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Este día el dúo dinámico podía llegar tarde, así que decidieron quedarse de ver.

Después de desayunar con Jack y después de que esté se fuese a trabajar, Gustabo quedó de verse en el parque con Horacio, ya que este quería mostrarle algo.

A los minutos de alistarse, agarro las llaves de su carro y se dirigió al parque cercano. Luego de unos minutos llegó a su destino, se estacionó, y al bajar y cerrarlo, busco una banca. Después de unos minutos de caminata para hacer tiempo, encontró una banca a la vista de un lago.

Después de minutos de espera, vio a Horacio caminar hacía el con un oufit nuevo pero más extravagante que cualquiera que a usado, eso demostraba que estaba muy feliz hoy.

— Qué pasa?, perro— saludo cuando se acercó Horacio—

— Qué pasa?, Gusnabo— regreso el saludo feliz—

— Pues aquí de pana esperando al mama huevo que tengo como hermano y que está frente a mí
—bromeando y riendo—

— Eh! que no soy el único mama huevo aquí, eh!

— se rió— y, ¿Qué me querías mostrar?— volviendo a sentarse—

— Ésto— silbó cómo si llamará a alguien —
Segundos después un perro caniche con un moño morado en el cuello fue corriendo hacía ellos.

— veo que haz cumplido tu sueño de tener un caniche — sonriendo con cariño—

— si, estoy muy feliz!— sentándose a su lado— es que ase unos días en la noche, Volkov y yo estábamos platicando tranquilamente sobre nuestros sueños. Y pues hoy en la noche en la cita que tuvimos me lo regaló— dijo sonriendo—

— woa pues buen regalo eh— volteó al lago— ostia que se a metido tu perro al lago y bien que sabe nadar eh.

— si, pero se va a enfermar, vamos a sacarlo— levantándose los dos, caminando hacía el perro—

— y como le haz llamado?— mientras intentaban atraparlo—

— pues aún no e pensado en uno, y si me ayudas a ponerle uno?

— pueees— pensando— y si le pones Emilio para que sean Pablito y Emilio— viendo como el perro se iba corriendo manchando se de lodo y Horacio persiguiendolo—

— Pero ayúdame, cabron!

Y así duraron varios minutos persiguiendolo en los que algunas veces se tropezaron y mancharon un poco.

Hasta que desidieron mejor dejar que anduviera por ahí.

— Bueno, y ahora que hacemos?
— dijo Gustabo mientras trataban de recuperar la respiración sentados en el suelo— oye y si le pones Perla?

— si, está bien. De ahora en adelante se llamará Perla.
Y no sé que hacer, faltan tres horas para entrar en servicio.
— mirando el reloj de su muñeca—

— y si vamos a un badulaque a comprar botana? En lo que se calma Perla— levantándose del suelo—

— vamos— siguiéndolo—

Fueron a uno que estaba en la cuadra de enfrente.
Compraron algunas papas fritas y unas sodas, regresaron al parque, se sentaron a lado del lago y se pusieron a platicar sobre su vida, ase días que no tenían tiempo a solas para divertirse de forma tranquila.

Y así pasaron dos horas de bromas, juegos y sobre todo risas; cuando Gustabo miro su reloj.

— Deberíamos ya de irnos, que tenemos una hora para alistarnos, y vaya que lo necesitamos gracias a tu cerdo— burlándose del perro —

𝕄𝕚 𝕫𝕠𝕣𝕣𝕒   ︴𝕀𝕟𝕥𝕖𝕟𝕒𝕓𝕠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora