Capítulo 8

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He estado alrededor de diez minutos mirando sus palmas, con el casi pegado a mí, oliendo su perfume, mientras no aparta la mirada de mí. Y no tengo la menor idea que decirle. En todo este tiempo no he dejado de pasar mis dedos por cada una de las líneas que poseen sus manos, para tratar de disimular mi falta de sabiduría acerca de la lectura de manos.

-¿Qué te muestran mis manos Fedra?- Dice provocando que mi mirada se junte con la suya.

-Te puedo decir tres cosas- improviso, sacando ideas vagas ideas de algunos programas de televisión- Dinero, fortuna y amor.

-Dinero y fortuna vendrían siendo lo mismo-analiza mis palabras- ¿Verdad?

-Cierto- lo miro avergonzada- Dinero, futuro y amor. ¿Qué quieres saber?

Junto nuestras manos y lo dirijo hacia la cama, para sentarnos claro.

-Podría saber un poquito sobre el amor y mi futuro.- coquetea abiertamente.

-Tendrás tres hijos- suelto.

-oh, directo al grano- sonríe- y ¿Quién será la madre?

Se acerca más a mí, dejando un espacio casi nulo entre los dos.

-¿Estas coqueteando conmigo?- le digo alzando una ceja.

-Solo quiero saber mi futuro,- dice con falsa inocencia.- Para eso leer mis manos ¿NO?, no creo que sea solo para tocar mis manos.

Está claro que a él no hace más que divertirle la situación.

-Tendrás una casa en la playa y tendrás un conejo de mascota- sigo con mi falsa lectura-no te separaras de tu futura esposa, ella será amable, empática, solidaria, te amara por sobre todas las cosa, y cuando la conozcas no tendrás espacio en tu corazón para nadie más.

Creo que mi manera de improvisar es bastante buena, cree una historia de amor perfecta para Alan.

-A pesar de ser un futuro muy prometedor creo que he soy capaz de saber que no tienes idea acerca de la lectura de mano- lo miro atónita.

-¿Y cómo estas tan seguro?

-Primero, porque la playa no es mi lugar ideal para pasar el resto de mi vida- me mira- Prefiero el campo.

-At u futura esposa le encanta, por eso vivirás allí.

-Ignorando tu pobre respuesta. -Toma mis mano- no sé si algún día quiero casarme.

-Al conocer a la persona indicada cambiaras totalmente tu manera de pensar-No tengo idea como soy capaz de tener argumento para todo.

-Y ¿un conejo en una playa?- me mira realmente divertido- ¿a quién le gustaría tener un conejo de mascota?

- ¡A MI!- le digo- Yo quisiera tener un conejo de mascota, además

No me deja acabar la frase, pero sus siguientes palabras, me dejan literalmente sin argumentos.

-Eso quiere decir que tú eres la persona de mi futuro- lo miro moviendo sin cesar mis labios, pero ningún sonido sale de ellos.-No tienes palabras, no tendría problemas de vivir en la playa si se trata de ti.

-Me daría miedo vivir en playa- susurro, bajando la mirada hacia nuestras manos- y también preferiría vivir en el campo. Y claramente no tengo idea de la lectura de manos.

En los siguientes segundos nadie dice nada solo se escucha el ruido del ambiente, junto a nuestras respiraciones. El no da ningún indicio de lo que va a hacer, solo lo hace. De un momento a otro levanta mi mentón suavemente pero a la vez veloz, ni siquiera da tiempo de que nuestros ojos se conecten, solo lo hace. Junta nuestros labios, no sabía lo que conllevaba realmente dar un beso, pero admito que derrumbo cada una de mis expectativas. El beso fue suave sin apuro, de tal manera que se podía disfrutar cada movimiento de nuestros labios, aunque tal movimiento fuera mínimo. Debo confesar que al inicio, por mi falta de besos en el pasado hizo el trabajo un poco más tenso, pero ya al comprender cada movimiento se volvió algo realmente íntimo y fácil de seguir.

Mi primer beso fue realmente bueno, y sin duda será inolvidable. Se perfectamente que no fue por amor, solo fue hecho a base de la atracción innegable que tenemos, pero no descarto que en un futuro suceda algo, algo realmente bueno.

Al separarnos ambos sonreímos mirándonos a los ojos. Alan es el primero en hablar.

-Podríamos tener una casa en el campo, para tener a nuestro conejo de mascota- Sonreímos y nos volvemos a besar.

Olvidándonos de todo. De mi mala actuación, de conocernos mejor, y de la principal razón por la que nos encontrábamos acá, para curar las heridas de su caída.

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⏰ Última actualización: Oct 12, 2020 ⏰

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