Inconsciencia

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Cada noche, durante dos semanas ella fue hasta la casa de Lucas esperando verlo hacer cosas mínimas a través de la ventana. Se molestaba cuando él tardaba mucho tiempo en ir a su habitación, no le gustaba la idea de ver al resto de su familia, solo quería verlo a él, amarlo solo a él, quería que él fuera de ella por siempre. Pero en el día, ella hacía su rutina normal, estudiar, atender su tienda, hacer más de sus artículos y ponerlos a la venta, salir con sus amigos, hablar un poco con Lucas cuando iba a verla y por supuesto, ocultar que por las noches lo espiaba, horas interminables de mirar desde el frente de su casa hacia su ventana.

Ya conocía sus lugares preferidos de la casa y su habitación para hacer actividades como leer, estudiar, hablar por teléfono, con esas noches observando lo veía dirigirse a un lugar y fingiendo estar en su casa ella enviaba un mensaje de texto preguntando qué estaba haciendo o lo llamaba por teléfono simulando una conversación casual. A pesar de todo esto... No quería que nadie supiera que estaba enamorada de él, no debía ser esa la forma en la que se expondrían sus sentimientos, aun no estaba lista para que su amor por Lucas sea expuesto, no se había preparado, no estaba segura de si sería un rechazo seguro o tendría alguna posibilidad de que el sentimiento sea mutuo.

No había vuelto a ver a Carla cerca de Lucas como esa vez, ahora parecían solo amigos, nada de abrazos, sonrisas dulces, ni miradas perdidas. Parecían un par de compañeros como todos, por unos días, Nef pensó que lo que vio el día del cine había sido exagerado por su propia mente. Sentía un gran alivio pensando que Carla y Lucas no tenían nada realmente, bueno, al menos solo eran amigos y eso significaba que aún Lucas, era para ella.

La última noche que estuvo parada en la calle frente a la casa de su amor platónico, no tenía rastro de él en la casa ni en su habitación. Pero lo vio llegar en un taxi una hora más tarde, él se bajó del lado del chofer y se agachó junto a su ventana para pagar. Nef retrocedió unos pasos para confundirse con las sombras de un árbol abundantes en medio de la noche.

Se congeló al ver que también bajaba del taxi la perfecta chica de la sonrisa radiante, Carla estaba ahí con él. Era algo tarde y llevaba un bolso algo grande, de un extremo sobresalía la mitad de una almohada, una mochila, esa que siempre llevaba a la universidad. Fue irritante ver como los dos juntos entraron a la casa y Lucas tan gentil como siempre se ofreció a cargar su bolso.

Su corazón nuevamente se paralizó, se llenó de ira todo su ser. No aceptaba lo que veía, ella a través de la ventana se acercó a saludar a toda la familia de Lucas, los abrazaba y reían juntos. Fueron a dejar sus cosas en la habitación y volvieron a salir, desaparecieron del rango de visión de Nef, se impacientó tanto que le escribió al chico para saber qué hacía.

Su respuesta fue: '' Estoy cenando, moría de hambre''. Nada más, fue una respuesta tan fría que la molestó mucho más de lo que ya estaba. Al pasar un rato se siguieron escribiendo con normalidad pero a diferencia de otras veces, él tardaba más tiempo del normal en responder. La razón, ahora estaban los dos juntos en su habitación, cerraron las cortinas y por las sombras pudo ver un gran espectáculo que la hizo llorar de ira.

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