Forbidden Lovers [Draco Malfoy]

chapter three

Seguía con los Weasley.  Estaba desayunando con ellos y discutiendo temas con Arthur. Llegó mi búho familiar con una carta de mi mamá.

 ❝Dhiara;

Para mantenerte informada mientras pasas unas lindas fiestas con los Weasley, quiero decirte que los Malfoy y nosotros no terminamos en buenos términos y no hicimos ningún trato. Pues desprecian a los que no son sangre pura y sabes que eso nos hace enojar.
Tu padre y yo te extrañamos mucho.
Sabiendo cómo es Lucius, seguro le haya dicho a su hijo Draco que no se junte contigo. Si era tu amigo, sigue viéndolo. Capaz tú puedes cambiar algo en el muchacho, no pareció que fuera como sus padres.
Salúdame a Molly y dile que el próximo año vengan a casa.
Te ama
Amelie Sauvage.❞

— ¿Qué pasó, cariño? ¿Qué dice tu mamá?

— Mamá te manda saludos. Y dice que para la próxima ustedes vengan a casa. — le sonreí.

George iba a decir algo pero su búho volvió a chocarse por la ventana al traer una carta.

•••

¡Y de vuelta al vagón!

Iba a comprar algunos dulces para mi viaje con Fred y George, cuando alguien me agarra del brazo.

— ¡¿Pero que carajos?!

— ¿Me extrañaste? — Draco me sonrió. Yo sin darme cuenta lo abracé.

— La verdad que no, no te extrañé — le saqué la lengua.

— Pues yo tampoco.

— ¿No te das cuenta que te pueden ver, no?

— Esta parte esta reservada.

— Draco, perdóname pero dije que iba a comprar dulces y luego regresar. Nos vemos ya en hogwarts, ¿si?

— Está bien — parece que se molestó. Pero si no iba ya, me iban a ir a buscar.

— Adiós Draquito — le di un beso en su mejilla y fui a la parte de dulces para luego regresar con los gemelos.

•••

— ¡Dhiara! ¡Dhiara! — fui despertando poco a poco. Me quedé dormida en el hombro de los gemelos, quiero creer eso.

— ¿Ya llegamos? — pregunté mientras me frotaba los ojos.

— No, pero ya casi — dijo Fred.

— Te desperté porque pensé que de esa forma no andarías adormilada por todo Hogwarts — George habló.

— Tuve un sueño muy feo. Soñé que los perdia a los dos.

— Ay brillitos. Nunca nos vas a perder. Para mamá y toda la familia eres una Weasley. — George, quien estaba a mi lado, dijo dandome un abrazo.

— ¿Y yo? — Fred dijo con brazos cruzados. George lo empujó hacia nosotros y nos dimos un lindo abrazo.

— Unos meses más y ya van a ser vacaciones. No quiero dejar hogwarts. Aunque lo bueno es que podrían venir a casa y conocer a mi familia — Dije sencilla.

El tren se detuvo.

— Parece que ya llegamos.

Nos bajamos todos despacio. 

Me subí al bote con Fred y George. Por lo visto iría con ellos hasta que terminen su curso educativo en Hogwarts. No me quejo.

No pasó nada nuevo, por lo que después de cenar nos fuimos a la sala común.

— ¿Qué tal tus vacaciones navideñas? —me preguntó Hermione.

— ¡Las amé! Deberías ver la cara de Ron cuando Molly lo regaña.  — Hermione y yo comenzamos a reír.

— No le veo lo gracioso — Ron bufó. Pero que ternurita.

— Yo iré a dormir. Estoy cansada — dije mientras bajaba las escaleras — Buenas noches chicos.

— Buenas noches Dhiara — dijeron todos al unísono.

Ya había amanecido y estábamos en clases de pociones. Snape, como siempre, hizo su entrada que da escalofríos a todos. La verdad que él no me da tanto miedo, había peores profesores en mi antiguo colegio.

— Bien. Como ven la clase de hoy será sobre una poción en especial. Señor Malfoy, ¿sería capaz de venir y reconocer qué poción es esta? — Snape habló detenidamente.

— No puedo saber qué es. ¡Alguien se puso demasiado perfume hoy! — Draco me miro disimuladamente. Yo no siquiera me había puesto perfume.

— Como el señor Malfoy no sabe qué es, ¿alguien que si sepa puede decirlo? — Al instante alcé mi mano en seña de que yo sabia — Señorita Sauvage.

— Es uno de los filtros de amor más poderosos, profesor. Estamos hablando de la amortentia. Es reconocida ya que al olerla tiene el olor de lo que te atrae. —Dije, la verdad que esto lo aprendí el año anterior.

— He notado que usted en mi clase es muy atenta. Admiro eso ya que algunos —hizo énfasis en "algunos" — No prestan atención.  Si fuese una Slytherin me caería mejor. Pero ese no es el caso.

A lo que dijo el profesor Snape pensé que luego nos quitaría puntos. En mi sorpresa, no lo hizo.

•••

Estaba en el lago. Era hora de descanso. Me apetecía estar sola, pero Malfoy apareció detrás mío.

— ¿Cómo estuvieron tu vacaciones de navidad? — se sentó a mi lado.

— Bien, me divertí mucho con los gemelos. ¿Y las tuyas? — Lo miré. Me niego a creerlo, pero al oler la amortentia olía a menta. Algo común en Draco.

— Lo de siempre. Jamás pasa nada nuevo.

Me sentía cansad, pero estaba tranquila. Era obvio que después de las vacaciones navideñas iba a costarme llevar el horario escolar de nuevo.

— Te notas cansada. ¿dormiste bien? —Draco habló de nuevo. Yo solo asentí y recosté mi cabeza sobre su hombro. Comúnmente él hace eso.

— Sí, sólo que aún no me adapto al horario.

— Suerte que no dije a que olía mi amortentia. ¡Pude haber hecho el ridículo!

— Pues debo decirte que el ridiculo lo haces todos los días — reí un poco —¡Espera! ¡Te gusta alguien!

— ¿Qué? ¡No! — Dijo nervioso.

— ¡Te gusta alguien y no me lo dijiste! ¿Qué clase de amigo eres? — Lo miré sorprendida. Me recosté en el suelo como si estuviera muerta y dije; — Y aquí descansa Dhiara Sauvage, quién murió porque su amigo Draco Malfoy la apuñaló por la espalda al no decirle que le gustaba alguien — Y para darle mas dramatismo, saqué la lengua.

— ¡No es para tanto! Además, no estoy seguro si es que me gusta... Pero no planeo decírtelo de todas maneras.

— Ufff, otra apuñalada más

— ¡Basta! — Me senté de nuevo y nos quedamos mirando. De repente, sin saber por qué, Draco comenzó a reír y yo reí con él.

Como se estaba haciendo tarde nos adentramos en el castillo. Ya sería hora de cenar.

Al llegar en frente de la puerta, quedamos que yo pasaba primero y el después.

Me era ridículo ocultar nuestra amistad, pero ya qué.

— ¿Qué hacen pubertos? — Me senté al lado del trío de oro.

— Estábamos hablando nada más. Por cierto, ¿dónde estabas? No te vimos después de clases. — preguntó Ron.

— Estaba en el lago. Siempre estoy allí.