,ૢ❛✎ֻᤢ᪼ี̶˖᭄⃛×ꫀ𝕥ꫀ𝕣ꫀꪮ× - 𝑺𝒉𝒖𝒖𝒎𝒂𝒕𝒔𝒖 𝒏𝒐 𝒗𝒂𝒍𝒌𝒚𝒓𝒊𝒆

❝-ˏˋAburridoˎˊ-❞ Lu Bu

¿Oía eso? No, no podía, la nieve caía suavemente por los suelos duros y asperos dejando que se volviera de algodón, aquellos copoz caían de forma lenta y sin prisa, no como la lluvia que caía con fuerza y se podía escuchar de forma tormentosa y ansiosa. Sus pequeños pasos no se podían oír de forma alta por todo el camino lleno de aquel montón de hielo echo pedazo para ser una capa suave, el viento no soplaba de forma rápida que pudiera provocarle más frío, sus botas de piel de animal peludo siemore le protegían del frío, no sabía por dónde iba, tampoco quería saberlo, sólo quería saber tendría dónde dormir, por la comida no se preocupaba, llevaba consigo un enorme jabali el cual caso él mismo e iba posado en la espalda de su fiel amigo, que no era más que un gran caballo.
Llegó aún lugar donde la nieve no era tan abundante y había muchas ramas cecas hacer una fogata, la armo y puso a azar el enorme animal que por lo menos, iba a surta unos días, mientras cenaba miraba las estrellas, o más bien, las que se pudieran ver, las nubes que mostraban el frío de la noche las tapaban un poco pero al menos se veían algunas de ellas. Su cena acabó, y al sentir el sueño callo rendido sobre una alfromba gruesa que le ayudaría un poco a dormir, pero no refugiar lo por completo de aquel clima helado de esa estación.

Pasaban las horas, días y semanas, aquel niño no dejaba de hacer la misma rutina de siempre hasta en busca de las pelas con animales y soldados para ser más fuerte, con el paso de cada año, aquel niño se fue convirtiendo en hombre, uno que buscaba al más digno opnenete, siguió su camino por alrededor de muchos lugares sin dejar caer su postura de gran monstruo, y si, lo era, muchos le tenían, además de grande, era alguien hábil y demasiado fuerte capaz de derrotar ejércitos, ¿como no verlo con ojos que no sean así? O ¿como verlo a demás de una Bestia o un obstáculo? No podían verlo de esa manera.

O si no, lo veían con desprecio y temor a su existencia.

Sin embargo, si ore habrá alguien que te vea de diferente forma, ahí fue cuando, sin darse cuenta ya tenía un ejército con un buen capitán, lo siguieron sin importar las circunstancias, los fierros, las diferentes bestias que casaban con peligro en vida para poder comer, el invierno copioso, las lluvia que aveces se mezclaban con la sangre de los enemigos y también se unían al suelo, pasando las diferentes estaciones nadie dejaba de seguirlo, era un modelo a seguir, alguien valiente, que no se intimida por nadie o por algo, era imparable.

Una, dos, tres...
Una infinidad de veces en las que aquellas lanzas terminaban echas añicos por la fuerza inigualable del general, una gran montaña de aquella arma empezaba a verse pocas de ellas, hasta que uno de sus intentos por la perfección de su fuerza, hasta que por fin, logró hacerlo, logró hacer lo que quería hacer, ahora podría ser más imparable de lo que ha solía ser.

- ¡al fin lo ha logrado mi lord! - grito Cheng con lágrimas de felicidad en sus ojos por el gran logro de Lu Bu - ¡he aquí, a nuestro gran señor!

Después de aquellos, pasaron más acontecimientos, seguía con su camino por todo el país sólo para darse cuenta que nunca encontraría a alguien que llegara a ser digno de su fuerza, digno a quien logrará ser su rival, eso era lo que me más buscaba, alguien con quien pelear, alguien con quien podría compartir su misma fuerza, no había nadie con quien pelear de una que él consideraba ser digno no sólo en ser su rival, si no también, que logrará ganarse su respeto.
Seguían pasando los días y al darse por vencido al poder encontrar al openete que deseaba, empezó a sentir más aburrimiento de lo que ya sentía, ya no quería pelear, ya no quería seguir el andar, ya no quería nada más que descansar, cierto día, un gran ejército lo había buscando por mucho tiempo, fue tan fácil atraparlo que a Lu Bu no me importo en lo más mínimo si llega a ser prisionero o morir, le era mejor que vagar sin saber que hacer y solo hacer lo mismo una y otra vez. Me daba totalmente igual. Y así, fue como el general Lu Bu Housen fue ejecutado, a pesar de que sus enemegimis sentían una gran satisfacción Matarlo, fue menos divertido al ver cómo vostezaba de la pereza y las ganas de dormir, al igual que él, su propio ejército también murió, mostrando lealtad a él.

¿Una Luz? Una luz era lo que podía ver al abrir los ojos, sin pensar o más bien dicho, sin siquiera tener control total de su cuerpo, caminaba por aquel camino oscuro directo a aquella luz blanca, una voz femenina era lo que podía escuchar al final, de ahí, supo del Ragnarock, se entero de pe a pa lo que estaba sucediendo y no dudo en decir que no, tal vez encontrar algún rival digno de su fuerza, y en efecto, lo encontró. Aquel dios del Trueno tenía la misma fuerza y compartía su aburrimiento en el solo existir, pelar contra débiles no era lo de manos, al fin alguien que lo entendía, esa batalla, era completamente de su agrado, jamás se había sentido tan emocinado y ansioso de oekar con alguien, aquello que se llamaba felicidad, se podía sentir en cada parte de alma, deseaba que aquello no terminará nunca pero como dicen, todo tiene su final.

Fin. Fin de aquella pelea y de un combate formidable de un humano y un dios que sentía aquel sentimiento negativo de ver a nadie digno de fuerza. En especial Lu Bu, sentía más feliz, sentía aquello incluso en sus últimos momentos, le agradecía mentalmente sin vencer aquel orgullo, por saber su existencia y le haya reconocido como rival y que el contraria, pensara de la misma forma.
Ahora, estaba en paz, su estado aburrido se había ezfymado, junto con lo que quedaba de su alma, aunque se le dio ese pequeño tiempo para divertirse, lo iba a atesorar hasta su olvido...

Años sin actualizar jsjjs
Lo siento :C