Guarda silencio

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Hay una oscuridad profunda en la habitación cuando el surcoreano despierta. Parpadea unos segundos y se da cuenta que ya no está tirado en el callejón. De repente, los fragmentos del encuentro con el Líder Taeyang asaltan su mente. Tiembla. Desesperado se incorpora y levanta las sábanas para verificar sus heridas.

-Para pesar mio, estas bien -oye una voz perezosa desde el borde de la cama. El chico se sorprende, al identificar la persona iluminada por la luz del celular. ¿Cuáles eran las probabilidades? Pocas ¿Por qué él estaba ahí, a su lado? Jeon Kook se fórmula esas preguntas mientras mira al otro con asombro. Este molesto, hace una mueca levantando el labio superior -¡Mierda, perdí !-murmura y reinicia el juego. El enfermo se tensa, no sabe lidiar con personas como Lexy; tan risueñas y en apariencia relajadas, que dificultan leer lo que piensan realmente.

-¿Vienes a terminar el trabajo? -pregunta sarcástico el coreano.

-Eso quisiera, pero iría contra mis ordenes -dice con una sonrisa -¡Mierda! -masculla al ver que vuelve a perder.

-Bien Blanca Nieves -se dirige a Kook despectivamente por su color de piel. -Ya estas bien. El doctor Trasto hizo un trabajo genial. Así que, hablemos sin rodeos. -nota como Jeon se inquieta y eso le divierte - ¡Haber! Yo ya sabía que tenías algo raro, pero, ¡Eres un lost! O sea,¡¿Cuales son las posibilidades?! -comenta entre carcajadas -Y ese tatuaje quedó muy bien disimulado.-señala la zona del cuello donde se encuentra la marca “L”

-¿Para donde vas con esto?- pregunta con voz mordaz Jeon Kook.

-Tranquilo, ya llegaremos ahí -una burlona sonrisa aparece en el rostro de Lexy -Por lo que sé, The lostes  o los Lost  son los niños que quedaron vivos después la masacre del 2000, que pasó en los países del Primer Mundo. Muchos psicópatas aprovecharon para crearse sus propios soldados. Compañías y grandes líderes financiaron todo convirtiéndolos en espías, soldados adoctrinados, incluso terroristas.

-Estas muy bien informado -Jeon sonríe para ocultar la molestia que el tema le trae.

-¡A que sí!. Tan informado estoy que sé que sólo tres niños sobrevivieron de esos 50; y que tienen actualmente 18 años. -Lexy se aproxima hacia adelante mirándolo fijamente. Una piedra de saliva baja por la garganta de Jeon. -Bien, ahora dime ¿ quien es tu máster?

-No se de que hablas.

-¡Vamos Jeon!, ya sé que ustedes tienen uno. Sólo quiero saber quién es el que está detrás de ti. ¿ Quién es el que manda? -La sonrisa de Lexy se tergiversa. Jeon Kook sabe que bajo ningún concepto debe develar la información de su máster. Entonces calla.

El extranjero respira profundo. No habla, pero siento un extraño temor en su mirada. Parece que no tiene la intención  de responder mis preguntas por las buenas. Mejor para mí,  así tengo la justificación perfecta para destrozarlo.

-¿Quien te mando a salvarme? -me pregunta.

-¡Oye! Eso no se hace, yo pregunté primero. -me recuesto en el espaldar de la silla con una gran sonrisa. El chico intenta ganar tiempo pero no le servirá de nada-De todas formas te lo diré: Mi Jefa es Yolo -digo con orgullo.

-Eso es muy poca información. -me reclama el muy estúpido. ¡Como si fuera decirle más!

-Tranquilo, dependiendo de tu respuesta podrás preguntarle todo a ella directamente. -bueno, según su respuesta.

Queda pensativo unos minutos. Claro, para él es una oportunidad única. Saber quién es la Líder que tiene bajo su mando el Lado Este de la ciudad, la cual es todo un misterio para la gente común. Nadie la ha visto a excepción de nosotros y algunos líderes del país. Esa información es invaluable.

-¿Entonces? -le pregunto.

-Mira Lexy, te puedo dar los contactos de las fábricas de armamento de Boston y Chicago. - ¡¿que me esta diciendo este chico?! ¿Para qué quiero saber algo que Yolo puede conseguir cuando le plazca?

Este extranjero está bien entrenado; intenta tomar todas las posibles alternativas que lo saquen de este problema ¡Genial! Supuestamente no hablará ni bajo tortura. Supuestamente.

-Lexy -llama mi atención -Saber quién es el que me manda no te sirve de nada,  yo ya me deshice de mi patrón.Tengo más que ofrecerte,  mis servicios, todos los contactos y conocimientos que he aprendido de él

¡Tremenda propuesta!, pienso. Pero me parece poco creíble que hagas de todo para dejar de ser perro, y después tu mismo te pongas el collar. Me levanto del asiento. Por muy tentadora que sea la oferta, Yolo quiere solo una respuestas a una preguntar en específico.

-Jeon Jung Kook, responde mi pregunta. Y te advierto, no me gusta que me vendan gato por liebre -se tensa al ver mi rostro serio. Nota que ya no daré más vueltas.

Lexy espera unos segundos por su respuesta, pero como imaginaba el surcoreano se muerde los labios. Entonces tráquea sus dedos y se estira dejando aparecer en su rostro una sonrisa grotesca. No le dio tiempo. En segundos el latino arremetió contra el enfermo tomándolo del cuello de la camisa. En intantes levanta a Jeon, con demasiada facilidad, llevandolo hacia la ventana. Lexy era robusto. Tenía brazo fuertes, pero Jeon no se había percatado por las maxi- bomber que el oriundo usa. No queda tiempo. Los sueros y maquinas son arrastrados por el movimiento,desajustando cables y pitando desenfrenadas. Jeon, en su intento de soltarse, lanza un puñetazo sobre la cara del otro. Pero nada. Su fuerza actual no sobrepasa a la de un adolescente promedio. La sangre se escapa de las heridas pero el surcoreano continua sus intentos de liberarse. Golpea. Golpea con fuerza. La sangre salpica. Sus brazos duelen. Entonces  patea las costillas del latino. Sin efecto. Para Lexy los intentos no iban más allá de los golpes de un bebe. Kook ,desesperado, tira una patada a la rodilla haciendo que Lexy pierda en equilibrio. Fueron cortos segundos, que el coreano aprovechó, en un limpio movimiento, para quitarse la aguja del antebrazo y clavársela en el cuello. Aprieta fuerte en la supuesta herida. Más duro, esperando que las sangre de la vena aorta saliera disparada. Pero nada pasa. Lexy sonríe y lo empuja por la ventana dejando el torso de Jeon sostenido por sus brazos. El coreano tiembla.

-Espero que la brisa te refresque la memoria -comenta Lexy divertido.

-¡ Joder! Te dije que no sé nada -grita Kook sosteniéndose de las manos que lo agarran del cuello.

-Solo quiero una respuesta. Contaré hasta tres. Tu decides.

-¡Mierda! ¡Espera!

-Uno

-¡Te lo diré!, ¡Te lo diré!, pero sácame primero -grita Jeon Kook asustado mientras siente como Lexy lo empuja lentamente hacia el vacío.

-Dos...

-¡Aish!, ¡Isegiya!, ¡Shibal! -grita desesperado -¡¡¡Yeot mo gora!!!

-No entendí. Tres.

Después de las últimas sílabas Lexy suelta el agarre. El cuerpo de Jeon Kook cae edificio abajo. Sin aviso, sin segundas oportunidades, se estrella.

《DICCIONARIO》

Isegiya >> hijo de put*

Shibal  >> put*

Yeot mo gora >> que te jodan

Eres EspecialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora