Capitulo 62: Me encanta tenerte entre mis brazos

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Los días pasaron y el tan esperado viernes llego, tanto Aldo como yo nos despertamos temprano y bajamos con cautela, le dejamos una nota a Mili diciendo que habiamos salido y que despues regresabamos

Una vez que estuvimos en el hospital bajamos y nos dirigimos al piso donde estaba el consultorio del doctor, esperamos un tiempo y cuando me toco pasar a la cita, le pregunte a Aldo que si queria pasar o queria quedarse a esperarme afuera, él me repondio que me esperaba a fuera del consultorio.

Pase y el doctor me empezo a hacer preguntas de rutina y luego me paso a  la camilla para hacerme el ultrasonido

—  Parece  que todo va bien—  me dijo el doctor

—  ¿Si?—  preguntoe emocionada

— Si, tu bebé viene sano—  me informo

—  Gracias a Dios—  le dije

Luego de eso y de entregarme la ecografia concretamos una cita y tiempo despues sali de ahi

—  ¿Que te dijo el doctor?—  me pregunto Aldo levantandose en cuanto me vio salir del consultorio

—  Que todo esta bien, mi hijo viene sano

—  Eso es muy bueno

—  Mucho

Cuando salimos del hospital fuimos a  desayunar y luego regresamos a la casa

—  ¿Donde estaban?—   nos pregunto Mili en cuanto llegamos

—  Salimos a  dar una vuelta—  le dije

—  ¿A donde?—  nos pregunto, en ese momento yo voltee a  ver a Aldo

—  Al parque Mili... ¿verdad Aldo?—  le dije

—  Si, salimos a dar una vuelta al parque

—  ¿Y por que se tardaron tanto?— pregunto curiosa

—  Es que despues de estar en el parque nos dio hambre y nos  fuimos a  desayunar ¿tu ya desayunaste?—  le pregunte para cambiar de tema

— No—  me respondio

— ¿Quieres que te haga de desayunar?—  le pregunte

—  ¿Sabes hacer de desayunar?— me pregunto

—  Claro que si—  le dije

— Entonces si

Me dirigi a la cocina y me puse a hacerle de desayunar a mi amiga

—  Espero que sepa tan rico como se ve—  me dijo Mili cuando se lo servi

—  Pruebalo sabras   lo delicioso que sabe—  le dije

Ella lo hizo

—  Sabe muy rico— me dijo— Tu debiste haber estudiado cocina en vez de letras

—  No, lo  mio es la escritura, no la cocina creeme—  le dije

—  ¿Quien te enseño a cocinar asi de rico?—  me dijo

—  El internet y mi mamá— le dije  algo triste

—  Pues algun día quiero conocer a tu mamá—  me contestó

—  Algun día te la presentare—  le dije

—  Espero con ansias ese día

Luego de esa conversación Aldo me pregunto si no iba a  ir a la escuela

— No, hoy no tengo clase— le dije

— Okay, entonces ¿Quieres ver una pelicula?— me pregunto

¿Enamorado de la rockera? |J. C|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora