4ta Noche ~ Mascarada Vampírica ~

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Narra María.

Había pasado un mes desde que el curso dio comienzo y a pesar de lo que había ocurrido con Kiryuu Zero, el director y Kaname decidieron no castigarme, yo cumplía mi promesa de no acercarme a ese indeseable vigilante sobre todo porque unas noches m...

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Había pasado un mes desde que el curso dio comienzo y a pesar de lo que había ocurrido con Kiryuu Zero, el director y Kaname decidieron no castigarme, yo cumplía mi promesa de no acercarme a ese indeseable vigilante sobre todo porque unas noches más tarde de lo ocurrido, Kaname nos comentó a Yuuki y a mí que tras las clases tendríamos un rato para hablar con Sayori Wakaba. Al principio ese privilegio iba a ser solo para Yuuki, pero Kaname se dio cuenta de que yo necesitaba hacer también alguna amistad fuera del círculo de la clase nocturna, especialmente por todo lo que le dije a Kiryuu la noche en que me enfrenté a él por defender a mi prima.

De esa noche tampoco pude olvidar la calidez con la que Kaname me había besado en la frente, durante varias noches no había conseguido dormirme a pesar de que las cortinas estaban bien cerradas, aquel beso había despertado viejos sentimientos, lo cual me preocupaba porque yo ya sabía que Yuuki era por quien se había decidido Kaname. Me estaba preparando la clase de ese día, como me había despertado una hora antes de lo normal decidí ir al desván, al que únicamente podía accederse por el pasillo de las chicas o eso pensaba cuando encontré su entrada al fondo del pasillo, allí me había creado mi propio oasis de relajación donde me podía dedicar por completo a mis historias sin que nadie me interrumpiera. Al principio era como otro desván polvoriento, pero había apartado todo lo que no iba a usar y limpiado un viejo escritorio junto con su silla a la que cosí un cojín para estar más cómoda, mi escritura se detuvo para que mi pluma me permitiese oír con más atención, ya que a lo lejos me pareció escuchar unas voces y pasos, así que pensé que quizás las paredes de los dormitorios Luna, eran demasiado delgadas y por ello el sonido las traspasaba sin problemas.

En ese momento quise esconderme por si eran las criadas que se dedicaban a limpiar sin hacer el mínimo ruido, pero cuando reconocí la voz de Seiren diciéndole a alguien que la habitación donde yo estaba era de la que provenían los ruidos de pisadas, sabía que sin más remedio iba a ser descubierta por mi primo.

Narra Kaname

Le había hablado al director de que en las últimas semanas se había oído crujir los tablones de madera del suelo de esa buhardilla y que debíamos asegurarnos de que no eran ratones que se habían colado desde fuera, casi todo lo que había ahí arriba eran los muebles más viejos del antiguo dormitorio ya que hasta que pudieron reunir el dinero suficiente para los actuales los usábamos en nuestros cuartos. Me fije en que la zona donde más había oído crujir el suelo era la que había tras una puerta que hasta donde recordaba daba acceso al lado de las chicas, aunque nunca la habíamos abierto, le pedí a Seiren que me diera la llave que las sirvientas del dormitorio nos habían proporcionado y la introduje en la cerradura del picaporte. Gire la llave y a la vez el pomo para abrirla, costó bastante por lo deteriorada que estaba la puerta por el paso del tiempo, suponía que lo que vería solo los muebles antiguos de las habitaciones de las chicas, pero para mi sorpresa encontré allí a mi prima María que nada más verme intento ocultar lo que estaba haciendo.

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