Lo Que No Vez

987 88 20
                                    

Siempre me pregunte si había maneras peores en que la gente ignorara a Jiang Cheng y me di cuenta que si, las había.

Pero esto es Crack, principalmente, solo porque si.

+

Lo Que No vez

Resumen: Después del inicio de la campaña SunShot, Jiang Cheng logra escapar de los Wen por su cuenta y solo para que lo sepan, no, no está muerto.

No es que nadie se moleste con ese detalle en específico.

¡AU Donde todos viven y no tuvieron daño! (Salvo Jiang Cheng, porque ser Jiang Cheng es sufrir)

*

Inspirado en un fic que leí hace mucho tiempo y que no recuerdo de que era, salvo el hecho de que el tipo sufrió un accidente (o algo así) y casi muere, pero en realidad no, pero todo el mundo olvida que no está muerto una vez dejan de verlo (¿?) algo así era.

*

1

Dios, Libérame De Este Sufrimiento

En la que Jiang Cheng esta tan hecho con la estupidez de todos.

*

Era un día hermoso de verano.

El sol brillaba, los pájaros cantaban y los vendedores del mercado intentaban estafarlo a cada paso del camino.

Oh al menos lo intentarían, si no estuvieran aterrorizados.

Jiang Cheng, pago por el par de brochetas de carne de un puesto al lado del camino, ignorando deliberadamente la mirada pálida de la mujer que atendía, quien lo veía como si hubiera visto un fantasma (y tal vez lo había hecho), como todos en el mercado.

El solo sonrió, a pesar de sentir la vena en su frente palpitar y siguió su camino.

Jiang Cheng se pasó una mano por el pelo mientras respiraba tranquilamente el aire lleno de olores deliciosos de comida callejera y disfrutaba del silencio sepulcral que dejaba a su paso. Habían pasado 2 años desde que se había escapado de las manos de los perros Wen, pero aún no pasaba un momento en el que no apreciara las pequeñas cosas que le habían sido negadas durante su cautiverio, como la briza por la mañana, los rayos del sol o comer uno de estos platillos súper condimentados natales de su tierra, por ejemplo.

Maldita sea, está volviendo a ser tonto.

Tirando el palito vacío en su mano, Jiang Cheng se dispuso a comer la segunda brocheta, cuando un grupo de jóvenes apareció en su periferia.

Eran cinco jóvenes, todos con los uniformes de la secta. Túnicas moradas y cascabeles., pero uno sobresalía de los demás, uno que vestía de negro y tenía un listón rojo entre sus cabellos que se detuvo de golpe cuando lo vio.

Jiang Cheng le sostuvo la mirada, impasible.

A-Cheng...— El joven cultivador vestido de negro tenía los ojos muy abiertos y su tono era muy, muy incrédulo. Vacilante también. Asustado. Ahogado. Casi roto— ¿Cómo...?

Tanto el joven como los que estaban detrás estaban paralizados, indecisos de si moverse o no, las pequeñas mierdas tenían el descaro de parecer realmente afectados cuando no hace más de dos horas los había escuchado hablar mal de él, a pesar de que se supone que era su Shidi, sin dejar de recordarle cuanto mejor era Wei Wuxian como heredero de la secta o como sus padres ya no peleaban tan seguido (porque ya no se molestaban en encontrarse nunca más, pero detalles). Los hijos de puta.

¡BAMF Jiang Cheng!Where stories live. Discover now