La puerta se cerró y él caminó hacia la esquina para luego girar y perderse de la vista de Nef que miraba desde su ventana.
Tomó un abrigo negro algo grande para su talla, salió rápidamente de su casa y lo siguió de cerca. La oscuridad de la noche la ayudaba a esconderse muy bien, Lucas nunca imaginaría que alguien lo sigue de cerca y menos que sería Neferet su amiga. Lo vio detenerse en la parada de autobús, miró la tabla de rutas y esperó a que la siguiente unidad llegara. Ella por su parte estaba aún alejada, muy atenta a cada paso que él daba sin perderlo de vista en medio de al menos ocho personas.
Cuando el autobús llegó, las personas empezaron a subir en fila. Lucas subió en tercer lugar, Nef subió al final. Ocultando su rostro y mirando en dirección contraria a él, por suerte iba tan distraído que miraba por la ventana con sus audífonos puestos, seguramente escuchaba una de sus canciones favoritas.
Se sentó al fondo y esperó a que Lucas se bajara del autobús para ella bajarse una cuadra más adelante. No había dejado de observar atentamente los movimientos de su víctima, y caminó muy rápido para alcanzarlo.
Se detuvo en la esquina de la misma cuadra donde se bajó, Lucas estaba caminando por el otro lado de la acera hacia la izquierda. Respiró profundamente pensando en lo perfecto que era y continuó caminando desde su lado de la acera. La sensación de seguir al chico del que estaba enamorada por primera vez la hacía experimentar un helado cosquilleo desde la nuca y que luego iba desplazándose por su espalda, la adrenalina corría por su cuerpo de una manera que le empezaba a encantar.
Era como la primera vez que te subes a la montaña rusa, la sensación de emoción aterradora que termina por gustarte. Como si un gato acechara al ratón que había elegido como su presa solo para jugar antes de comérselo.
Lucas se acercó a la puerta de un edificio y entró en él. Habían llegado por fin a la casa de Lucas, no hizo más que seguir de pie junto a un árbol, esperaba a ver si ocurría algo que le sirviera como señal para saber cuál era el piso donde vivía. Pero, él vivía con su familia y probablemente la luz de su piso hubiera estado encendida ya.
Tomó un respiro profundo, al fin. Por fin había conocido en donde vivía el chico de sus sueños, podía imaginarlo recostado boca abajo en su cama, sin camiseta y abrazando una almohada. Imaginaba cada parte de su ser con la misma sensación de cosquilleo de antes mientras sonreía, la vibración repentina de su celular la sacó de su imaginación.
Le había llegado un mensaje de Michael, le preguntaba si podría pasar por su casa porque estaba muy cerca. Ella no supo que contestar pero ya había marcado el mensaje como visto. Caminó un poco buscando un taxi que la lleve de regreso a casa y a los pocos minutos Michael la estaba llamando.
Empezó a correr, hasta ese momento no había notado que estaba en una zona de la ciudad algo alejada y por lo tanto no encontraría fácilmente un taxi. Una segunda llamada de Michael llegó. Ella contestó al mismo tiempo en que veía a un taxi aproximarse y le hacía señas con la mano levantada en el aire.
Michael notó su voz agitada y rápidamente ella tuvo que inventar una mentira, le dijo que había salido a comprar medicinas porque se había lastimado el pie pero que por alguna razón la habían tenido que inyectar algo para la inflamación. Le dijo que estaría de regreso en seguida y que la esperara ahí en la puerta de su casa. Él no dijo nada más y acepto esperarla especialmente porque le había comprado una caja de donas.
El taxi se detuvo y ella se subió dando la dirección al taxista al mismo tiempo en que se golpeaba el tobillo contra el borde de la puerta del taxi, en el camino le pidió al conductor que se detuviera por una farmacia, compró pastillas para el dolor y volvió al taxi para terminar su recorrido en la puerta de su casa, no habían tardado más de seis minutos en llegar y ella bajó cuidadosamente. A esta altura el dolor del golpe ya empezaba a hacerse presente, no se le hizo tan difícil fingir dolor porque esta vez de verdad lo sentía, sabía de sobra que Michael la querría revisar para asegurarse de que todo estuviera en orden.
Michael corrió a ayudarla, estaba preocupado por verla caminar con dificultad y ella solo pensaba en que el dolor que se había causado valía la pena, aunque se arrepentía. Una vez adentro, sentó a Nef en la sala y revisó su pie, justo como ella había pensado que haría, la inflamación del golpe ya se notaba, el color rojo que tiraba a morado asombró al pobre chico, le contó lo que había ocurrido, su caída y como había llegado a casa, luego de cómo había ido a comprar medicinas y que la habían inyectado para bajar la inflamación y que había comprado medicinas para el dolor.
Sonrieron juntos y él le hizo prometer que tendría más cuidado cuando caminara, le extendió la caja de donas. Normalmente cuando ellos se quedaban juntos era para ver películas, estudiar, cocinar algo del libro de recetas que ella tenía guardado. Prácticamente hacían una pijamada y se divertían como los grandes amigos que eran.
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Crush
Teen FictionUna joven universitaria, inexperta en el amor, lleva una vida aparentemente normal hasta que conoce a un joven de su misma edad que la deja muy impresionada. Ansiosa por conocer más sobre este joven y en su afán de acercarse a él, se verá envuelta e...