,ૢ❛✎ֻᤢ᪼ี̶˖᭄⃛×ꫀ𝕥ꫀ𝕣ꫀꪮ× - 𝑺𝒉𝒖𝒖𝒎𝒂𝒕𝒔𝒖 𝒏𝒐 𝒗𝒂𝒍𝒌𝒚𝒓𝒊𝒆

❝-ˏˋPasosˎˊ-❞ Brunhilde x Hermes

Cierta valkiria de hebras oscuras y largas caminaba por los bellos pasillos del valhalla con pensamientos ocupados, al estar indecisa de quien podría ser el próximo representante de la humanidad, los enormes pasillos por lo que iba la condición hacia el mismo lugar de siempre, la misma habitación donde se ponía histérica por la derrota de la humildad y ahí mismo, donde escogía al próximo peleador, se detuvo en seco al escuchar pasos desde hacia unos cortos seguirnos detrás de ella, suspiro para luego decir el nombre de la persona que la estaba siguiendo y su Germán Geir no podría ser o alguna otra de sus hermanas valkirias.

- deja de seguirme como si fueras un niño - se dio culera observando uno de los pilares circulares - es de mala educación vigilar a las personas

- no pensé que tuvieras buen ojo, querida Brunhilde - salio con una sonrisa juguetona a lo que la mujer solo fruncio el ceño - ¿sigues empeñada en esto?

- sigo con mi cometido, Hermes - se cruzó de brazos - nadie le hará cambiar de opinión, ni siquiera ese anciano asqueroso de tu padre

- jajaja - se burló - se que nadie te hará cambiar de opinión. . .ni siquiera yo - miró al suelo aun con su pequeña risa

La valkiria no dijo ni una palabra ante ese comentario, era verdad, nadie, absolutamente nadie ni siquiera él, podría detener sus planes para ayudar a la humanidad, le dio la espalda al dios para seguir caminando, Hermes por su parte sonrió y la comenzó a seguir, Brunhilde quería hacer como si estuviera cerca o escuchara como sus zapatillas emitían aquel sonido al estamparse sobre el suelo, al llegar a su destino se dio vuelta para ver de nuevo al acompañante que no se iba del lugar.

- ¿por qué sigues aquí? - se oía molesta, Hermes sabia que había veces en las que se enojada con facilidad, sabia aquello por que la conocí a desde hace mucho tiempo

- ¿está mal hacerte compañía? - llevo una de sus manos a su pecho nuestras sonreía de manera divertida

- si, si lo esta Hermes - se acercó a él con sus pasos firmes mientras su expresión en el rostro era de enojo - podrías saber cual es el siguiente peleador y luego decirle a los demás dioses

- no podía hacerlo - seguía manteniendo su sonrisa - no puedo traicionar tu confianza

Al escuchar aquello, suavizo su mirada dura y fría por la pequeña molestia que le hizo pasar, era verdad, desde hace fue lo, no importaba lo que la valkiria hiciera él siente lo sabía y nunca divulgada nada, pero las circunstancias en las que estaban no podía confiarse, ni siquiera de él, era un riesgo, cerro la puerta de aquella habitación con llave para después irse donde estaba un hermoso jardín con una bella fuente de la cual salia un agua cristalina y fresca. Brunhilde se dirigió hacía una de las bancas cerca de la fuente, los rayos del sol trasladaban los vidrios transparentes del cristal dejando que el lugar se iluminara hasta cada rincón del bello lugar, Hermes se quedo parado al lado de la valkiria como si fuera su guardián o algo por el estilo, sus miradas estaban posadas sobre el agua que salia de fuente como si fuera interesante, el silencio reino de manera tranquila mientras se escucha como el agua de la fuente terminaba depositada en el abrevadero de ladrillos.

- eso quiere decir que no confías en mi - le dijo para romper el silencio, aunque no sabia si lo que dijo fue un error, ahí lo sabría a la respuesta de la valkiria

- sabes en que situación estamos - miró las ventanas y el suelo despejado - no estamos en los viejos tiempos como para que tenga que permitirme, el que veas a los participantes

- entiendo eso - la miró con un rostro un tanto serio - ni aun en estas circunstancias, soy capaz de traicionar tu confianza. . .querida Brunhilde

En el valhalla solo se podía escuchar los gritos de victoria de la humanidad, los dioses estaban sorprendidos el ver su primera derrota ante su propia creación, sentían algo de pánico al saber que les habían ganando aquella pelea, Brunhilde seguía con sus aires felices al saber que una de sus hermanas estaba viva y presupuesto la victoria de los humanos, ella caminaba en dirección a la misma habitación de siempre, pero se detuvo el seco, otra vez, aquellos pasos sabia que no eran de Geir, su hermana siente caminaba apresurada a su lado y tenia comentarios sobre lo que sucedía en la pelea.

- Hermes, dejate de juegos y sal ya - se dio la vuelta aun con una sonrisa triunfante

- se te ve feliz - pronunció para luego sonreír - al parecer, sabes lo que haces

- me conoces, así que no pongas excusas - se acercó a él mientras sonrisa de triunfo no sé decadencia - ni te sientas mal Hermes, después de todo, soy solo una odiosa mestiza

- no le refiero a eso - suspiro y coloco una de sus manos en la mejilla de la contraria ocasionando que le viera dudosa - si sigues así, lo más probable es que los dioses te podrían ejecutar si los humanos pierden

- no pasa nada, Hermes - cerro los ojos mientras sonreía amable - si llego a caer, quiero que el último momento valga la pena

Hermes abrió sus ojos sorprendido al escuchar tales palabras de su acompañante, Brunhilde era una Valkiria y mujer muy fuerte que no se daría por vencido así por así, tal vez por eso, se había fijado en ella, alguien tenaz, valiente y sobre todo fuerte merecía ser admirada y no había dudas que era alguien inspiradora para sus hermanas valkirias.

- si es así como te llegas a sentir - susurro provocando que Brunhilde le prestará más atención - yo estaré ahí, el tiempo necesario, para que cumplas tu promesa

Ambos sonríen de forma feliz como si en es entiendo momento fuera el último y el doloroso, sin embargo, no sentían tensión o preocupación por lo que llegará a pasar, no lejos de ahí, Geir junto a Hrist y Sasaki observaban aquella escena sin entender lo que esos dos decían, era sorpresa y si alguien más se diera cuenta, imaginarias un alboroto, sin embargo, a Hermes y Brunhilde les importaría muy poco lo que los dioses opinarán de ello. . .