CAPÍTULO 30

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SI, ESTE FUE EL DIA EN El QUE LO IDEAL SE DESMORONÓ, EL DIA EN EL QUE SIMPLEMENTE TODO SE VINO ABAJO.

Después de la verdad no sé cuantos minutos, llegué a las instalaciones del hospital central, agitada, con el Jesús en la boca, pidiendo que no sea tan grave lo que sea que esté pasando.

En el camino llamé a Anthony, necesitaba que él estuviera aquí, conmigo, con Mia, sea lo que sea que pasó con Mia estaríamos aquí los dos, junto a ella, para demostrarle que no está sola, que nunca lo ha estado antes y que nunca lo estará.

Pasé por pasillos infestados de doctores, especialistas, enfermeros y pacientes, hasta que finalmente, a lo lejos, en una sala de espera pude divisar a la madre de Mia de pie, paseándose por la fila de sillas, y a mi madre, con los codos apoyados en sus rodillas y las manos entrelazadas sosteniendo su mentón.

¿Y el papá de Mia?, ¡¿Y Mia?!.

Eso me alteró, rápidamente llegué hasta donde estaban.

—Mamá, ¿Qué pasa? — Exigí la respuesta, sus ojos se encontraron con los míos, cargaban con una preocupación que solo se me hizo alarmante. 

—Hija...— Empezó a decir, mi mirada se encontró por un momento con la madre de Mia, quien estaba inquieta, no fue difícil para mi identificar las manchas de sangre que se distribuían por su ropa, mi mueca fue intranquilidad pura.

—Mama... ¿Qué está pasando? — Inquirí.

—Es Mia, ella intentó suicidarse. — Explicó.

Cuando las palabras dejaron sus labios sentí como mi corazón se arrugó enormemente.

—Ella est... —Las palabras ni siquiera fueron capaces de completarse, el nudo en mi garganta lo impedía.

—No, claro que no, la trajeron, tenía signos vitales cuando llegó.

Me senté a su lado y me explicó lo poco que había entendido, me explicó que el padre de Mia llegó a su casa, encontró unas fotos tiradas, la señora Alicia estaba enojada con Mia por lo que le había dicho de mí, pensando que éramos pareja, que nos burlamos de ella y que hacíamos vaya a saber quién que cosas cuando dormíamos juntas, el padre de Mia subió a su cuarto, y cuando abrió la puerta abruptamente, se encontró con la imagen de su hija inconsciente, rodeada de un charco de sangre.

El pavor que sentí fue incomparable, ¿Cómo era eso posible?, ¿Cómo Mia había llegado a ese punto?

Hasta el momento, ni mi madre, ni la señora Alicia ni nadie tenía idea del estado real de Mia, solo sabía que a su padre le estaban sacando sangre, al ser el mismo tipo se sangre era necesaria si se necesitaba hacer una donación.

—Voy a buscar algo para tomar. — Me excusé, necesitaba caminar para pensar, necesitaba relajarme, necesitaba buscar una manera de calmar a mi mente, porque lo que estoy pensando es una negativa inmensa y no puedo permitirme hacerlo.

Confió en que todo va a estar bien, en que Mia va a superar esto y volveremos a ser los tres amigos de siempre, no me puedo permitir ser débil, necesito estar fuerte para cuando Mia despierte, debo serlo, debo interntarlo.

No puedo negar que cuando mi madre me contó todo sentí algo horrible, fue una de las peores experiencias que había sentido en mi vida, era mucho, Mia estaba, en este hospital, luchando entre la vida y la muerte.

Cuando finalmente pagué el agua, empecé a tomarla, desesperadamente, necesito apegarme a algo, a lo que sea, simplemente tengo que ser fuerte para cuando ella despierte, necesito no ser débil para cuando esté con ella de nuevo.

¿Y SI LOS DEJO IR? (RESUBIDO) [C O M P L E T A]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora