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Soyeon seguía concentrada, dominar al alfa líder es difícil, definitivamente lo era, y más si ese patético omega se encontraba con él, había logrado sacarla por completo con solo ese beso, y no podía permitir que algo como eso sucediera de nuevo, y luego ese beta que se interpuso, pero había logrado dominar parte del alfa líder para que así pudiera avanzar.

Jinyoung no se sentía para nada bien al ver todo aquello, y más al ver aquella sonrisa en esa hechicera.

- El alfa líder viene en camino -menciono con una sonrisa-, y está vez, mi querida hermana no podrá hacer algo al respecto, definitivamente ha sido el mejor plan -una risa corta se escucho-, la princesa quedará encantada con este alfa, y el pobre omega sin lazo morirá a la par que el alfa líder, nada mejor que una dulce, dulce victoria.

Jinyoung paso saliva y decidió irse de ese lugar, no quería que esa hechicera de magia oscura lo descubriera, con solo esas palabras dichas por ella, le habían provocado que su cuerpo se pusiera rígido, se sentía tan mal, si tan solo hubiera impedido que vertieran aquella pócima en aquel obsequio de la princesa, todo esto no habría ocurrido, era su culpa, totalmente lo era.

Miro hacía una de las habitaciones, allí estaba la princesa, con una radiante sonrisa mientras seguía acomodando unas bellas flores en uno de los jarrones, ¿en verdad estaba feliz? Separar a dos destinados sin conocerlos, ¿eso la hacía feliz?

- Princesa -hablo Jinyoung llamando la atención total de ella.

- ¡Oh! Jinyoung, ayúdame ¿quieres? ¿Puedes ir recortando los tallos mientras yo las acomodo?

El mencionado solo asintió, camino hacía la princesa y agarro el pequeño cuchillo que la princesa utilizaba para rebanar los tallos y algunas hojas secas, comenzó a cortar, despacio.

- Princesa -la princesa acomodaba una flor para después darle una corta mirada a Jinyoung.

- ¿Qué ocurre, Jinyoung?

- Recuerda que a mí me han separado del mío.

- Lo sé, pero... eso fue un castigo por parte del destino al haber separado lazos que debían desde un principio estar juntos.

- ¿A qué es lo que intentas llegar, Jinyoung?

El mencionado soltó un suspiro mientras le entregaba dos flores a la princesa.

- Debería parar.

- ¿Por qué debería? -pregunto la princesa mientras acomodaba las flores.

- Porque no es bueno seguir jugando de esa manera con el destino -la princesa dejo de acomodar las flores para mirarlo, pudo ver la determinación en los ojos de aquel alfa-. ¿Acaso no piensa en lo que pasará? ¿En cómo se ha de sentir el omega al percatarse que su alfa prácticamente lo está rechazando?

- Él rechazo a su alfa antes.

- ¡Aún así el destino los quiere juntos! ¿Acaso no lo ve?

La princesa soltó un suave suspiro ante aquellas palabras, Jinyoung sabía que sus caminos ya no estaban unidos, y por ser un castigo del destino, sus muertes no eran una solución, si no que ambos se quedaron sin su destinado, y Jinyoung a pesar de saber aquello, quería intentar por lo menos pasar el tiempo con la princesa, con su destinada, a pesar de que el lazo del destino ya no les diera una nueva oportunidad de unirse.

- ¿Y crees qué no lo sentí yo? Cuando por fin había encontrado a mí destinado y el destino me jugo una broma, ver a aquel príncipe anterior que estaba enamorándose de una de sus sirvientas, ¡eso fue doloroso! ¡Él era mi destinado!

- No, no lo era -menciono Jinyoung, tal vez era tiempo de decirle la verdad-, soy yo...

La princesa entreabrió los labios al escuchar eso, por alguna razón creía que se trataba de alguna clase de broma, que solo Jinyoung quería hacerla reír, pero no, esa seriedad en el rostro del alfa, solo la hacía querer tener más respuestas.

- Eso es imposible, Soyeon me dijo que estás atado a alguien más.

- Ella está equivocada, princesa, no tengo lazo del destino, y sabía que usted es mi destinada desde antes.

- ¿Y por qué no hablaste?

- Porque usted simplemente quería que su destinado fuera un príncipe, siempre me lo decía, o que incluso el alfa más fuerte lo sea, y yo... -negó lentamente-, no soy ni siquiera nada de eso.

El silencio se hizo presente entre ambos, solo sus miradas estaban, la princesa seguía vagando entre recuerdos, y allí fue cuando se percato, por esa razón se sentía tan a gusto con aquel alfa, de todos los sirvientes en su palacio, Jinyoung siempre se encargaba de su protección, de ayudarla en todo lo que necesitaba, de escucharla, de consolarla cuando lo necesitaba, siempre estaba allí para ella, y ella... ella solo pensaba en fantasías.

- Jinyoung...

- Perdone, me retiro, tenga una tarde excelente, princesa, si me necesita...

Jinyoung hizo una corta reverencia y se fue de allí, dejando a la princesa con las palabras en la boca.

El omega que rechazo a su predestinado ^Jikook^ [ADAP.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora