[Hoseok]
Era la tercera vez que me caía al suelo, pero era obvio que pasaría, aún no estaba listo para comenzar a caminar de nuevo y era algo que tenía que grabármelo en la cabeza. Tenía mis brazos y torso llenos de moratones de lo tanto que seguía intentando mantenerme en pie sin ningún tipo de soporte. Era lo que había estado haciendo aquellos últimos cuatro meses, pero todavía me costaba mantenerme en pie sin tener que apoyarme en algo; incluso así, cojeaba y mis piernas apenas respondían. Tampoco es que el doctor me diera buenas noticias, pues me había dicho que a pesar de que pudiera recuperar algo de fuerza en mis piernas, mi columna estaba dañada, por lo que no podría moverme mucho de todas formas. En resumen, estaba jodido sin importar lo tanto que intentara mejorar.
Me levanté del suelo repitiendo las palabras del doctor, negándolas en mi cabeza, pensando y deseando en que sucediera un milagro divino que me hiciera recuperar lo que había perdido en el accidente, a pesar de que sabía que eso era imposible. Y es que no sólo era por el baile, sino que ni siquiera podría correr, no podría caminar apropiadamente; estaba condenado de por vida.
—Tomaré un descanso —le dije a mi fisioterapeuta, tomando mis muletas y dirigiéndome a una silla de la habitación de terapia física. Por lo menos me encontraba solo, además de la presencia del doctor.
Estaba en el hospital, y pasaba por lo menos dos o tres horas aquí al día, pero los resultados nunca eran lo que esperaba. Cada día que pasaba, a pesar de negarlo, perdía un poco de la esperanza que había tenido hasta este momento, y odiaba esa sensación de pérdida.
—Hay personas a las que les toma incluso un año o dos, Hoseok —me dijo el médico suavemente, como queriendo animarme —. Son cosas que llevan tiempo.
—Lo sé —respondí, mirando al suelo una vez sentado.
—Estarás bien, tan sólo ten paciencia —manifestó él con una sonrisa —. Mientras descansas, iré a los sanitarios, ¿de acuerdo? No tardo.
Ni siquiera le contesté, y en segundos me quedé solo en aquella habitación. Sin pensar, tomé mi cabeza entre mis manos y me incliné hacia adelante, cerrando mis ojos, frustrado. No sabía cuánto tiempo más tardaría en hacer que mis piernas funcionaran por lo menos un poco, pero estaba cansándome.
Solté un suspiro largo, intentado calmarme y recobrar un poco el buen humor y el optimismo. No podía dejar que todo esto me controlara por completo; lo había prometido, que pondría de mi parte para ser el mismo de siempre, para demostrar que estaría bien, que superaría esto. Yoongi lo decía siempre: yo era Jung Hoseok, y no había nada que Jung Hoseok no pudiera hacer. Tanto como él y los demás, yo también creía firmemente en ello.
En ese momento, escuché que alguien tocaba la puerta de la habitación, y fue cuando alcé la mirada, viendo a Jimin entrar por ella con aquella hermosa y brillante sonrisa en el rostro, en esos labios gruesos y perfectos que me encantaban tanto. No podía evitar sonreír cada vez que lo veía; era de las cosas que me hacían agradecer infinitamente el hecho de estar vivo aún.
—Hola, Hobi —me saludó cuando llegó a mi posición, inclinándose hacia mí y besando mis labios con suavidad.
—Hola —susurré sobre sus labios cuando nos separamos un poco, pero al momento volví a acercarlo con mi mano sobre su nuca para besarlo de nuevo.
Al separarnos por segunda vez, él plantó un dulce beso en mi mejilla y fue cuando se sentó a mi lado, en el otro asiento, mientras ponía su mochila en el suelo.
—Lamento llegar tarde —se disculpó —. Tuve una pequeña junta con el club. ¿Cómo lo llevas? —cuestionó entonces, claramente refiriéndose a la terapia.
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Singularidad (Hopemin, Yoonkook, Namjin, Baektae/Chanbaek)
FanfictionNuestros protagonistas vuelven con más drama y aventuras para el comienzo de su vida adulta. En esta tercera temporada de la saga que comenzó en Serendipia, todos ellos descubrirán que si la vida de un adolescente era difícil, la de un adulto es sum...