El Amor a veces puede doler (Editando)

¡¿Qué clase de viaje fue este?!

Había entrado ya al tren, busque un compartimiento vacío, acomode mis cosas y me fijé hacía la ventana y el tren comenzaba a avanzar.

Pude ver a mis padres alejarse por la ventana, así que la abrí para despedirme de ellos mientras los veía desaparecer debido al vapor. Casi la mitad del viaje fue tranquilo, para llegar a Hogwarts era casi un día completo de viaje del cual; pase varias horas sola en mi compartimiento pensando...¿En qué casa me colocaría el sombrero seleccionador?

Había 2 posibles opciones: Una de ellas era Ravenclaw, porque siendo honesta aveces soy una nerd total y también muy creativa. Mi segunda opción era Slytherin porque mi familia había asistido ahí por siglos, también porque soy una chica muy determinada y astuta. Y no es que sea una mala persona como la gente cree que son los Slytherins, aunque tampoco voy a mentir diciendo que soy un lindo angelito. A veces podía ser un poco desconcidera con las personas. (Aunque la mayoría del tiempo no era a propósito).

También hay que recordar que no soy una chica muy paciente que digamos, lo cual me hacía ser un poco odiosa de vez en cuando.

Cómo sea. No creía que pudiera llegar a ser una Gryffindor ya que no soy nada valiente, y no me daba pena admitirlo, se perfectamente que efectivamente soy cobarde, y casi no me gusta la aventura. Pero bueno, tampoco siento que podría ser una Hufflepuff, porque bueno... Mmm digamos que ninguna de sus cualidades se me da.

En fin. Estaba sumida entre mis pensamientos sin ninguna compañía en el compartimiento cuando derrepente una voz interrumpió todo lo que estaba pasando en mi cabeza.

—¿Podemos sentarnos?—Dijo una niña pelirroja que venía acompañada de una chica que parecía ser asiática.

—¡Claro!—Les dije amablemente y ellas se sentaron.

—Me llamo Cho Chang, y ella es Ginny Weasley.—Dijo la chica asiática y yo respondí.

—Jane Ryder, un placer.

Esas 2 chicas eran muy divertidas y muy interesantes, en todo el tiempo que estuve con ellas jamás hubo uno de esos silencios incómodos. Todo iba bien, estábamos hablando de algunas de nuestras materias favoritas cuando de repente...

Las luces del tren se apagaron, sentimos como el tren se iba frenando y como de de pronto todo se puso frío. Y unos segundos después de todo eso, una extraña y tétrica sombra que parecía estar hecha de una tela muy delgada y extraña. Abrió la puerta y se quedó parada ahí por unos segundos.

Cho, Ginny y yo solo nos quedamos quietas porque ¿Qué más podíamos hacer? Sin embargo esa criatura a parte de ser aterradora también te hacía sentir triste, empecé a recordar mi vida en América, pero no de una manera feliz. Me hizo extrañar toda mi antigua vida en pocas palabras; después la sombra se fue, la luz había regresado y ya no hacía frío.

—Voy a ver si alguien más vio a esa cosa.—Le dije a Cho y a Ginny y salí de ahí.

Fui entre los compartimientos hasta que llegue a uno donde estaban un chico pelirrojo, una chica castaña y un chico con lentes que parecía que se había acabado de despertar, también estaba un señor como de unos 40 años, abrí la puerta y hablé.

—Ah... Vine a ver si todo estaba bien por aquí, ¿Alguien sabe que era esa cosa?

—Eran dementores, buscaban a Sirius Black en el tren, y sí, todo está bien. Por favor vuelve a tu compartimiento señorita.— Dijo el señor y yo solo hice caso.

—De acuerdo entonces... Nos vemos.—Dije y volví a mi lugar.

Cuando llegue le conté todo a Cho y a Ginny, y cuando mencioné al chico de los lentes Ginny dijo susurrando.

—H-Harry.–No pude evitar notarlo, era obvio que Ginny sentía afecto por ese tal Harry, y para iniciar un nuevo tema de conversación dije en tono burlón.

—Así que... Harry ¿Eh?

Cho solo se rió, y Ginny solo se digno a darle un codazo para callarla pero lo único que logró fue que se riera más.

—Es el amor de Ginny desde que lo conoció en la estación 9 3/4, pero su enamoramiento empeoró cuando la salvó del basilisco en la cámara secreta.

—¡¿Cuándo la salvó del que en la cámara qué?!—Pregunte súper confundida.

Era obvio que necesitaba actualizarme. Y las miradas de Cho y Ginny lo decían todo.

—Jane, ¿De verdad no sabes quién es?—Dijo Ginny.

—Mmm... Nop, pero debe ser un chico superdotado como para enfrentarse a ese tal basilisco, lo que sea que sea esa cosa, suena muy peligroso.

Las chicas solo se me quedaron viendo con cara de «pobre chica nueva» cómo si no estuviera lista para lo que sea que hubiera en Hogwarts. Luego Cho cambio levemente su mirada y dijo:

—Jane... Este Harry, no es cualquier Harry. Verás, se trata de Harry Potter.

¡¿WHAT?! Acababa de conocer a Harry Potter y yo ni enterada. Mi mente estaba punto de explotar, Harry Potter estaba aquí en este mismo tren, (Ahora podía entender porque Cho y Ginny me miraban con tanta preocupación) Harry Potter era una leyenda.

El tiempo avanzaba lentamente en el transcurso del viaje, Cho y Ginny me pusieron al tanto de todo. Al parecer yo iba en el mismo año que Harry, y al parecer su apodo del «niño que vivio» le quedaba de maravilla. Puesto que ya ha derrotado a Voldemort, 2 veces, también empezó a formar parte del equipo de quidditch a sus 11 años y... ¡Ah! Tampoco podemos olvidar el basilisco. Había llegado a  una conclusión... A Harry Potter, lo perseguía la desgracia...¡Dios! Espero que esa suerte no me toque a mí.

Había estado tanto tiempo en el tren que ahora sentía que nunca iba a llegar a Hogwarts, pero justo cuando esa idea pasaba por mi cabeza se oyo el sonido del silbato del tren que indicaba que faltaban pocos minutos para llegar. Me empecé a sentir rara, estaba emocionada pero a la vez asustada. El viaje en el tren había sido una cosa; pero era muy diferente a tener que llegar a un castillo de gente desconocida.

Al final saque una conclusión... Y era que la única cosa que debería ocupar mi mente era este loco y extraño viaje, podía jurar que en mis 13 años de vida jamás había tenido un viaje tan extraño. Solo tenía una duda, ¿Todos los viajes son así en Hogwarts?...