¿Y SI LOS DEJO IR? (RESUBIDO) [C O M P L E T A]✔️

CAPÍTULO 29

ELLA SABIA LAS CONSECUENCIAS DE HACERLO, PERO DESGRACIADAMENTE Y POR CRUEL QUE SUENE, ERA LO QUE MÁS QUERÍA EN ESE INSTANTE.

NARRADOR OMNISCIENTE.

La vida de Mia nunca fue perfecta, pero ella se sentía bien con ella, una buena universidad, no sufría de problemas económicos, padres divorciados que se llevaban de maravilla, una figura materna que convivía con ella todos los días, una figura paterna que a pesar de estar casado con otra mujer convive con ella todas las semanas sin falta y tiene su propia llave de la casa, un novio que la adoraba con todo su corazón y que estaba dispuesto a mucho por ella y sus mejores amigos que valían todo el oro del mundo y que siempre estaban para apoyarla, ayudarla y recordarle lo fuerte que es.

Si, como en toda historia siempre existe algo que opaca la perfección de su vida, en Mia era su problema de autocontrol, problema que fue detectado a tiempo y que gracias a las terapias necesarias no opaca mucho su vida.

En su vida actual, los sucesos de esa época de depresión e impulsos solo es un mal recuerdo, un momento en su vida en el que todo se le hizo más difícil, en el que sintió que no existía un objetivo por el cual luchar, ese instante en el que su vida dejo de tener sentido, para ella, si no era capaz de controlar sus impulsos no valía la pena, no valía ni quería seguir ahí, muchas veces lo pensó, nunca se lo dijo a nadie pero muchas veces la idea de acabar consigo se hacía muy fuerte, se hacía cada vez más una posibilidad, pero ahí estaba ella, estaba Riley, quien llegaba con una hermosa sonrisa a recordarle que ella siempre iba a estar, a asegurarle que lo iban a superar juntas, ella le demostró que si existía algo por que seguir, y así lo hizo, con su ayuda logro superar esa oscura etapa de su vida, con mucho esfuerzo, con éxito, aprendiendo a controlar mejor sus impulsos y siendo una persona más segura de sí.

Ella hizo de su vida algo mejor, siempre supo que su amistad fue lo mejor que le pudo pasar, si antes de ella se sentía a gusto con su vida, cuando ella llego fue como si todo se perfeccionara.

Pero lo perfecto no dura para siempre, lo perfecto realmente no existe, y Mia se dió cuenta de eso el día en el que Riley, ante sus ojos, era lo más hermoso que alguna vez haya visto, sin siquiera saber cómo pasó, empezó a verla de manera diferente, a preguntarse qué seria besarla, a desear ser algo más.

Lo supo desde esa noche, el día de su cumpleaños, en su techo, cuando vió esos ojos, que reflejaban la luz de la luna, pero, que reflejaban a una Mia enamorada, una Mia que se dió cuenta lo mucho que su mejor amiga le hacía sentir, pero, sobre todo, a una Mia que no tenía ni la más mínima idea de cómo enfrentar eso.

Al principio fue muy sencillo, sentía que nada había cambiado, solo veía todo de una perspectiva diferente, una más viva, una perspectiva que le encantaba, su amistad no parecía verse afectada por esos nuevos sentimientos, pero en el fondo sabía que era porque ella no sabía.

No se estresó, no vió como una prioridad el hacerle saber a Riley o a cualquiera sus sentimientos, sintió que tenía tiempo, por raro que sonara quería pensarlo, no quería dejarse llevar por las ganas de hacerlo, sabía que lo arruinaría.

Todo se desequilibró el día que Riley la llamó, dijo que quería hablar urgentemente con ella, se encontraron en la cafetería y le confesó que sentía cosas por Anthony, su mejor amigo.

Anthony, su mejor amigo y el de ella también, es un chico al que nunca le ha envidiado nada, pero con esas palabras fue como si Anthony se hubiera convertido en la Heather de su trágica historia de amor, y así, le robó toda posibilidad de estar con ella.

Lo peor era que no existía una razón para odiarlo, él siempre ha sido un amigo incondicional, que estuvo con ella siempre que lo necesitaba, que estaba con Riley, que la adoraba a ella, quizá tanto como Mia lo hacía, él era como un ángel, un chico más perfecto y menos problemático a los ojos de Riley, ¿Por qué Riley la escogería a ella teniéndolo a él como opción?