Me levanto, y como bien ha dicho mamá, voy a abrazar a mis padres y hermanos; seguramente la familia de Sergio haga lo mismo con él. Después de un rato en el que nos decimos 'te quiero' y en el que nos sonreímos, como si el mundo se fuera a acabar mañana, empiezo a explicar lo sucedido. Básicamente lo que ya se sabe: que provoqué un accidente.
Mi padre y yo acabamos discutiendo, yo callado y asintiendo a todo mientras él me dice el daño que he hecho y todo el mal que he causado. No me siento menos mierda por lo que me dice. Al revés, me hace sentir fatal y consigue que me entren ganas de vomitar.
-Bien, ya basta. Hace solamente horas que se ha despertado, no es muy recomendable que lo alteréis. Les pido por favor que se despidan y que se vayan.
Y ahí estaba mi querido doctor, salvándome otra vez. Se despiden y se van, tal y como se lo pide el señor Miller. Se gira hacia mí justo después de que mi hermano salga.
-Lo hago por tu salud, pero en cuanto salgas del hospital no podré ayudarte más.
Y se va también. Lo que queda de tarde me la paso pensando en todo, y con todo me refiero a mi familia, a Sergio, a su familia, a Alice, a mi coche, a Natalia, el piso... Y me quedo dormido mientras esas cosas rondan mi cabeza.
Al cabo de lo que a mí me parecen años, me levanto y encuentro a mamá dándome la mano. Me mira con ternura, como una madre hace cuando sabe que tiene que cuidar a su hijo; y hacía tiempo que no la veía, esa sonrisa, por lo que me hace sentir seguro a su lado. Le sonrío de vuelta y le hago saber que estoy bien, cosa que parece tranquilizarla.
-¿Qué tal cariño?-
-Pues sinceramente, bastante bien, dentro de lo que cabe podría haber sido peor, y de momento nadie ha muerto o está muy grave.-
-Sí, es cierto... He hablado con Sergio y su familia; ellos también están bien y se alegran de que no haya sido a peor. Pero sabes que por mucho que retrases el problema, papá te reclamará y te echará bronca de todo lo que ha pasado... Ya sabes cómo es...
-Lo sé mamá, sé cómo es... Pero que sepa cómo es y lo entienda, no significa que me duela menos por ello.
-Tienes razón hijo, pero también tienes que entender su punto de vista. Hace muchas cosas por ti, aunque no te des cuenta. No se esperaba que fueras tan irresponsable, y eso fue lo que causó que llegara tan enfadado.
-Ya, ¿pero tan enfadado estaba que ni siquiera me preguntó cómo estaba?
-Bueno...
No pudimos seguir hablando ya que mis hermanos entraron por la puerta. Dijeron que les tocaba a ellos molestarme y que mamá ya se podía ir a aguantar a papá, que estaba insoportable. Yo me reí ante ese comentario mientras mamá se levantaba y me decía algo parecido a un: ya hablaremos más tarde.
-Bueno cara de seta, ¿Qué tal?- Mi queridísimo y amado hermano siempre tan educado.
-Pues supongo que bien...-Me reí del apodo que me puso, pero ya estaba cansado de siempre responder a la misma pregunta.
Silvia y Raúl son mis hermanos: Silvia tiene 31, siendo así la mayor de los tres. Raúl nació 4 años después, por lo que tiene 27; y por último yo, 3 años después, siendo así el pequeño de la casa con 24 años. Siempre hemos sido muy allegados entre nosotros, aunque más Raúl y yo ya que nos llevábamos menos edad y éramos hombres, por lo que no entendíamos muy bien a las mujeres, en este caso a Silvia. Fuimos los tres a la misma escuela y al mismo instituto, pero a partir de ahí cada uno fue por su camino. Todos hicimos el bachillerato, aunque en sitios diferentes. Silvia, a los 16, cuando acabó la ESO, escogió el bachillerato social, ya que su sueño siempre ha sido trabajar de abogada y alguna vez aspirar a juez. Raúl, sin embargo, era más reacio a estudiar. Así que cuando le tocó decidir qué hacer después de la ESO, prefirió hacer mil cosas antes que estudiar, como por ejemplo meterse rayas de coca cada fin de semana. En este momento, Silvia ya llevaba 1 año en la Universidad. Fue una larga temporada de 2 años malos donde hubieron muchas discusiones y amenazas con echarlo de casa. Yo, a mis 15 años de edad y cursando mi último año de instituto tenía dos opciones: seguir los pasos de Silvia, o los de Raúl. ¿Y con quién era mas allegado? exactamente.
![](https://img.wattpad.com/cover/237215784-288-k979934.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La miserable historia de un enamorado
Teen FictionDiego, un universitario normal y corriente se encuentra en apuros y con un sentimiento nuevo encontrado después de un grave error cometido en una conducción un tanto peligrosa. Podrá él, ¿saber qué siente exactamente?, ¿podrá enmendar lo que ha hech...