Capitulo 6

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De repente me viene un ligero olor a borrego, me acerco mi axila a la nariz y casi me muero del asco. ¿Cómo es posible que ese olor salga de mi?
Me voy corriendo al cuarto de baño y me lavo bien con agua y jabón y me hecho desodorante y perfume, aprovecho y me lavo los dientes y me vuelvo a meter en la cama corriendo cuando escucho pasos por el pasillo.
Mason entra en la habitación con muchísimo cuidado y yo abro los ojos bostezando como si me hubiese despertado, se sienta en la cama y acerca su torso a mi mientras me da un beso en la frente.
-¿De dónde vienes?- pregunto sospechosa.
- He ido a buscar café y algo para desayunar- me indica señalando a la bandeja con dos cafés y la cajita rosa que tiene en las manos.
Estoy hambrienta, así que agradezco que haya tenido ese gesto.
- Si es que eres un amor- digo mientras me abalanzo sobre la comida como la buena gorda inmunda que soy, pero él retira la caja para que yo no la coja y pone morritos para que le dé un beso. Me coloco encima de su regazo con mis piernas abrazando las suyas, lo rodeo con mis brazos y le doy un beso mientras le quitó la cajita misteriosa y uno de los cafés.
- ¿Qué quieres hacer hoy?- me pregunta bastante intrigado.
- Pues no se, me da igual, decide tu -
Pero en vez de contestarme mira su teléfono cuando suena.
- Wouh, planazo. Ponte guapa que esta noche vamos a una fiesta- dice dando un salto de la cama y yo me termino de meter el bollo en la boca.
- ¿A una fiesta? ¿Dónde?¿Con quién?- miles de preguntas salen de mi boca a la vez que saboreo el chocolate del bollo.
- Te recojo a las diez- dice saliendo de la habitación sin darme ninguna explicación y lo más importante, sin darme ni un solo beso. No me ha especificado de qué es la fiesta, así que lo tengo más complicado de lo normal.
Después de poner mi armario patas arriba tres veces, se me pasa por la cabeza ponerme uno de esos vestidos que solo me he puesto una vez en la vida y que están guardados en una caja debajo de mi cama. Hay vestidos de todos los colores pero opto por uno negro y corto de debajo del montón, me lo pruebo y la verdad es que me hace una figura muy bonita, no es muy corto pero tampoco muy largo y tiene un escote pronunciado.
Me hago un ahumado con sombras marrones, glitter plateado y una raya fina y sofisticada, me pinto los labios rojos, me coloco los zapatos plateados y negros y me pongo mis pendientes favoritos y los más cargados.
He dejado la habitación patas arriba, así que me pongo a ordenar antes de que llegue Mason, ¡Mierda, el pelo! No me he hecho nada en el pelo. Cojo el cepillo, laca, horquillas y unas cuantas gomas finas para hacerme una coleta alta con una trenza. Para cuando he terminado mi peinado rollo superstar roquera, Mason está llamando a la puerta.
Abro la puerta y cojo mi bolso de encima de la cama. Mason va con unos vaqueros negros y una camisa blanca, sus deportivas blancas. Sus rizos están marcados y huele como siempre.
- Hija de mi vida, ¿Dónde has estado todo este tiempo?- dice con silbidos y casi babeando, aún que yo tampoco me veo para tanto.
Vamos caminando por el pasillo y me agarra de la mano, se acerca a mi oído
- Eres muy mala conmigo-
-¿Por qué?- le pregunto inquieta.
- Te dije que quería ir despacio, pero nena, ese vestido...no tiene palabras-
Sonrío y agacho la cabeza hasta llegar al coche.
El sitio no está muy lejos, cuando llevamos diez minutos en coche, Mason aparca en una explanada con más coches. Nos bajamos y me coge la mano, me mira, sonríe y echa a andar hacia una casa tan grande que pienso que es un hotel. Tiene una entrada con césped, en ella hay unos cuantos estudiantes bebiendo y saltando en una especie de cama elástica. Avanzando por la entrada de césped, subimos cuatro escalones que dan a una especie de porche con una hamaca y un columpio alargado en el que hay un grupo de chicos pasándose un cigarro oscuro de unos a otros.
Nos adentramos en la casa, prácticamente no se ve nada, hay luces azules oscuras, moradas, verdes y rojas, lo poco que me dejan ver las luces es la semejante aglomeración de gente que hay. Nos abrimos paso entre la multitud y conseguimos salir de la pelota de gente bailando y chillando, entramos en una habitación grande en la que hay una mesa larga con vasos a cada extremo y dos grupos de gente juegan a colar una pelota dentro del vaso. A la izquierda, justo enfrente de la mesa del birra-pon, hay una encimera con comida, bebida, vasos y mezclas.
Mason va directo a coger la botella de ron y se colma el vaso, le pone hielo y termina de llenar el vaso con zumo de limón. No he bebido nunca y no sé que tengo que echar en el vaso, observo las botellas con detenimiento por si alguna me llama la atención y me decanto por una que tiene un licor negro y la botella es en forma de prisma.
- ¿Estás segura de que quieres meterte esa bomba ya nada más empezar?- me pregunta un chico con el pelo moreno y largo, tiene una sonrisa impecable y unos ojos marrones miel que hacen que te quedes en babia mirándolos. Lleva una camiseta oscura con palmeras de colores y abierta hasta el cuarto botón, pero no consigo verlo muy bien por la luz, sus pantalones me confunden, no se si son azules, verdes, rojos...aún que presto atención y me doy cuenta que es por el reflejo de las luces y entonces deduzco que son blancos.
- Em... No se, puede - digo algo nerviosa por la situación tan agobiante.
- Soy Zac ¿Y tú, chica de negro?- me pregunta sonriendo.
- Soy Sam, encantada- lo saludo dándole dos besos y Mason aparece de nuevo en esta especie de cocina- habitación-bar, me coge de la mano, saluda a Zac con una sonrisa y una palmada en la espalda y me saca de allí, mientras intento caminar sin pisar al tío bueno que tira de mi.
Zac se despide de mi, cuando Mason me arrastra pasillo adelante, y lo escucho decir nos vemos pronto.
Subimos a la planta de arriba, a una especie de terraza donde no hay nadie, Mason me rodea con su brazo y entro en calor. Gira su cara en dirección a mi, mientras observo las vistas al mar y a la entrada con césped, es maravilloso.
- Me encanta tu cara de concentrada, estas  muy guapa cuando sonríes- me sonrojo frente a sus halagos y lo miro, otra vez sube la bola de fuego por mis pies.
Coloca su pulgar en mi barbilla ligeramente y hace suaves círculos sobre ella, acerca su cara a la mía, me examina el rostro con la mirada y me besa; creo que me he puesto más roja todavía. Los fuegos artificiales que iluminan el cielo me asustan y corto el beso, Mason no ningún comentario metiéndose conmigo, simplemente suelta una carcajada y me abraza.

-Me estoy muriendo de frío, ¿podemos volver dentro?- digo cruzándome de brazos y casi tiritando. Mason coloca su brazo por encima de mis hombros y nos dirigimos hacia la sala de dentro para sentarnos en un sillón de cuero rojo granate. Me siento en su regazo y me sirvo de un licor rosado, le ofrezco un trago pero me lo rechaza.

No quiero admitirlo, pero me siento un poco mareada y achispada, es como me sintiera capaz de hacer y decir cosas que estando normal no diría nunca. Apoyo la cabeza sobre la de Mason y me voy quedando dormida mientras observo como pasa las historias de su Instagram.

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⏰ Última actualización: Nov 30, 2021 ⏰

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