Capítulo 5: Amores Pasados.

5 0 0
                                    

Es curioso cómo pasa el tiempo, en un momento te encuentras en el preescolar jugando, dibujando, sintiéndote bien y siendo feliz, sin ninguna preocupación y de la nada sin avisar a él otro día te encuentras una noche muy oscura, fría, siniestra, en una carretera serca del túnel, un túnel largo, obsuco y miras tus manos llenas de sangre y sin saber que paso, si estaba ahí, ese día ella estaba ahí, parada sin hacer un movimiento o ruido, estaba en un estado de shock viendo a sus amigos muertos al igual que su novio, en un combertible volteado. ya un año de aquel acontecimiento que le había pasado a los amigos y a él novio de Margaret, era exactamente un año, una noche que marcaría la vida de Margaret, incluso si sólo recordaba de aquella noche la fiesta y después estar en la comisaría, llena de sangre y temblando, Pero empeze os con el principio...

Después de haber iniciado las clases, un día normal Margaret permanecía viendo en su casillero una linda foto de ella y sus amigos, también su reciente novio, bueno no tan reciente, ya tenían un rato saliendo, exactamente nueve meses y medio, nueve meses desde aquel san Valentín donde Bill le había dicho a Margaret que si quería ir al baile con el y claro, salir con el a partir de ahora, con un ramo de rosas y un letrero tan grande que todos podían verlo, pero ella sentía que era poco, sin embargo en aquella foto no estaba viendo a su novio, si no, a Susan, era tan hermosa con su cabello rubio, ojos azules y tes blanca, sus mejillas rosadas en la primavera de este año, ese día en que Margaret la había besado, había besado a esos suaves, delicados y hermosos labios, con una delicades y cuidado como si fuera de porcelana, había sentido algo que nunca antes había sentido, pero esa será historia de otro día.

-Hola bebe- dijo Bill.

Si "bebe" así la llamaba, algo tan usado y nada lindo para Margaret.

-Wow estabas apreciando que tan guapo me veo en esa foto, su soy muy muy guapo, al igual que tu preciosa-

Bueno, a Margaret le gustaba como la trataba Bill de vez en cuando, la verdad siempre, la hacía sentir muy bien.

-Hola guapo, que tal tu día, ¿hoy nos iremos solos tu y yo?- dijo Margaret con una sonrisa en su rostro y sus mejillas rosadas.

Terminando las clases en una camioneta ford ranger del 83 Margaret se encontraba en el asiento arriba de Bill con el corazón latiendo cada vez más rápido y sus labios besando esa boca un poco suave pero tolerable, sintiendo como la mano de Bill subía por la pierna hasta levantar esa falda azul un poco corta y llegando hasta sus pantis rosadas, pero ahí paro ella.

-Suficiente Bill- se acomodo su blusa blanca y su falda azul un poco corta, o eso pensaba ella.

-¿Hasta cuando lo haremos? ya casi llevaremos un año- Bill enojado como siempre cuando pasaba eso, le dijo a Margaret, cada vez un poco más agresivo.

-Aun no mi amor, comprende que no me siento lista, pero bueno solo tenemos 16, aun es pronto-

-Todos mis amigos ya lo hicieron, solo falto yo- así contesto el, tan seco y bruscamente, haciendo sentir a Margaret por segunda vez mal.

-Bien, que te parece, ¿este fin en la fiesta de Susan?- Ni Margaret podía creer que lo había dicho, de echo lo dijo para complacerá a Bill, pero en realidad ella no sabía si quería.

Se besaron una vez más y Bill llevó a Margaret a su casa, claro sin antes darle una nalgada y un buen apretón como si no la volviera a ver más.

Los demonios Que Llevamos Dentro. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora