¿¡Sueño o realidad?!
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Varías personas se hicieron aún lado al escuchar al muchacho gritar que le dieran permiso. Algunos hicieron casos, otros se llevaron de manera tosca algún empujón del chico que se habría paso en la multitud y pedía disculpa a lo lejos. El joven de anaranjada melena tenía puesto el uniforme deportivo del instituto "Karakura"; camisa blanca con el cuello en uve de color azul marino, zapatillas deportivas de un azul oscuro y pantalones deportivos. Tenía la correa de la mochila puesta torpemente en el hombro, por lo que esta se corría cada vez que de manera veloz hacia un movimiento brusco al correr. En su mano derecha llevaba el celular y echaba analítico su castaña mirada sobre cada parte que pasaba.
Su intención era llegar lo más deprisa a su destino. Dio algunas vueltas siguiendo la ruta que marcaba el mapa mental que se había creado corriendo deprisa, esquivando a más personas. Un chico de cabello castaño se le unió en trayecto, andando a su par un tanto forzado.
― ¡Hola!― Le saludo con una sonrisa al tenerlo cerca expulsando un poco de aire por su boca. No se encontraba agotada, incluso su trote no era forzado y se mantenía a muy buen ritmo. Muy contrario al chico que hacia el esfuerzo por no flaquear. Keigo le miró con pequeñas lagrimitas en sus ojos por el esfuerzo de mantener el paso.
― ¡Ichiiiiiiigoooo! Llegaremos tarde, nos aniquilaraaaan― Lloriqueó, tropezando levemente con una piedra casi cayendo de lleno en el piso.
Orihime bajó la velocidad de su marcha. Cierto, que ella era Kurosaki-kun, en este sueño, concluyó al fin.
El portón del instituto se había cerrado justo cuando ellos dos pasaron. Orihime, suspiró aliviada. Este cuerpo en verdad que era resistente y eso fue muy oportuno para llegar a tiempo. Keigo que estaba de cuclillas tratando de recuperar el aire dando bocados como un pez fuera del agua.
― ¡Ichigo no me dejes solo!― Gritó viendo al pelinaranja ya lejos de él. Orihime giró al verle llegar. El pobre muchacho estaba agotado, tenía sudor en su frente y su respirar estaba acelerado.
― Esto ¿por qué no puedo?― Preguntó a penada, señalándose la nariz con un dedo, recordando que el muchacho no se alejaba a ella. Esa frase para Keigo fue como balde de agua fría ¿Qué clase de amigo era Kurosaki? que ahora hacia como sí no le importara su presencia (siempre lo hacía pero esta vez fue más directo). Asano rompió en llanto exagerado tapando de manera dramática sus ojos con el antebrazo, exclamando a pulmón abierto que Ichigo era el peor de los amigos, que incluso Mizuiro actuaba mejor que él.
Orihime no comprendió su reacción, moviendo su rostro en todas direcciones trataba de entender lo que el castaño murmuraba quedamente estando ahora agazapado, con nerviosismo- gracias a no sentirse muy cómoda con las miradas que algunos estudiantes le daban por los gritos del chico castaño - se acercó a Keigo.
―Ya, ya tranquilo. Disculpa Asano-kun ― El chico se calló por un momento. Espabiló sorprendido, ¿acaso había escuchado mal o en verdad Ichigo Kurosaki se había disculpado? Su ceñudo amigo, se mostraba apenado ante él y además le había dicho Asano-kun.
Orihime sonrió abiertamente notando que cesaron los reclamos.
Keigo retrocedió asustado ¡Ahora sí que estaba loco! El amargado de Ichigo, el gruñón y buscapleitos de Kurosaki había sonreído. Eso solo significaba una cosa ¡Era el fin del mundo!
Inoue rascó su mejilla sintiendo bajar por su mejilla una gotita de vergüenza, Asano en vez de calmarse aumentó su griterío. ¿Qué tipo de sueño lúcido era este? Que ni tenía control sobre él.
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En el cuerpo de alguien más | Ichihime 《 BLEANCH 》
De TodoUn día, de la noche a la mañana despertar siendo otra persona se oía más a ficción que a realidad. Más la vida le acaba de enseñar a ambos que la ficción no estaba tan lejana de ella . Ichigo Kurosaki y Orihime Inoue acaban de entrelazar sus camino...