One shot inspirado en la canción "Good Guy" by Zayn.
dark!harry
"No te enamores de mi, chico. No soy el tipo correcto."
Sabía que no había vuelta atrás cuando vio sus ojos. Era solo un niño de primer año husmeando por los pasillos del tren, intentando buscar nuevas amistades cuando se detuvo frente a un compartimiento. En el se encontraba sólo un niño. Quizás mayor que el, como de segundo año. Draco no lo sabía. Pero algo lo hizo quedarse observando curiosamente lo que hacía. Sus cabellos eran oscuros y sus ojos color esmeralda estaban tan profundamente serios que algo se revolvió dentro de su estómago. Lo que más lo sorprendió es lo que aquel extraño niño hacía con su varita. De esta salían unas flameantes llamas verdosas con las que lograba que una linda mariposa de color anaranjado se retorciera lentamente al otro lado de la ventana.
Parecía disfrutarlo.
Draco palidecio rápidamente. No pudo seguir su camino e ignorar lo que aquel niño le hacía al pobre insecto. Tampoco pudo detenerlo. Solo quedarse en su lugar, completamente petrificado y asustado.
Sus ojos se abrieron más de lo normal cuando el niño volteó a el, y lentamente bajó su varita, dejando de hacerle daño a aquella mariposa para pasar a estudiar al menor de una forma muy curiosa pero divertida, colocandose sus lentes.
Ese fue el primer momento en el que Draco presenció la sonrisa retorcida y burlona de Harry.
"Soy un hombre malo."
Draco lo estuvo observando por mucho tiempo. Cuando el rubio había quedado en Slytherin, la misma casa que el ojiverde, no pudo evitar sentir miedo en su interior.
Pero a medida que pasaban los años, Draco agradecía un poco más por estar en una casa que le posibilite estar mucho más cerca de Harry Potter.
Harry era diferente. Muy inteligente. Muy superior a cualquiera que se cruce. Nunca hablaba con nadie, no tenía amigos. Harry era temido por los demás.
El castaño pasaba mucho tiempo en el bosque prohibido, junto a los animales. Le gustaba practicar las maldiciones imperdonables con algunas arañas. A veces las controlaba con un Imperio para que se hagan daño entre ellas, otras, disfrutaba torturarlas, y cuando se aburría, las mataba sin piedad con ayuda de su varita.
A medida que avanzaban los años, Draco vio la evolución de Harry, como el hambre de poder aumentaba cada vez más en sus ojos. Pero también lo vio crecer. Su mandíbula se había marcado de una forma jodidamente perfecta, al igual que su torso y sus brazos. Su cabello revuelto lo hacía ver mucho más atractivo, y las ojeras en su rostro resaltaban de una forma más sombría sus ojos. Harry usó demasiada magia negra para arreglar su vista y romper sus lentes.
Draco mentiría si dijera que nunca se había masturbado pensando en el mayor. Draco deseaba que Harry lo torturase como hacía con esas arañas. Vivía fantaseando con eso.
"Haré lo que sea para mantenerte a mi lado, sólo porque se que se siente bien."
Draco notó que a Harry definitivamente no le gustaban las personas.
Draco vio a Harry matar a una alumna.
Y lo sabía porque lo vio en quinto año hablar la lengua de las serpientes con un atemorizante basilisco.
Draco vio a Harry ponerse más sombrío.
Y Harry, Harry sabía que Draco lo había estado siguiendo todos esos años.
Así había empezado su sucia relación.
Cuando Harry y Draco habían tenido ese casual -no tan casual- encuentro en el baño y habían tenido sexo, comenzó una tóxica relación en la que Draco, cegado por su deseo hacia Potter, pasó a depender emocionalmente del ojiverde, quedando completamente enamorado.
Ambos se habían vuelto compañeros de crimen, donde el mayor llevaba el mando.
