CAPÍTULO 6.

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―Granger, Hermione.

Hermione se apresuró hacia el taburete y se puso el sombrero de clasificación.

―Curioso, muy curioso ―dijo una pequeña voz en la cabeza de Hermione. No estaba segura si los demás podían escuchar lo que ella. ―En donde debería ponerte ―siguió el sombrero murmurando para si ―trabajas arduamente como los Hufflepuff, pero no te pondré en esa casa.

―No estoy segura lo que quiere decir ―expreso con sinceridad la castaña.

El sombreo pareció no escucharla y continuo con su análisis.

―Tienes una mente curiosa y muy brillante, si puedo ver eso, serías buena en Ravenclaw, aunque Rowena se sentiría feliz de tener una estudiante tan inteligente, tampoco te enviare a Ravenclaw.

Hermione abrió y cerró los ojos sin saber que ocurría, ni cuánto tiempo había pasado sentada frente a todos.

―No, no pareces material de Gryffindor, eres valiente, pero no estas completa, hay una parte de ti perdida. ¿Dónde está esa parte de ti? ¿Dónde te pondré?

El Sombrero Seleccionador se tomó uno de tiempos más largos para colocar a Hermione. En cuanto termino de divagar, el sombrero se sorprendió de su decisión, pero nunca se equivocaba.

― ¡SLYTHERIN!

Hermione se acercó temblorosa a la mesa de las serpientes sin poder creer que pertenecía a una de las casas de Hogwarts. Tal vez Slytherin era considerada la peor de las opciones por Ron y Neville, pero estaba en Hogwarts por una razón, enseñaba magia a niños que necesitaban aprender y eso estaba bien, solo esperanzada porque Harry terminara en su misma casa o al menos siguieran siendo tan cercanos a pesar de no compartir el mayor tiempo como en su antigua escuela.

―Neville Longbottom.

El niño se atraganto con su saliva, pero después de casi un minuto el sombrero gritó.

― ¡GRYFFINDOR!

Y Neville pudo respirar con tranquilidad, mientras buscaba un lugar en la mesa de los leones.

―Malfoy, Draco

A diferencia de la mayoría de sus compañeros, Draco estaba relajado sabiendo que sería clasificado en la misma casa que sus ancestros, lo único que lamentaba era que la chica revoltosa que defendía a Potter terminara en la misma casa.

― ¡SLYTHERIN! ―exclamó el sombrero apenas toco la cabeza del rubio.

Draco Malfoy se pavoneó hasta su mesa y se sentó alejado de Hermione. Ron escudriño al rubio engreído y luego se volvió hacia Harry.

―Supuse que ahí es donde pertenecía ese idiota, lo lamento por tu amiga, realmente no pensé que fuera una serpiente.

― ¿Crees que moleste a Hermione?

―Es lo más probable ―Ron encogió los hombros ―después de todo es un Malfoy, se cree superior a todos.

Varios estudiantes de primer año fueron llamados antes de que fuera el turno de Harry. La idea de Malfoy molestando a Hermione lo abrumaba, conocía a los brabucones como Draco, era como su primo Dudley y su banda de crueles amigos.

―Potter, Harry.

Los susurros y murmullos no se hicieron esperar, las cabezas se inclinaban advirtiendo la presencia del muchacho azabache con lentes y la famosa cicatriz en la frente.

Las miradas seguían clavadas en Harry. Con paso lento, pelinegro llegó al taburete y la profesora McGonagall puso el sombrero en su cabeza. Desde su asiento, Harry observo rostros impresionados, busco a Ron, quien estaba con cara de preocupación, Neville se hallaba sentado murmurando junto a un par de Gryffindor mayores y Hermione. ¡Oh Hermione! Ella hizo una mueca incomprensible y le dio una mirada significativa.

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