Hoja número 17.

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Si no fuera por que es técnicamente imposible, diría que estoy en este momento, en el cielo.

Hace unas horas Bakugo me mando un mensaje invitándome a tomar un helado en el parque donde normalmente nos juntábamos, acepté sin dudarlo ya que hoy era Sábado y no quería quedarme en casa, solo y aburrido además de que tenía ganas de ver a Bakugo. 

Al llegar vi la escena más hermosa que jamás podría imaginármelo ni en mis mejores sueños.

El se encontraba en un asiento al lado del hermoso estanque que reflejaba el gran atardecer. Estaba agarrando un gran ramo de rosas rojas en sus manos y su carita tenía un leve sonrojo junto a su característico ceño fruncido.

Tome una foto mental de ese momento para verla cuándo quisiera.

Se me declaro. Al fin lo hizo, luego de tanto tiempo y tantas cosas que pasamos.

Cuando me pidió que sea su novio juntos a unas hermosas palabras que me dedicó, salté encima de sus brazos aferrándome a el con todas mis fuerzas, como si jamás dejaría que se vaya de mi lado.  

Lo besé, no era mi primer beso, pero lo sentí como uno, este era especial.

Como había soñado desde el primer día en que lo conocí, sus labios saben a menta, a una menta que me encantaría probar siempre y que solo yo pudiera disfrutar.

Un enamorado Kirishima.

𝘌𝘭 𝘥𝘪𝘢𝘳𝘪𝘰 𝘥𝘦 𝘒𝘪𝘳𝘪𝘴𝘩𝘪𝘮𝘢, 𝙆𝙞𝙧𝙞𝙗𝙖𝙠𝙪.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora