꧁༺ Capítulo III

37 8 1
                                    

Eun Bi estaba estupefacta, no podía procesar tanta información junta, le había contado todo su pasado de un solo golpe era difícil de asimilar por supuesto, su madre fue amante del emperador Jeon DoYoung, su abuela concubina cuando tantas veces le dijo que era algo despreciable lo más increíble.

"Ella una princesa"

S-Su majestad... algo está mal. Tiene que ser un error...

Pero DoYoung negó haciéndole saber que no estaba en Una equivocado, ella temblaba y su mirada denotaba nervioso, dolor, pena. No tenía familia el único ser querido que tenía acababa de irse para siempre no era nada más que una huérfana.

— Aún así no me crees... Haremos algo mucho más efectivo que te abrirá los ojos. Un test de ADN, mientras tanto este Eun Bi... Será tu nuevo hogar.

Ahora se mostraba más confundida que antes ¿Como podría ella vivir en el palacio?, sería una recogida la simple idea le desagradaba por completo, tenía la casa de su abuela y vecinos amables que le ayudarían a conseguir un empleo.

— Yo no puedo aceptar eso. Con todo respeto su majestad pero usted no puede simplemente aparecer y decidir mi vida, por mucho que diga ser mi padre ¿Donde estuvo esos quince años en los que mi abuela se partió el lomo trabajando para que no faltase nada?

Se levantó ofendida más que dispuesta a retirarse de una vez, pero quien se creía para decirle que haría ella con su vida clamando el lugar como padre que nunca ocupó.

— No quisiera tener que decirlo pero es una orden mía y la cumplirás. Solo dame tiempo para demostrarte quien soy y que solo quiero darte lo que mereces hija mía.

Estaba por tomar el pomo de la puerta cuando escucho sus palabras, ¿Quien se creía?, el rey de Corea, todo lo que decía debía ser cumplido un abuso de poder.

— Ha ganado su majestad.

Se rindió Eun Bi.

•••

Los cuatro amigos estaban sentados en la cafetería viendo el cortometraje que habían grabado, era un recuerdo de su segundo año de preparatoria, grabarían uno igual hasta terminar sus estudios. Jungkook no pudo evitar sonrojarse cuando salieron las tomas de Lee Eun Ji, también parte del grupo era la única chica que se juntaba con ellos, también la única que llamó la atención del príncipe heredero, era perfecta solo le faltaba ser de la realeza.

— ¡Boo!—

Exclamó una voz femenina detrás del castaño quien se giró asustado a ver a Eun Ji quien venía de su clase de violonchelo, estudia en la facultad de música, tiene un talento fenomenal con los instrumentos y una voz armoniosa.

— Les ha quedado fantástico, luzco genial en esas tomas—

Comentó sentándose junto a ellos para ver el video sorprendida por la calidad de las imágenes mostradas.

— Ustedes van a grabar mis videos musicales cuando me haga idol

La chica aspiraba a convertirse en cantante, siendo hija de una actriz coreana bastante famosa seguirá los mismos pasos y entraría en la industria del entretenimiento. Al ser una celebridad no podría ser candidata para convertirse en princesa heredera ya que han de ser mujeres sumisas y muy recatadas IU no lo era, si algo no le gustaba se manifestaba, hacia lo que quería cuando quería.

Por mucho que le gustase la chica no la castigaría de esa forma, el palacio no era lo que todos pensaban, Jungkook no vivía en un sueño sino en una pesadilla donde no tenía la capacidad de elegir aunque sea por un día. ¿Por que con solo quince años ya estaba pensando en el matrimonio?. Sus padres ha le habían impuesto a la joven duquesa de Tailandia para desposarla de esa alianza ambos países saldrían muy beneficiados comercial y militarmente.

Después de la jornada de clases se encontraba saliendo del instituto rodeado de su seguridad, sus amigos apenas tenían permitido acercársele si lo estaban vigilando, subió a su vehículo personal junto a los hombres dirigiéndose a Gyeongbokgung, el palacio real.

•••

Luego de haber discutido con el mismísimo rey Eun Bi aún seguía anonadada con esta serie de eventos, una chica que acababa de perder a su abuela se convierte en una princesa por ser hija de una mujer que se prestó como concubina ¿Acaso tenía sentido?, para ella no lo había parecía algo surrealista, su abuela tenía razón cuando le decía que la realidad podría superar a la ficción este era uno de esos casos.

Fue escoltada hacia una de las tantas habitaciones del lugar allí iba a residir durante un tiempo hasta que se hiciera pública su relación con la familia real, Doyoung estaba en un problema, pero siendo rey no le podrían contradecir ahora era el quién pautaba las reglas aunque el consejo tuviese gran influencia en la toma de decisiones. En este asunto no había discusión Eun Bi tenía el derecho inherente de reclamar su título como princesa real y el se lo otorgaría.

La chica nunca había visto una habitación tan grande incluso le sorprendía que se disculparan por el estado en que se encontraba, parecía una suite comparada a su antigua habitación la cual compartía con su abuela, viendo aquella cama tan grande solo para ella le hizo extrañarla otra vez ahora quien iba a rodearla mientras dormía, se había acostumbrado a escucharla roncar eso incluso le transmitía cierta paz ya que sabía que dormía profundamente.

Esta noche sería presentada formalmente ante los integrantes de la familia real, la noticia no sería muy agradable para todos pero tendrían que aceptar a la joven de todas maneras, además teniendo a una princesa podrían desposarla algún príncipe para formar alianzas con otros territorios.

La inocente pequeña veía esto como un acto de buena fé, el padre buscando a la hija que "perdió", aún así rechazaba tener que cambiar todo lo que conocía para adaptarse a un nuevo hogar con una familia en la que puede no ser bien recibida, ¿Aceptarán tan fácil al producto de una infidelidad?, ya no estaban en el siglo XX.

"Tenía que armarse de valor para esta noche, no esperaba ser recibida con los brazos abiertos, así que sería paciente..."

Time For The New Princess (Eunkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora