Cubos

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- Esta prueba es fácil, nos ayudará a ver sus capacidades motoras y pensamientos abstracto -dijo la mujer que sostenía una tableta luminosa en sus manos, tecnología de Alta mar, pensó más de uno-. Tienen que formar la mayor cantidad de cubos con las piezas que están en el medio, tienes 3 minutos. Esperamos un mínimo de 9, la mesa de trabajo se pondrá completamente roja, eso indicará que el tiempo acabo.

La mujer salió del cuarto, y sobre los cubos apareció en forma de holograma un cronómetro, sería una cuenta regresiva.

Lauren respiro hondo, cuando se escuchó el sonido para empezar prácticamente los 8 candidatos en la sala se arrojaron sobre las piezas.

Jauregui necesitaba ser rápida, el tiempo corría y no había que perderlo.

La mesa empezaba a teñirse de rojo, sus candidatos de vez en cuando emitían algún sonido.

- Treinta segundos -la voz de la mujer se hizo presente por medio de altavoces en la sala.

- Mierda -exclamó una chica morena frente a la ojiverde, aun no podía terminar de armar su noveno cubo.

- Estás acabada -dijo uno de los candidatos de la mesa, Lauren lo vio fijamente. Ambos ya tenían los nueve cubos frente a ellos.

- Vuelve al continente, perdedora -dijo la chica que estaba al lado de la morena. Bastante prepotencia, pensó la ojiverde.

- Cierran la boca, imbéciles -dicho eso le robo uno de los cubos a la chica que estaba a su lado para después empujarla.

El tiempo se detuvo y la mesa terminó de iluminarse completamente.

- ¡Ladrona! Robaste mi cubo

- Veamos quien se va -fue lo primero que dijo la mujer cuando entró a la habitación.

- Está ladrona robo mi cubo, debe descalificarla por eso -dijo la chica bastante alterada.

- La una descalificada aquí serás tú -explico con una expresión seria en su rostro-. Tienes 8 cubos, gracias por participar en el proceso.

- ¡¿Qué?! No puede ser posible, no -se quejó, iba a tomar a la mujer por sus ropas pero un guarda la agarró por la espalda-. ¡Suéltame idiota! Esa ladrona debería irse, ella me robo la oportunidad.

- Bien, tienes los 9 así que sigues dentro -dijo viendo los cubos de la morena.

Un par de chicos más también fueron descalificados, se detuvo cuando llegó hasta Lauren.

- 9 cubos -iba a seguir hablando pero la ojiverde alzó ambas manos mostrando dos cubos más-. 11 cubos entonces, bastante impresionante. Sigues dentro.

Lauren dejó los cubos en la mesa y salió con sus demás compañeros que también habían pasado, ahora lo que le intriga a era averiguar quién era esa morena problemática.

Por instrucciones de otra persona del proceso hicieron un recorrido hasta llegar a un ala grande, una gran mesa con comida y agua los esperaba. La mayoría de los chicos corrió haca ella, empujaban a los demás.

Lauren suspiro frustrada, no entendía el comportamiento que tomaba la mayoría. Parecían animales.

Sin muchos problemas se acercó y tomo lo necesario, se acercó a una mesa y se sentó. Empezó a comer en silencio, la comida de Alta mar era extraña pero tenía un sabor muy bueno.

- He escuchado a unos chicos hablar -dijo un candidato a su lado-. ¿Es cierto que eres una Jauregui?

- En efecto -respondió con tranquilidad, su apellido seguía siendo de renombre al parecer.

- Mierda -dijo otro chico en la mesa-. Los Jauregui siempre pasan ¿Cómo es eso?

- Quizá es el carisma -sonrió amable, iba a seguir hablando pero la presencia de la morena en el lugar llamo todas las vistas.

Los presentes susurraban, al parecer la noticia se había esparcido muy rápido.

- ¡Eso! -grito la morena terminando de llamar la atención de todos-. ¡Hablen de mí! ¡Júzguenme! ¡Al parecer aquí todos son unos malditos santos!

Lauren la veía atenta, la chica tenía potencial. Un poco gritona pero esperaba llegar con ella a Alta mar, era un gran prospecto. Muy astuta.

- Pueden decir en susurros lo que quieran de mí, al final de cuentas me da igual -volteo hacia la mesa donde los candidatos que estuvieron junto a ella en la prueba se encontraban sentados, incluyendo a Lauren-. ¡Ustedes son los primeros hipócritas! Hablan sobre mí y no hicieron nada por detenerme, nada por ayudar a la chica.

- Tranquilízate un poco Kordei, ya a nadie le interesa si robaste su lugar o no lo hiciste -dijo un chico de barba mientras se acercaba a ella-. Vamos a sentarnos, ya paso la prueba.

- Déjala gritar, no quiero a una ladrona a mi lado -comento una de las chicas.

- ¿Eso es lo que piensas sobre mí?

- No lo pienso, digo lo que veo -se acercó hacia ella-. No mereces estar aquí, otra estafadora del continente.

- Repítelo una vez más -termino con la distancia entre ambas-. Atrévete a decirlo.

- Maldita estafadora del continente.

Ese comentario fue lo único que necesito la morena para golpear a la chica, quien después de sentir el impacto se abalanzó sobre ella.

Más personas que creían que lo que la morena había hecho estaba mal se sumaron, entre patadas y palabras fue como la dejaron en el suelo.

- ¡Ya basta! -Lauren se levantó del lugar y camino hacia el circulo de personas, no podía dejar que la lincharan. No si tenía un plan en mente-. ¡Déjenla en paz!

- ¡Una Jauregui! -grito la una de las presentes-. Nos puedes intimidar en el continente, pero adivina que, aquí todos somos iguales.

- ¿En qué momento te he intimidado? -pregunto seria-. Si los detuve fue para que la dejaran en paz y bien lo has dicho, aquí todos somos iguales. Que ella haya decidido hacerlo, bien, fue para sobrevivir aquí. Solo el 3% de nosotros llegara a Alta mar y si robar un cubo es necesario para asegurar un lugar creo que todos lo hubiéramos hecho.

- Dejémosla, Jauregui tiene razón.

El circulo de chicos se empezó a dispersar, Lauren agradeció internamente. Se agacho y le tendió la mano a la morena para que pudiese levantarse más fácil, le había tocado ver muchas situaciones similares en casa pero esto había sido diferente. Su tío no estaba para encargarse del trabajo sucio, era momento de que ella empezara a hacerlo.

- Soy Lauren

- Normani -dijo mientras se limpiaba la sangre que salía de su boca-. No esperes un agradecimiento de mi parte, no te pedí ayuda

- Lo sé, simplemente no quería que te mataran a patadas

- Lo que sea, eres una Jauregui. No creo que sea bueno que te vean conmigo.

- Una Kordei, realmente no he escuchado sobre ustedes.

- Eso es porque Kordei es mi segundo nombre, idiota -respondio con una sonrisa-. Soy Hamilton

- Bueno, entonces es un gusto ¿Quieres comer algo?

- Como sea

Ambas chicas se sentaron juntas, algo grande pasaría entre ellas.

Alta Mar [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora