AMNESIA ━ chris evans. [TERMINADA]

Epílogo.

5 años después

Liv se levantó al sentir las manos de su pequeña hija en su rostro e insistiendo con un querido "mami, ya llegaron". La castaña abrió los ojos perezosamente, a pesar de que la noche anterior se había ido a la cama temprano con Chris, se sentía cansada igual que siempre. Su hija hiperactiva era la principal razón.

–Ya voy, Abey. –le dijo a su hija y se quitó el edredón de encima.

Chris había salido de la casa cuando Scott lo había pasado a buscar a las siete de la mañana para que vayan al hotel en donde se iba a preparar.

–¿Mami estás emocionada? –preguntó la pequeña levantando su mirada a su mamá que estaba lavándose los dientes antes de abrir la puerta.

Aquella noche de compromiso, Chris y Liv tuvieron su noche apasionada. Nadie sabía que ocho meses después, nacería una nena sana y prematura. Fue un embarazo bastante turbulento. A Liv le sorprendía las cantidades de vomito que su cuerpo expulsaba, y no es que sea algo anormal, sino que ella nunca vomitaba y eso le sorprendía. Es por esa razón que decidió ir al doctor sin Chris para poder quitarse la sospecha de alguna infección, pero tampoco estaba esperando las palabras "Felicitaciones, estás embarazada" de su doctora. Esa misma noche, preparó una cena y, aunque sabía que Chris quería tener una gran familia con ella, se encontraba particularmente nerviosa. Finalmente se lo dijo y Chris prácticamente salió al balcón de su apartamento a gritar que sería papá. La noticia corrió rápido en las familias y la noche del día siguiente, el hogar de ambos estaba repleto de globos y flores por las felicitaciones de todas las personas que estaban lejos. Sebastián decidió pasar por el apartamento de la feliz pareja y los saludó. Liv, por las hormonas alborotadas, casi llora cuando Sebastian dijo, en su acento rumano, que tendrían una princesa.

Los siguientes meses fueron un poco más tranquilos, a Liv se le fueron las náuseas matutinas y llegaron los antojos; que aunque para cualquier mujer es una pesadilla, para Liv era estar en la gloria. Probó varias mezclas que nunca se le hubieran ocurrido y siempre tenía a Chris preguntándole si quería algo, y se podría decir que Liv se aprovechaba de él en circunstancias.

Una noche del ocho de junio, un líquido descendió por las piernas de la castaña asustándola. Chris y ella estaban tirados en la cama, pero salieron volando cuando ambos se dieron cuenta que algo extraño estaba pasando. Liv aún tenía ocho meses, y a pesar de que el doctor les había dicho que podría nacer antes, la pareja aún no había preparado una pañalera. Por eso, Chris agarro una mochila cualquiera y trató de guardar de todo un poco. En el camino, él no soltó la mano de Liv en ningún momento. El más nervioso era Chris, a pesar de que Liv le decía que ella se encontraba bien sólo que un poco asustada, pero ella ya había leído que era frecuente que los niños nazcan antes de lo debido. Además, solo faltaban dos semanas para que empiece el noveno mes.

Tras dieciséis horas de labor, el 9 de junio nació una muy linda bebita a la que llamaron por nombre Abey. Afortunadamente, eso si habían decidido una noche de abril.

El matrimonio se suspendió porque ambos querían dedicarse netamente a criar a su hija y a no preocuparse por nada más que ella.

Cinco años después, en una conversación, ambos coincidieron que ya era hora de concluir ese matrimonio pendiente. Y Abey con, ahora, cinco años, era la perfecta opción para ser la dama de honor.

–Estoy un poco nerviosa, princesa. –le fue honesta cuando terminó de escupir en el lavado. Tomó la mano de su hijita y bajaron las escaleras de la casa de Lisa.