Prólogo.

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Si su alteza desea concederme los anhelos de mi alma, que sean solo tres: mírame como cuando nos conocimos, háblame como cada noche antes de la corona… y ámame, como cada uno de los días en tu corazón. 

Prólogo. 

Cuentan los sabios de Sibilia a sus discípulos la misma historia que sus ancestros les contaron a ellos en su tiempo, junto a una fogata cálida o con la caricia de las aguas y la arena de las playas de Xiane. 
Cuentan que en el inicio de los siglos, en el tiempo de los primeros reyes, las tierras desde las playas de Sisia hasta Sauru, eran un solo reino. El Reino de Melition. 
Melition nacía en la orillas de Zalie,  atravesaba las montañas de Agnes y Miryos, cruzaba los valles de Epyro y de Laussus hasta llegar a la bella y prospera Sibilia, para luego recorrer el golfo de Mermai y las Iritias, las cinco islas que habían tomado el nombre de las cinco musas de la diosa Mermai, y por último cruzaba Crania, la bella Matroia y las fértiles tierras de Sauru. 
Melition era un reino próspero y rico, pero aún así cayó en la ruina.  
Tal vez fué la ambición o tal vez en verdad, como decían los ancianos, fue maldecido con magia negra, al menos una parte de él. 
Se dice que el señor de Alenu, tal vez por amor o quiza por ambición, tuvo un hijo con una bruja y luego ese niño se reveló a los dioses y separó las tierras de su padre y de los alrededores, del reino original.
Otros dicen que miles de criaturas de inframundo, malditas y embrujadas, subieron del mar a las orillas de Makra, Fitis y Alenu, y les prometieron a sus señores el mismo poder de los dioses, pero ellos jamás pensaron que al aceptar, 
esas criaturas se apoderarían de todo lo que hoy se conoce como el reino de Saryo. 

Saryo, las tierras malditas de las brujas y hechiceros; se dice que las aguas marinas que la rodean son del más oscuro negro conocido y que el barco que intente cruzarlas hasta las costas de éste país, jamás llegan a su destino y mucho menos vuelve a su muelle de origen. Algunos dicen que a la distancia, aún en las azules aguas de Acriane, vieron embarcaciones que habían cruzado hasta las aguas de Saryo, siendo hundidas por critauras funestas de tentaculos gigantes, otros en cambio dicen que vieron barcos entrar en aquellas aguas negras y perderse a la deriva del mar, abrazados por la espesa niebla marina y el susurro de un bello y engañoso canto, tan parecido al de las sirenas marinas contadas en los libros antiguos. 
¿Que hay detrás de Saryo? Quizá nadie lo sepa ni lo sabrá algún día, o quizá muchos lo saben pero jamás se atrevan a hablar.
En un mundo como éste, los secretos son algo casi vital, sino, ¿De qué otra forma podría mantenerse la corona de un reino?

De secretos y mentiras están hechos estos imperios, con viles y santos sobre cada uno de sus tronos, de viles buscando un fin santificado y de santos tratando de ocultar su oscura faceta. 

Efiti y Acriane, dos reinos prósperos e imperiales con el brillo de los fundadores de Melition, son la antigua capital melitiana y el fuerte costero más próspero de esas tierras, son las ciudades santas de la antigüedad y sus reyes han sido los más grandes y nobles monarcas, pero ¿Puede existir algo tan perfecto en un mundo rodeado de secretos? Todo depende de que tan bien guardes esos secretos y qué estés dispuesto a hacer para que nunca se sepan. 

Jun Wu es el último rey de Efiti, noble, de porte sabio, hermoso e inspirador de confianza, como todo lo que fueron los reyes antes de él. Pero detrás de lo perfecto está siempre lo que debió romperse, lo que debió quemarse y los que debieron morir para llegar a esta cúspide divina. ¿Que hay detrás de la bella Efiti? ¿Ambición? ¿Mentiras? O quizá algo más allá de lo comprensible... 
El secreto de Efiti está a punto de salir a la luz, titánico, amargo y frío, como todos los secretos que cargan la corona de un reino. 

Alteza, hace diez años encontraste una ficha clave para tu juego, la escondiste celoso por casi cuatro años y luego la enviaste poderosa al tablero. Han pasado seis años desde entonces…
Alteza, ¿Que pasará cuando esta ficha deje de ser un peón? 
Alteza, ¿Acaso no temes a la furia de los espíritus que provocaste hace diez años? 
No, claro que no… 
Este es tu juego y las fichas contrarias jugarán a tu favor. 
Pero cuidado, Alteza, porque a espaldas de los poderosos, están siempre los que fueron heridos por ese poder. 

Los Días de los Amantes. (HuaLian) (TGCF) [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora