Bebió lentamente de su tercera tarro de cerveza, allí sentado en el taburete de la barra, observaba con recelo sus alrededores, la diversidad de aromas le inundaban las fosas nasales pero en sí mezclándose con el alcohol, le mareaban. Había muchos alfas, ebrios, pestilentes, intentando cortejar erróneamente omegas que tampoco estaban del todo mejor que los alfas, eran pocos, pero allí estaban. Sin embargo se detuvo más en el conjunto de betas que charlaban y reían en el improvisado escenario, la tarde empezaba a caer para darle paso a la noche, en la cual era obvio que el sitio se encontraría en su máximo apogeo. Era un bar de todos modos, y Harry no tenía más interesante que hacer que esperar la noche, para encontrar otro valiente contrincante al que derrotar para salir airoso, además de con unas cuantas monedas en el bolsillo.
Harry no había nacido en Havenlí, era oriundo de un pequeño caserío cercano a las costas, allí su madre Anne, una omega de ojos verduzcos idénticos a los suyos, tuvo que despedir a su alfa para la guerra de la que nunca regresó, dejándolos solos, con un lazo roto, una marca ennegrecida de la cual Harry jamás vio a su madre reponerse. Anne no murió después de eso, sorpresivamente para todos, para el curandero del caserío, se aferró a su cachorro para renacer. De allí en adelante, todo pareció mejorar de apoco, la ayudaba en las cosechas, con el rebaño, hacía mandados. Todo lo que pudiera para aportarle unas cuantas monedas a su adoración, a su madre.
Y por eso había decidido cabalgar hasta Havenlí, en búsqueda de lo que no se le había perdido, sonrío mirando sus enlodadas botas. Harry quería ganarse la vida con el único recuerdo certero que tenía de su padre: una espada.
Después de su madre, aquello era lo único que le causaba autentico sentimiento. Regresar a casa siendo un héroe, con una bolsa llena de monedas de oro. Harry suspiró sonoramente, era lo que deseaba para su vida.
Fue cuando un par de betas se sentaron a trastabillones a unos cuantos metros de él, que escuchó lo más interesante desde que había llegado al pueblo el día anterior:
―Oh sí, hay duelo esta tarde en el palacio. Todos hablan de eso como siempre.
―Podríamos ir a ver, yo he oído que es el príncipe heredero que combatirá esta vez.
―Al príncipe heredero le debo mi última adquisición, un gran costal de harina―sorbió sonoramente el beta de su tarro―. Le apuesto cinco.
―Siempre tan generoso, y como no tengo ganas de perder contra ti, allá encontraremos quien le apueste en contra ―concluyó el otro.
Harry giró la cabeza para concentrarse de nuevo en su tarro, sus esmeraldas brillaron de pronto, la mención del príncipe heredero le causó un breve tirón en el estómago, era la bienvenida que esperaba, él tampoco se perdería un duelo el palacio por nada.
Así que depositando un par de monedas sobre la barra de madera, acomodó la túnica negra sobre sus rizos y alisando la extensa capa, el alfa cabalgó hasta el palacio de Havenlí.
Se alzaba a lo grande sobre la colina más alta de toda la costa, el castillo de rugosas piedras y ventanales cubiertos por enredaderas, lo miraban expectantes, aquel palacio estaba cubierto de inmensos jardines, percibió por instantes el olor a rosas. También había rosas. Sacudió la cabeza para dejar su caballo en donde indicaban los leales sirvientes, una de las puertas principales era especialmente habilitada para este tipo de eventos, la misma daba paso a un campo de batallas allí mismo en las inmediaciones del palacio real, adornado con banderines. Las gradas empezaban a llenarse con los súbditos e incluso diviso los asientos allá en la distancia de la familia real, tuvo que quitarse la caperuza cuando los guardias se lo pidieron, pero estaba dentro. Observando un poco, por no querer admitirlo, maravillado el lugar. A decir verdad, esta área del castillo fácilmente podría doblegar el caserío donde Harry había nacido y crecido hasta su cumpleaños número 22.
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el príncipe heredero [l.s]
Fanfic"dime cariño, ¿qué hacer sin ti? Si tú reflejo es mi refugio, no queda más nada que decir, si mi destino es el tuyo. Luna vente pa'ca no te me escondas más, cuando me acerco, te alejas de mi." donde Louis es el príncipe heredero, ama el ballet y bla...