Chaeryeong Bang–Yang, 4 años de edad.
La pequeña Chaery, sentada en los escalones de la casa de su papá Jeongin, pensaba un poco sobre la relación de sus padres. No le gustaba que no estuvieran juntos, ella quería que sean como su tío Minnie y Jinnie – como Chan le decía –, quería que se amaran y dieran besitos de piquito, que se dijeran cuanto se quieren y que durmieran juntos en una habitación sólo para ellos. Pero para su suerte, tristemente no era así.
También creía que si sus papis eran felices estando separados, estaba bien para ella. Aunque, si lo pensaba mejor, papá Jeongin no se notaba muy feliz. Chaeryeong sabía sobre que él salía con muchas personas diferentes, ella pensaba que su papá no estaba contento. Pues, si buscaba a mucha gente significaba que necesitaba a alguien para ser feliz, en cambio su papi Chan no. Él no tenía a nadie y lucía verdaderamente feliz, sonriendo casi todo el tiempo.
Fastidiada del tema, subió a su habitación a jugar un poco con sus juguetes, sus padres estaban discutiendo en la cocina como ya era costumbre. Bufando, abrió la puerta morada con un colgante que decía "Queen Chaery" de letras deformes, un letrero claramente hecho por ella misma, con mucha brillantina rosa y detalles dorados.
Al cabo de un rato, Chan entró por aquella puerta con una sonrisa torcida, la niña, al notarlo de sonrió de igual manera, sabía que era hora de irse.
—Hola, nena — Habló, caminando hacia ella para por último, sentarse en la cama de la niña.
—Hola papi, ¿Juegas? — cuestionó, esperando que su padre aceptará. Quería que se quedara un poco más.
—No puedo, amor. En la noche vendré a verte para cenar ¿Si?
—¡Si, si! ¡Y podremos ir a McDonalds! — Alzó los brazos, notablemente feliz.
—No creo que a Jeongin le guste — hizo una mueca — pero no tiene que enterarse — susurró cerca de ella.
—Muy tarde, me he enterado ya — dijo el castaño. Jeongin estaba parado en la puerta de la habitación, con los brazos cruzados y expresión neutra. Que más quisiera él que ir junto a ellos y abrazarlos, decirles que lo hacían muy feliz. Pedirle a Chan que no se fuera, que se quedara y por la noche que salieran los tres juntos a cenar. Pero no, él no daría el primer paso. — Es hora de irse Chan. Chaeryeong necesita tomar una siesta.
—No es verdad, no quiero dormir. Quiero que papi se quede conmigo.
—No, cariño. No seas así con Jeongin. Te dije que vendré en la noche por ti — Chan abrazó a su hija en modo de despedida.
Chaeryeong asintió y besó la mejilla de Chan. No le gustaba que su padre sea así con su papi.
Él siempre hacia que Chan se fuera rápido de su casa o le decía que ella se encontraba muy enferma como para salir a dar un paseo, cuando no, ella se sentía mejor que nunca y con muchas ganas de ver a su papi.
Por la noche, como su padre prometió, la llevó a cenar las hamburguesas que tanto quería. Le compró una cajita con juguetes de My Little Pony, la niña felizmente y tarareando comió todo lo que ésta incluía.
[...]
Justamente eran las 12:00 de la noche, cuando Jeongin besaba, chupaba y mordía el cuello de Chan sin importar que tantas marcas dejaría. Chan gemía en respuesta, sintiendo como el miembro del otro lo llenaba por completo, sintiéndolo tan grande, fuerte.
Como era de saberse, Jeongin acababa de terminar una pequeña relación con un chico americano de bonitos ojos color café. A Chan no le gustaba hacer eso, pero cuando Jeongin le pedía que lo ayudara, que fueran a la cama, él no podía negarse, estaba a los pies de Jeongin, siempre iba a estar para él.
Juntaron sus labios en un beso lento, pasional. Jeongin tiraba de las hebras tinturaras de rosa eléctrico del cabello de Chan, terminando fuertemente dentro de él, sintiendo la corrida pegajosa en su estomago y pecho. Gruñó, penetrando un poco más el cuerpo de Chan, necesitaba sentir el orgasmo. Unas cuantas embestidas y golpes en la próstata del contrario, llegaron al clímax, temblando levemente.
Chan se volteó, dándole la espalda a Jeongin. Segundos después, lo abrazó por detrás y murmuró en su oído:
—Te extrañé — besó su hombro y lo apretó más hacia él.
Chan tarareó gustoso, sonriendo al sentir a Jeongin tan cerca. Volteó su cuerpo, quedando su cabeza en el cuello del castaño, olfateo su olor, sintiéndose un poco más tranquilo. Cerró sus ojos y suspiró, se sentía cansado de todo, pero se sentía más cansado de que Jeongin lo usara como premio de consolación.
—Jeongin... ¿Puede hacerte una pregunta?
—Las que quieras, Channie — contestó.
Entre sus dedos, tomó algunos cabellos de Chan, jugando con ellos. Aún recuerda el día que entró a su casa con el cabello rosa, le gustó mucho, pero no se sorprendió, sabía que Chan era así, mañana podría tener su cabello pintado con los colores de la bandera del orgullo gay y seguiría viéndose mejor que nunca.
—¿Por qué – por qué haces esto? De salir con gente y luego terminar con ella, por que tú eres el que las deja.
Jeongin tensó su cuerpo, Chan lo notó. Se removió, pasando un brazo del pálido alrededor de él.
—¿La verdad?
Chan asintió, besando su pecho.
—Es la única manera con la que puedo estar así contigo... De – de ésta manera — reveló—. Sé que siempre que termino con alguien, tú vienes, lo arreglas todo y después hacemos esto.
—Esto qué... Dilo Jeongin —pidió Chan.
—Chan, por favor...
—Dilo o... O me voy.
—No, no te vayas, por favor.
—Dilo.
Pasaron unos segundos y Jeongin no hablaba. Chan entendió que no lo haría, comenzó a desenredar sus brazos del otro para poder levantarse y vestirse.
—El amor — dijo de repente, atrayendo el cuerpo de su compañero al suyo—. Hacemos el amor, Chan.
Y Jeongin casi escuchó la sonrisa de Chan, escondido en su cuello.
—¿Tan difícil era?
—¿Te quedarás ésta noche? — Ignoró la pregunta.
—Sí.
El castaño, tapó sus cuerpos desnudos usando las calientes frazadas de la cama. Besó los labios de Chan para poder dormir tranquilo.
—Te amo — confesó Chan, temiendo de la respuesta de Jeongin.
Éste soltó una carcajada baja, volviendo a besar los labios rosas que tanto le gustaban.
—Te amo, también.
—Ya era hora que lo digamos, ¿No? — Bromeó.
Chan golpeó su pecho levemente, sintiendo sus propios fluidos secos.
—Creo que debemos limpiarnos.
—Hmm, mañana — Jeongin propuso, adormilado.
Jeongin quedó dormido y Chan poco tiempo después.
Y Chan, ésta casi seguro de haber escuchando un "te amo" más por parte de Jeonign entre sueños.
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babies for minnie [hyunmin]
Fanfiction"Seungmin quiere un bebé y su mejor amigo Hyunjin le ofrece su ayuda, pero él no acepta". ▪️ Adaptación. Créditos a: @louiskt ▪️ ¡Hyunjin Top! ▪️ ¡SeungMin Bottom! ▪️ Todos los derechos a la autora.