Singularidad (Hopemin, Yoonkook, Namjin, Baektae/Chanbaek)

3. Agridulce

[Yoongi]

Salía de tomar una ducha cuando mi móvil comenzó a sonar sobre la cama, donde lo había dejado al llegar a casa. Con la toalla enredada aún en mi cintura, fui hacia donde estaba el aparato y tomé la llamada, notando que se trataba de un número que no tenía registrado.

—¿Sí? —contesté.

—¿Min Yoongi? —preguntó la otra voz, la cual me pareció familiar, pero no pude identificarla en ese momento.

—¿Quién habla? —pregunté, dudoso.

—Mierda, ¿en serio te olvidaste de mí? Soy Jaebum, amigo, JB —dijo, y fue cuando su rostro se me vino a la mente.

Me sentí un poco estúpido por no haberlo reconocido desde el principio.

—No te he olvidado, no digas tonterías —le dije, de buen humor —. Ha pasado un tiempo, tardé un momento en reconocer tú voz, no hagas drama.

—Y vaya que ha pasado tiempo —soltó —. Has desaparecido, ¿Dónde te metiste? Zico y los demás siempre preguntan por ti. Nadie sabe nada de ti desde hace meses.

—Tan sólo he estado un poco ocupado —intentó excusarse, pero eso era una clara mentira y sabía que JB no se lo creería.

—Claro, ocupado —bufó —. ¿Tienes tiempo hoy? Compraremos algo de alcohol y pondremos hip hop a todo volumen, cómo en los viejos tiempos.

—No lo sé...

—Vamos, Min, ¿qué sucede? —me interrumpió —. Tan sólo por hoy, vuelve a ser el de antes. Sé que has perdido muchas cosas durante el último año, y lamento si no pude estar ahí para ti, tú sólo te aislaste, cambiaste tu número de teléfono y desapareciste. Quiero estar por un momento con mi amigo y divertirnos como si nada nos importara, cómo antes. No sabes lo aburrido que es aquí sin ti y sin Kai.

Lo pensé por un momento. Estaba totalmente consciente de que me había alejado de todos mis antiguos amigos desde el accidente, y en parte me sentía mal por ello, no sólo porque no había dado ninguna explicación, sino porque de alguna forma también los había hecho a un lado, y ellos me habían apoyado de muchas formas; el mismo Zico me invitaba a vivir con él siempre que había problemas en mi casa con mis padres, y después de la muerte de mi hermano supe que JB y Zico habían enviado flores al funeral.

No podía negar que me sentía mal por ello, y casi lo había olvidado gracias a los últimos meses, que habían sido los más pacíficos de mi vida. Tan solo trabajaba, pasaba las tardes con Jungkook, algunas otras con Hoseok, con la familia Park, llamaba a mi madre cada tres días y dormía plácidamente, algunas veces solo, otras veces con Jungkook. No me quejaba, pero de alguna forma extrañaba mis antiguas aventuras con JB y Kai.

—¿Puedo llevar a alguien? —le pregunté entonces, cuando tomé la decisión.

Mi respuesta lo sorprendió un poco, pero no se negó y tampoco preguntó al respecto. Suponía que él estaba consciente de mi relación con Jungkook y que por lo mismo ni siquiera había preguntado. Yo colgué y llamé a Jungkook.

—Hola, pastelito —saludó al contestar, de manera melosa.

—¿Quieres ir a una fiesta hoy? —pregunté sin más.

—¿Una fiesta? ¿Dónde? —cuestionó, dudoso.

—¿Recuerdas a Zico?

—Sí... —murmuró, no muy convencido.

—Bueno, entonces no necesito dar muchas explicaciones.

—No sé si sea lo mejor —dijo entonces.