Una historia donde Kōrai se pone la meta de crecer diez centímetros para alcanzar la altura de su crush y así tener el valor de confesarse.
N/A: El bb necesita amor, no encuentro ninguna historia de mi paloma:(
❏Hoshiumi Kōrai x reader
❏Basada en do...
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𝑨 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒊𝒓 𝒅𝒆 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒍𝒍𝒐𝒓𝒂𝒓𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒚 𝒓𝒆𝒊𝒓𝒆𝒎𝒐𝒔
—𝑱𝒖𝒏𝒕𝒐𝒔—
𝑺𝒆𝒓𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒄𝒂𝒑𝒂𝒄𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒔𝒖𝒑𝒆𝒓𝒂𝒓 𝒄𝒖𝒂𝒍𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓 𝒑𝒓𝒐𝒃𝒍𝒆𝒎𝒂
𝑻𝒐𝒎𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒎𝒂𝒏𝒐
𝑮𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒅𝒂𝒓𝒎𝒆 𝒆𝒍 𝒗𝒂𝒍𝒐𝒓 𝒅𝒆 𝒂𝒄𝒐𝒓𝒕𝒂𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒐𝒔 10𝒄𝒎
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En una espaciosa casa se escuchaban maldiciones por parte de un albino que intentaba vestirse lo más rápido posible, al parecer no había escuchado la alarma, por otro lado en la cocina se encontraba una mujer viendo la escena de forma divertida mientras bebía café y acariciaba a su fiel felino; Unmei.
— ¡Mierda y más mierda! ¿Tú no estás tarde para ir a la tienda? — El albino se confundió por repentina calma de su esposa.
— Kōrai, cariño... — Le acarició el cabello. — Es domingo. — Le aclaró y el contrario dejó caer su bolso derrotado. — Por eso no oíste la alarma.
— ¿Por qué no me dijiste? — Le miró sintiéndose "traicionado".
— Era divertido. — Admitió entre risas y le extendió una taza humeante. — ¿Chocolate de la paz? — Sugirió y el contrario aceptó la taza.
— Quiero 100 besos de compensación, no ¡1.000! — Le exigió y la contraria rió. — Y tú, tampoco me dijiste nada, gato traicionero ¿Quién crees que te trae tus churus? — Miró dolido al felino que simplemente le dio la espalda y se fue. — ¡Y tiene la valentía de ignorarme!
— Ya, no te desquites con nuestro hijo, Kōrai. — T/n le quitó la taza para poder abrazarlo. — Piensa que podemos pasar un día familiar.
Así era la familia Hoshiumi, conformada por la pareja que ya llevaban 4 años de casados y su pequeño hijo felino; Unmei, era lo único que necesitaban para vivir felices, no requerían de un mini ser humano por ahí aún, ellos estaban bien así, con su pequeña familia.
Después de todo habían pasado años de su boda y seguían felices, las discusiones no faltaron, pero el amor tampoco, estaban dispuestos a reír y llorar juntos, superaban sus problemas de la mano y nunca se rendían, eran una pareja fuerte.
— Hey, Kōrai. — T/n llamó la atención del albino. — Te amo, gracias por estar a mi lado.
— Gracias a ti por darme el valor de acortar estos 10 centímetros.
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