabine se encontraba jugando con Mira, y al lado estaba la cuna de su nuevo hijo.

-Papi ha vuelto.-Dijo la pequeña Mira mientras corría a los brazos de su padre.

-¿Cómo está mi pequeña princesa?-Preguntó Ezra mientras se ponía de rodillas para abrazarla y levantarse, con su hija en brazos.

-Muy bien.-Respondió entre risas mientras su padre la besaba.-Mami me ha dejado ayudarla con sus pinturas.-Dijo una vez que Ezra dejo de besarla.

-Que bien.-Contestó con una sonrisa mientras miraba a Sabine.-¿Y tú como te encuentras Sabine?-Preguntó esta vez a su esposa, aunque sabía que era una pregunta tonta tratándose de una Mandaloriana.

-Bien, aunque este pequeño es un poco revoltoso.-Contestó mirando la cuna, para luego  pasar los brazos por el cuello de su marido y besarlo.

Una vez se separaron, Ezra dejó en el suelo a Mira, la cual al sentir que estaba en el suelo se fue corriendo a la mesa donde tenía sus pinturas, y se puso a colorear, una vez visto esto Ezra se acercó a la cuna y pudo ver que su pequeño estaba despierto.

-Parece que querías ver a papi.-Dijo con una sonrisa, mientras el pequeño estiraba sus brazos para ser cargado por su padre.

Mientras en casa de Hera y Kanan, los dos jóvenes se habían duchado y se encontraban en el cuarto del chico hablando, mientras Hera y Kanan se encontraban sentados en el sofá, hasta que escucharon los pasos de los niños acercarse.

-Jacen cuántas veces os hemos dicho que no corráis en casa.-Les regaño Hera, antes de sentir la mano de Kanan sobre su hombro.

-¿Hijo que es lo que pasa?-Preguntó Kanan, al sentir por la fuerza como ambos jóvenes estaban alterados.

-Papa hemos tenido una visión.-Contestó Jacen, al ver como su padre asentía con la cabeza para decirle que continuara.-En esa visión nos encontrábamos Ezra, Kia, tú y yo en un planeta helado, donde había un montón de cristales de distintos colores.-Le explicó.

-Cristales Kyber, son un tipo de cristal que usaban los Jedis, a la hora de forjar sus espadas láser.-Les explicó.

-¿Cómo tiene este sable?-Preguntó Jacen sacando el sable de Mace Windu.

-Es curioso que los dos hayáis tenido esa visión, pero a veces los caminos de la fuerza son extraños.-Comentó Kanan.-Jacen, Kia venir conmigo al complejo, por favor querida puedes ir a por Ezra.-Le pidió a su esposa la cual solo asintió.

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