Día #9 "Pintalabios"

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Día #9 || Palabra #23: Pintalabios

Advertencias: Nada más allá de Alastor siendo Alastor.

Notas: Una disculpa por la tardanza! Mi internet lleva fallando como cuatro días, y además mi musa decidió abandonarme. Espero que aún así disfruten del fic ;u;

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Lo primero que nota es el rojo. Un color escarlata que le habla a su alma y enciende un instinto cazador dentro de sí. Ese siempre ha sido su color favorito, y hay una excelente razón tras ello. El rojo no solo es pasión, también puede ser terror y sangre, o elegancia y altivez; es un color flexible, hermoso y brillante, que desde siempre le ha atraído y ha causado en él una mórbida fascinación. Por dentro, el cuerpo humano es rojo. Rojo su sangre, sus músculos, tendones, órganos y sus viseras. Es simplemente fascinante, cómo un capullo que se abre y deja salir la coloración de su flor.

Entonces ahora, viendo ese precioso color pintando los labios de Angel Dust, algo dentro de él se enciende. El ruido a su alrededor desaparece y las personas se desvanecen en la nada, todos sus instintos están puestos únicamente en esa boca que le llama, que le tienta con ese tono sangre que parece haber sido creado únicamente para ser usado por él.

Todo su ser le grita, le urge a ir tras el demonio para marcar como suya la coloración que tanto desea. Su cuerpo se prepara para ir por su presa, la sangre en su venas cantando al sentir como se deja ir, como el control se le escapa de los dedos...

Sin embargo, el hechizo se rompe al Angel salir de lugar, llevándose con él todos los sentimientos que florecieron dentro suyo, y dejando detrás únicamente la vergüenza que le quema por dentro. El control lo es todo para él, y perderlo únicamente por alguien como Angel Dust es intolerable.

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La siguiente ocasión que ve al otro vestido y arreglado con el mismo rojo en sus labios, está preparado para el cúmulo de sensaciones que le atacan a la vez.

No va a mentir y decir que le pegan con menos fuerza, porque definitivamente no es así, pero al menos puede reducir su reacción y únicamente exteriorizarla al sentir como sus colmillos se ensanchan y empieza a salivar.

No entiende porqué se siente tan extrañamente atraído hacia Angel, y toda la situación es francamente ridícula. Aún más porque no sabe como detenerla, y la frustración está haciendo mella en su ya de por sí maltrecho control.

La situación se repite un par de veces por semana, y Alastor está comenzando a perder la paciencia.

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Un mes pasa y nada cambia.

Angel Dust sigue usando ese pintalabios y Alastor sigue reaccionando fuertemente cada que lo ve.

Cuando el demonio de la radio toma medidas desesperadas y opta por robar el producto para evitar que Angel continúe usándolo, el otro demonio solo se dedica a comprar más. La situación llega a un punto en el que Alastor termina por evitar a Angel tanto como le es posible, y sin embargo eso tampoco ayuda, pues el recuerdo de esos labios rojos lo persigue hasta en sueños, recordándole algo que anhela y no puede tener.

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Finalmente la bestia logra su cometido tras meses de estar queriendo escapar de su cuerpo.
No puede decir que hubo un cambio drástico que desató el caos, no hubo un movimiento cósmico que alineó el universo con el único propósito de ayudarlo a obtener su deseo. Nada.

Todo ocurre casi de la misma manera que empezó: Con Angel Dust bajando las escaleras del hotel, usando un vestido ceñido a su figura, una peluca rubia y con su boca bañada en escarlata. Sin embargo, esta vez Alastor no se detiene a ver únicamente, toma al otro demonio del brazo y lo arrastra hasta la primera habitación que encuentra. Está claro que Angel no va sin poner una buena lucha, jalándose y gritando a todo pulmón.

— ¿Ahora que mierda te pasa, Alastor? ¡Suéltame puta madre!

Pero el demonio de la radio no se detiene hasta tener al otro acorralado contra la pared del lugar. Angel Dust lo mira con el ceño fruncido y claramente no esta intimidado, lo que solo aviva el fuego dentro de Alastor.

—Necesito pedirte un favor, querido. — habla con voz amenazante, y su sonrisa de dientes afilados brilla de manera escalofriante bajo la luz de la habitación.

Angel solo se cruza de brazos y alza una ceja, nuevamente demostrando su valentía (o estupidez, piensa Alastor, posiblemente ambas).

—Deja de usar ese labial. — y su voz adopta un tono que sabe causa pavor en todo aquel demonio que se le cruza.

La araña lo mira por un segundo con la confusión pintada en todo su rostro, eso claro hasta que parece entender la situación, y rápidamente el gesto inicial se transforma en una enorme sonrisa enmarcada por el rojo de su maquillaje.

—¿Oh? ¿Te refieres a este labial? — ronronea y pasa la lengua por su labio inferior, para luego tronar los labios, dejando que la saliva de un brillo extra a la coloración.

Alastor siente el familiar deseo apretándole el estómago, y gruñe desde el fondo de su garganta a manera de aviso.

—No sé a que estás jugando, Angel Dust, pero basta. — enfatiza la última palabra acercando su rostro al del otro demonio.

Nuevamente, Angel no responde a la intimidación. Su sonrisa se torna seductora y deja que sus párpados se entrecierren, viéndole a través de las pestañas.

—¿O qué? ¿Vas a hacer algo al respecto, Sonrisas? — dice cada sílaba de manera puntuada, enfatizando la forma de sus labios.

El demonio de rojo deja libre a la bestia y casi que se lanza hacia Angel Dust, hambriento por tomar la boca del contrario como suya.

Alastor se siente tocar el cielo cuando finalmente puede probar el sabor de ese rojo escarlata.

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Notas finales: Voy a terminar este fictober así me muera en el intento >:c

Easy to Love You || Fictober 2020 - RadioDustDonde viven las historias. Descúbrelo ahora