〖10cm ✧ Hoshiumi Kōrai〗

ᵉᵖⁱˡᵒᵍᵒ

𝑬𝒔𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒔𝒆𝒓 𝒔𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝒍𝒂𝒓𝒈𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂

𝑬𝒔𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆𝒅𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒔𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆

𝑷𝒂𝒓𝒂 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒆𝒍𝒂𝒛𝒂𝒓 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂𝒔 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂𝒔

— ¿Estás segura de esto, T/n? 

En la tiendo de onigiris, Osamu miraba con cierta incredulidad la tarjetita que le extendía su socia y amiga.

— Sí, ya ha pasado más de un año y con Kōrai hemos decidido hacerlo. — Asintió completamente sonriente.

— No quiero ser un metiche, pero quisiera expresar mi opinión ¿Puedo? — Consultó y al recibir una negativa elevó una ceja. — ¿No?

— No, no acepto más comentarios ni opiniones, no dejaré que nada ni nadie influya en esta decisión además de Kōrai y yo. — Se mostró segura.

— Has cambiado. — El Miya suspiró y sonrió levemente. — Son jóvenes, pero te veo segura, así que cuenta conmigo.

— ¡Gracias, Samu! — T/n lo abrazó de golpe dejando caer su bolso al suelo y con esto las tarjetas de invitación.

La campana de la tienda se escuchó y entonces un mini grito llamó la atención de los dueños del local.

— ¡¿Boda?! ¡¿Y Samu se enteró antes que yo?! — Atsumu miraba la tarjetita en sus manos incrédulo. — ¡T/n! — La miró ofendido.

Las risas se escucharon en el lugar y lo único que la futura novia pudo ver fue como ambos hermanos discutían frente a ella, sin poder evitarlo esbozó una sonrisa, por fin sería parte de la larga historia de Hoshiumi Kōrai.

— ¿Lista?

En una habitación blanca T/n se miraba al espejo intenta arreglar cada pequeño error visible que veía en su vestimenta y/o cabello, pero al oír aquella pregunta se giró rápidamente, ahí estaban Bokuto y Akaashi.

— ¿Ya es hora?

— El pequeñín está ansioso esperándote. — Bokuto reveló entre risas mientras mantenía los ojos cerrados.

— Kōtarō-kun ¿Por qué no abres los ojos? — La novia se mostró consternada por aquella rareza en el rostro de su amigo que no respondió.

— Está tan conmovido de que nos elegiste para llevarte al altar que no para de llorar. — Akaashi reveló sin tapujos, recibiendo una queja de Bokuto. — Lo cual también agradezco, me siento honrado por ser elegido, T/a-san. 

— ¡Es cierto, T/n! ¡Nunca pensé que iba a llevar a uno de mis bro al altar! — Bokuto gritó entre llanto.

— Chicos... — Les miró con sorpresa. — Gracias a ustedes, en verdad gracias por todo, agradezco haberlos conocido y me alegra que estén aquí hoy. — Les sonrió.

— No es nada, T/a-san, pero ya debemos ir, Hoshiumi-san se debe estar desesperando por tu tardanza.

Era cierto, ya era hora de entrelazar sus historia, ya era de hora de quedarse para siempre y no huir más, no importaba lo rápido que fuera el casarse, ella sabía que debía recuperar el tiempo y sobretodo estaba segura de lo que sentía, confiaba fielmente en sus sentimientos.
Y cuando menos se lo esperaba frente a ella estaba Kōrai sonriendo bobamente al verla llegar.

— Hoshiumi-san, le encargó a T/a-san. — Akaashi soltó uno de los brazos de T/n e hizo una reverencia dispuesto a ir a sentarse hasta que notó que Bokuto no lo acompañaba. — Bokuto-san, debes soltarla.

— ¡Lo sé, pero...! Escucha, pequeñín, debes cuidar a mi bro, si no lo haces de un remate te podré mandar a marte de lo pequeñito que eres ¿Entendido? — Amenazó el más alto logrando que a Kōrai se le notara una vena en su frente. — ¡Mi bro es lo mejor de lo mejor, y por lo tanto merece todo lo bueno del mundo! — Su voz se empezó a romper llamando la atención de los novios. — M-Mi bro es genial, y la adoro, por eso ¡E-Ella debe ser feliz! — Sorbió su nariz.

— Kōtarō-kun... — T/n le miró conmovida.

— La haré feliz, le daré todo, ella es mi mundo. — Aseguró Kōrai con un rostro decidido.

Al oír eso Bokuto asintió y soltó a T/n no sin antes darle un pequeño apretón de manos, después de aquello fue a tomar su lugar a un lado de Akaashi el cual le tendió pañuelos.

Al terminar aquella escena Kōrai agarró de las manos a T/n mientras escuchaba las palabras del juez que los casaría, estaba nervioso y las manos le sudaban a montones, pero el solo verla ahí frente a él le hacía sonreír bobamente, por fin se casaría con su primer amor.

— Hey, Kōrai... — Escuchó el susurro de su pareja. — Te amo.

Al oír eso el albino no se pudo resistir más y en segundos todos los invitados podías ver como ambos ahora esposos se besaban amorosamente mientras eran gritoneados por el juez que aún no había terminado de leer el juramento.

— ¡Pero... ! — Un suspiró cansado se escuchó. — Como sea... ¡Los declaro marido y mujer!

Gritos eufóricos se escucharon y la pareja juntó sus frentes con una gran sonrisa en sus labios, T/n acariciaba las mejillas del albino que soltaba lágrimas.

— Ahora no podrás huir más, debes quedarte para siempre. — Kōrai murmuró y T/n soltó una risa.

— Sí, estaré siempre a tu lado, Hoshiumi Kōrai.