El omega que rechazo a su predestinado ^Jikook^ [ADAP.]

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Soyeon por fin había terminado, la pócima estaba completa, solo con darle un poco a aquel alfa y sus lazos con Jeon Jungkook terminarían por romperse.

- Está perfecta -menciono la hechicera sonriendo al ver su creación, el líquido de color rojizo que se encontraba en una botella de cristal estaba listo-. Ahora, solo falta que ese alfa lo ingiera, con solo una gota, los lazos se separaran de ambos, será una enorme felicidad para el príncipe, pues no estará unido a aquel alfa, pero el pobre no tendrá a ningún predestinado.

- Soyeon -uno de los guardias que se encargaban de ayudarle se presento allí mismo-, ¿me ha mandado a llamar?

- Por supuesto que sí, Jinyoung -la hechicera se encamino hacía él-, irás al palacio del príncipe Jungkook, junto a la princesa, le darán regalos a la guardia, y en especial, me encantaría que mandes a cocinar algo delicioso para el alfa líder, no se te olvida, que deben de colocar solo un poco de esto -le mostró aquel liquido de rojizo color, Jinyoung lo tomo en sus manos mirando el liquido con mucha curiosidad-. Solo el alfa líder puede tener lo que le darás.

- Entendido -de inmediato y con firmeza agarro aquel frasco y salió de allí.

JinYoung no era un guardia cualquiera, su deber casi siempre era tener que cuidar a la princesa de aquel palacio, pero había ocurrido algo hace tiempo, Jisoo se había enamorado de un alfa que era príncipe, pero al enterarse de que esté tenía de pareja predestinada a una de sus sirvientas, enfureció, ella misma con libros de hechicería robados había separado los lazos de ambos, pero había salido todo en su contra, ellos quedaron unidos, y ella, había perdido su lazo destinado, JinYoung era su lazo destinado. Había sido castigada, ni siquiera Soyeon podía hacer algo para unir sus lazos de nuevo.

Ahora parecía que la historia se repetiría, por más que estuviera ayudando, solo esperaba que todo saliera bien, y que nada se arruinara, no quería ayudar a separar a alguien más de su pareja predestinada, pero si le decía algo a la princesa, seguramente ella no estaría para nada de acuerdo con él, así que lo mejor era mantener la cabeza gacha y obedecer, sino posiblemente lo matarían.

Entro a la cocina, y lo primero que hizo fue dar la orden de ornear algunas de las galletas más deliciosas, y que colocaran aquella pócima en las galletas, solo una poca, salió de la cocina, podía escuchar sus pasos sobre la madera del suelo, una risa se escucho, era Soyeon.

- La princesa querrá lo que quiere, al igual que yo, con aquel omega debilitado por no tener a su pareja, la muerte será lo que le espera, y a mí... si mi hermana no me entrega lo que quiero, entonces todo ese pueblo vivirá sin ningún gobernante, caerá tan rápido como se ha levantado.

JinYoung frunció el ceño, ¿así qué eso era lo que ella quería provocar? Con la muerte del emperador y la muerte de su único hijo, entonces el imperio se volverá un caos, y posiblemente ella se ofrecería a ayudarlos, no podía permitir que algo como eso pasará, pero...

La cabeza de JinYoung era un completo lío, sino ayudaba, entonces lo matarían, y si lo hacía entonces terminaría arrepintiéndose, pero era consciente de que en aquel lugar estaba Lisa, y ella podría hacer que todo terminará, solo esperaba que eso fuera posible.