Habían pasado dos meses de que Volkov y Horacio empezaron a salir, no como novios, nunca hubo besos y tampoco caricias que sobre pasaran los límites, el menor le hizo saber a su Niño que esperaría por él; le daba mimos, lo llevaba al cine, le compraba los dulces que le gustaban al mayor.
Horacio estaba empezando a sentir cosas por el menor, lo hacía sentir que estaba en casa, lo hacía sentir tan cálido.
Volkov con el paso del tiempo descubrió que al mayor le encantaba tocar las orejas de él mientras estaban en el sillón o en la cama viendo películas y mientras hacía eso Volkov lo veía hasta que por el toque delicado y dulce que le brindaba el mayor en las orejas se quedaba dormido.
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Era miércoles en la mañana, Horacio estaba desayunando un pan con nutella, trozos de fresas y plátano.
Tras pasar unos cuantos minuyos terminó y fue al baño a lavarse los dientes. Tomó su mochila y se dirigió hacia la escuela.
-Hola, Perez.-dijieron atrás de él.
Volteó y no supo quien era.
-Uhm, hola.-contestó tímido y susurrando-¿Se te ofrece algo? Y ahm...¿quién eres?.
-Mi nombre es Paola.-hizo una pausa-Soy la novia de Viktor Volkov.
En ese momento a Horacio se le bajó la presión, sientió su corazónn apretarse.¿Volkov?, ¿novia? No. Él se lo habría dicho, ¿verdad? Además... Volkov es gay, eso es mentira.
-E-eso es mentira.-dijo Horacio tartamudeando, intentando no sonar mal. Obviamente fallando en el intento.
-Supuse qué creerías eso.-contestó Paola sacando su celular-Así que, mira.
Horacio sintió sus ojos picar.
Volkov y Paola estaban en una cafetería, sentados en la mesa tomándose de la mano, ambos mirándose con una sonrisa, a milímetros de tocarse los labios.
Horacio no supo que decir, sentía un nudo en la garganta, sus ojos empezándose a poner húmedos, quería salir corriendo pero no lo hizo, Paola lo detuvo.
-Así que, por favor. Aléjate de mi Viktorcito, él solo...está jugando contigo por see gordo, nada más, no te ilusiones.
Al decir eso, Paola guardó su celular y se fue, caminando tranquila hacia el final del pasillo para entrar a su clase.
Y demasido tarde... Horacio la noche anterior estaba pensando mucho en ese chico con hermoso ojos y de sonrisa tierna, y estaba seguro de sus sentimientos, le quería decir que le gustaba...pero no sabía cómo hacerlo. ¿Volkov le mintió?, ¿Volkov no era gay? Tal vez solo era bisexual, pero...¿le mintió?.
Necesitaba una explicación.
A lo lejos, Rocio veía con tristeza y a la vez con molestia la escena.
Ella había editado la fotografía, y para el colmo no le pago la maldita de Paola, tal y como le había prometido.
No quería meterse más en el problema, así que pasó al lado del chico que parecia estar en shock y a la vez pensativo.
Se estaba sintiendo mal, pero no diría nada, al menos no aún.
Si no le pagaba esa maldita hablaría antes de tiempo.
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Horacio entró a su salón con la cabeza baja, después de eso que le dijo la chica pelinegra se sentía tan...tan gordo, tan cerdo.
Se sentía mal, definitivamente estaba mal.
Vió de reojo a Volkov entrar al salón, éste al mirar al mayor sonrió tan alegre y fue hacia el chico.
Horacio quería ignorarlo, quería perdirle una explicación pero no podía.
-Mi niño, ¿en la tarde iremos al parque como ayer quisiste?
Dios, Horacio había olvidado que se habían prometido ir al parque después de clases.
No supo que decir así que solo ignoro al chico.
-Mi niño, ¿qué tienes?, ¿te sientes mal? Vamos a la enfermeria y...-fue interrumpido.
-Estoy bien...solo siéntante y hablamos en el descanso.
Volkov conocía a Horacio, aunque fuera por poco tiempo ya sentía que lo conocía a la perfección y deduciendo, supo que algo no estaba bien.
Pasaron las dos clases en las cuales Horacio y Volkov estaban juntos, el mayor se levantó sin despedirse, con la cabeza baja, tomó sus cosas y fue hacia Gustabo el cual estaba hablando con Conway, pero Gustabo al ver el estado de ánimo de su menor, tomó sus cosas y salieron apuresurados.
Conway volteó hacia su mejor amigo preguntando con la cabeza, a lo que el otro negó confundido.
Ahora el que se sentía mal era Volkov, no sabía que hizo él...pero se sentía mal.
Horacio le explicó a Gustabo lo que esa chica le había dicho, para su desgracia olvidó el nombre.
-Debe haber una explicación Horacio, ¿le dijiste a Volkov?
No, claro que no le dijo, ni siquiera lo volteó a ver y ni siquiera le dió su mano para que Volkov la acariciara en todo el rato.
-No, no le dije... Pero en el descanso lo hablaremos.
Pasaron las otras dos horas y Volkov salió corriendo de su aula para ir directo al de su querido.
Horacio sonrió forzado al verlo, fueron hacia uno de los pasillos solitarios de la universidad, se sentía observado, supuso que era Volkov mirándolo mientras él caminaba adelante de él.
Al llegar a un punto, Horacio se sentó en el piso, invitando a Volkov a estar a su lado.
-Espera, espérame un poco, iré a la cafetería por una malteada de plátano, no me negarás que tu también quieres uno ¿verdad?-dijo el menor sonriendo, dejándole un beso en la frente al mayor para así salir corriendo.
Si, tal vez solo fue mentira lo que le dijo la chica, Volkov nunca le mentiría, nunca...
-¿Que no te quedó claro lo que te dije?-escuchó en el pasillo.
Y ahí estaba, la misma chica de la mañana con cara molesta.
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♤ 𝐅𝐞𝐞𝐝𝐞𝐫𝐢𝐬𝐦𝐨 ♤ •Volkacio• +18
Fanfiction--------------------------------------------------- -No me gustas por tu voz, ni por tu sonrisa, me gustas porque estas gordito -¿Qué? -Lo que escuchaste, así que más te vale que no hagas dieta Horacio nunca creyó que le llegara a interesar a algui...
