El cerebro es una extraña mezcolanza entre sucesos, emociones, recuerdos, acciones, el pobre pedazo de masa gris está encargado de tantas cosas a la vez, es natural que de vez en cuando falle. A todos nos suele pasar la pequeña confusión entre caras, recordar algo que realmente no pasó como creíamos, y no suele provocar más que risas y tal vez algo de incomodidad de vez en cuando ¿No es así? Pero ¿Que pasa cuando a tu organismo se le han administrado cientos de medicamentos por años? Medicamentos innecesarios, tan sólo recetados porque era un problema tener a una joven hiperactiva y de poderosa imaginación para cuidar.
Pues el cerebro funcionaba de manera exagerada y casi peligrosa aveces, como el de la joven humana..
El ambiente ardía, era casi sofocante y, como si los labios de la otra fueran a darle el oxígeno que necesitaba, estos chocaban en una candente y casi desesperada competencia. Amity era, por mucho, más experimentada que la castaña, por lo que con confianza movía su lengua contra la de Luz. La situación escalaba a cada segundo hundiendo a ambas jóvenes en la brea de la lujuria, y Luz era una novata, se encontraba nerviosa ante los toques tan certeros de la bruja, no quería que se detuviera. Con el corazón siendo capaz de darle ritmo a una banda de hardcore sintió las manos de Amity trepando por su abdomen y subiendo lentas por todo su torso, llevando entre sus dedos la camiseta que la cubría. El rostro de la latina se tiñó aún más rojo y miró desde abajo a la joven aristócrata, quien relamió sus labios al ver el torso descubierto de la chica.
_¿Por qué ser tímida ahora humana? -Murmuró algo ronca la bruja en su oído antes de clavar sus dientes en el lóbulo de la chica, provocando un audible jadeo.-
_A-Amity yo no... Yo no estoy segura de esto.. -Respondio la más baja cruzándose de brazos, con la esperanza de cubrirse un poco el torso.-
La bruja ignoró por completo la inseguridad en las palabras de la latina, no era la primera vez que trataba con una chica tímida. Terminó de subir la camiseta de Luz y con esta trabó sus manos sobre su cabeza con algo de fuerza. Los labios volvieron a unirse en un contacto candente, la boca de Amity bajó por el cuello de la humana, notó la marca morada de unas manos alrededor de este, y no pudo evitar gruñir entre dientes y maldecir a Boscha y a si misma en su cabeza. Sin embargo en la piel canela aún se conservaba la mordida que le había propiciado algunos días atrás, sonrió de lado y volvió a abrir la herida con sus colmillos.
_Ahgh~ Deten-Mgh~ Amity detente.. -Los sonidos que Luz estaba produciendo se le hacían nuevos, y a la bruja tan solo le incitaban a seguir.-
Amity estaba muy enfocada en apaciguar la llama en su estómago, que a decir verdad era más un incendio que crecía mas y más. La latina mordió su propio labio intentando mantener cualquier gemido o jadeo para si misma. La luz en la habitación cambiaba cada tanto, de azul, a morado, ya había estado verde y ahora todo se veía rojo, parecía muy conveniente, o más bien ahora representaba un gran problema. Los pantalones de la morena cayeron al suelo lentamente y sus piernas se cerraron por reflejo, Blight acarició sus muslos suavemente y luego le propició un fuerte apretón, asegurándose de que dejaría una marca luego. ¿Por qué tenía tanto interés en dejar más moretones y heridas en Noceda? Como si no le hubiese dejado ya muchas en la pelea que habían tenido días antes, pues tal vez porque había notado que las miradas sobre la humana iban y venían, y no todas eran simplemente amigables, eso representaba un inexplicable problema para Amity.
_Solo haz lo que te digo y cállate Noceda -Demando la bruja acariciando el cuello de Luz, lentamente cubriendo el moretón en este con su mano y formando una sonrisa maliciosa.-
Y a pesar del mutuo interés que parecían tener ambas, algo no andaba bien, para ninguna de las dos, pero principalmente para la humana. Algo en la mirada de la joven aristócrata no le agradaba, los orbes dorados brillaban con lujuria, pero no de la buena, y no había que ser un maestro de las artes sexuales para darse cuenta de eso. El aire comenzó a volverse escaso, su cuello se iba cerrando en la mano de Blight lentamente, y se pasaría el resto de sus días maldiciendo a su cabeza por no permitirle disfrutar el momento como debía. Pero no podían culparla, aquella mirada de despecho, odio y lujuria, la conocía muy bien y no de Amity específicamente. El rostro de Noceda comenzó a mostrar de a poco el terror que le recorría desde la médula. ¿Por qué Amity no se detenía?

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Promise (Lumity)
FanfictionEl final de las vacaciones llegó antes de lo pensado, Luz debió retornar a su mundo, más prometió regresar, no olvidar a sus queridos amigos. Pero en 3 años algunas cosas cambian, los adolescentes van a ser adultos, y algunas cosas están fuera de co...