PROLOGO

13 3 0
                                    

La fría acera casi quemaba bajo mis pies descalzos, la ropa desgarrada no alcanzaba a cubrirme mucho, casi no parpadeaba, mi mirada estaba fija al frente, me abracé cubriéndome vanamente del frío y evitando desmoronarme allí mismo, necesitaba mantener mis piezas unidas, no podía caer ahora porque no podría levantarme una vez más. La luna fue secuestrada por las oscuras nubes y las estrellas dejaron de iluminar el cielo nocturno, a lo lejos un rayo atravesó la penumbra y un momento después temblé ante el sonido aturdidor que atravesó mis oídos lastimados. Paré por un segundo, mis ojos se cerraron con terror, empecé a sentir mi propio peso como una carga insoportable y mis piernas tambalearon por un segundo. La primera gota cayó del cielo para posarse en mi rostro sucio por la tierra y salpicado por la sangre, la lluvia hizo presencia y después de un par de minutos me empapó por completo, su contacto con mi cabeza dolía y la sangre que se había secado en mi cabello empezó a cubrir mi rostro, bañándome en un asqueroso olor a hierro. Tal vez fue ese fétido aroma o el recordar por qué lo tenía, no lo sé, pero el frío desapareció, el miedo disminuyó y fue la ira la que me inundó por completo, abrí los ojos y seguí caminando, ya no pensando en la oscuridad que me acechaba* y cubría en ese momento, sino en que yo la aceptaba, la recibía y me fusionaba con los horrores de la noche para ser, no la aterrada víctima, sino el asechador*.




*Acechar: Observar, vigilar.

*Asechar: Planear, poner una trampa.

AL ASECHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora