el príncipe heredero [l.s]

capítulo seis: juntos

Los rumores se esparcían como pólvora, al ser un pueblo tan cercano a sus gobernantes las noticias que envolvían a cualquiera de estos resultaban de alegría y de júbilo para los habitantes. Aunque en ocasiones también comentaban de cualquier situación que ocurriera en cuanto a los próximos enlaces, puesto que todos esperaban que el príncipe heredero anunciara su matrimonio, sin embargo la noticia de que los soldados regresaban de la batalla, vencedores, difuminó un poco las habladurías, reuniéndose todos para recibirlos a la puerta de Havenlí. Entre gritos, alabanzas, y un ostentoso festín de parte del rey Troy.

Regresaban victoriosos a su tierra, más el príncipe Louis no apareció en la bienvenida, no acompañó al hijo del conde en su triunfo, y tampoco estuvo en la ceremonia de condecoraciones a los héroes de la guerra esa misma mañana. Mirándose los rostros un poco confundidos, nadie se atrevió a menos en voz alta a preguntar por la repentina desaparición pública del príncipe, todos esperaban que apareciera y oficializara el compromiso. El regreso de los soldados era la oportunidad perfecta para ello y para una vez más, celebrar con su pueblo, con sus futuros súbditos.

Zayn recibió un fuerte apretón del otro príncipe, Lucas y un dócil asentimiento de la princesa Lexus, pero Louis no estaba. Así que se volvió a los reyes, con la habitual reverencia, fue cuando estos se miraron por unos breves segundos, y el silencio confirmó sus sospechas.

La ceremonia había terminado, entre más gritos, flores y comida por montones, Zayn partió a un sitio en que sabía que lo encontraría.

El príncipe ahora recogía algunas rosas en su canasto, las llevaría para adornar la habitación, tanto le gustaban. Inclinándose sintió el aroma del hijo del conde, de Zayn, girándose para encontrar a su mejor amigo, verdaderamente agradecido que también hubiese regresado de la batalla con vida. Estaba contento y solo quería abrazarlo.

Sin embargo, el moreno posó sus ojos acaramelados en la marca de su cuello que empezaba a cicatrizar. En efecto, ahora el príncipe Louis estaba enlazado.

La sonrisa de su rostro se fue borrando cuando notó que el pelinegro solo miraba su marca, de pronto sustituía la felicidad de su retorno con pura incomodidad. Lo que claramente se manifestó por el lazo a su otra mitad, a Harry, acercándose con las espadas de ambos entre sus brazos, ciertamente receloso por lo que sentía su omega. Harry dejó las espadas en el suelo y se apresuró a volver con el príncipe, encontrándose también a Zayn en el rosal. Algo sorprendido pero mostrándose igual de tranquilo ahora que sabía que Zayn estaba bien, y que eventualmente todo salió como se tenía planeado. La pregunta que vino después estuvo marcada por ese instaurado aire de incomodidad:

―Así que ahora estáis prometidos ¿no? ―preguntó con el ceño fruncido.

Harry fue el que respondió, sintiendo el agarre de su omega:

―Juntos, enlazados, prometidos, como prefiera usted llamarle.

Zayn asintió, girando un poco sobre sus pies, mirándolos. Solo dolía el hecho de que Louis no le hubiese comentado, ni siquiera un indicio de su amor, de lo que sentía por el alfa de ojos verdes. Nada. Tenía que regresar, ver una marca, unos aromas entremezclados para enterarse, quizá si la batalla hubiese durado más se consigue con el anuncio del matrimonio, le parecía totalmente increíble para lo cercanos que eran, se sintió...traicionado. Carraspeó.

―Me alegro, de verdad ―soltó en su dirección―. Quizá si su alteza me hubiese comentado, me embriagara de dicha por el enlace. Os felicito, alteza.

Harry gruñó por lo bajo y Louis le detuvo, porque era cierto...mantuvo a Zayn al margen. Y no fue de manera intencional, o al menos eso creía, solo estaba enamorándose, entregándose por completo a un alfa que lo querría siempre. No pensó en que su mejor amigo debía de enterarse por él, no por los comentarios, por la marca. De pronto se sintió mal, porque le hubiese molestado que Zayn tampoco le comentara si estuviese dispuesto a enlazarse.