El inicio de algo incierto
Academia Mystic
Bucle de tiempo
Déjame contarte cómo de oculta está la magia hoy en día. Aquí es dónde lo divino de lo humano se divide solo por una brecha del tiempo, pero que viven en conjunto sin darse cuenta por las normas que, hace miles de años, fueron establecidas para mantener el dichoso "equilibrio".
En este bucle de tiempo, que puede parecer tan lejano como al alcance de tus dedos, existe un lugar oculto de ojos mundanos gracias a la poderosa magia que el mundo ha poseído desde su creación.
No todos conocen o son conscientes de que existe un lugar como este. Sí, solo los Humanos no lo saben, habiéndolo olvidado con el paso de los años. Ya no lo notan cuando incluso sus ancestros lo han lanzado al olvido. Ellos pueden caminar por las calles tranquilos, sumergidos en su aburrida vida rutinaria con el sentido de tiempo perdido, pero jamás viendo más allá de lo que sus ojos a simple vista ven. Lo que se esconde detrás del glamour que siempre los ha rodeado, presente en cada rincón y espacio del universo con los sinfines de portales que existen para llevarlos a una realidad más allá de su imaginación.
Sin embargo, la vida terrenal difícilmente toca la vida mágica para mantener aquel "equilibrio".
Velados por un bosque encantado donde todo tipo de criatura, sea de luz como de oscuridad, encuentra un segundo hogar. Oh, sí... La única forma de que lleguen a las prestigiosas academias mágicas es sí ellas te encuentran a ti.
¿Cómo es que esto pasa? ¡Es el divino juego del destino! Y cómo las academias poseen su propio corazón, puede suceder cuando alguien fue desterrado de su propio hogar. Cuando fueron abandonados por su propia familia, quizás por haber escapado de algún acontecimiento peligroso o simplemente haber llegado por mero hecho del destino.
Quizás porque sabían que, de algún modo, un refugio temporal era mejor que nada. Mejor que vagar por las zonas peligrosas de ambos mundos y el olvido.
Pero la academia te encuentra, ese es un hecho. Un mundo hondamente intrigante, formado bajo normas, porque, ¿qué es un mundo sin normas?
Viajemos más lejos y lleguemos a Mystic, la academia que se enaltece sobre otras como la más real y de alto nivel, controlada por una mujer que es sinónimo de misterio para todos. La Directora M. ¿Qué es? ¿Quién es y cómo llego a convertirse en directora?
Nadie lo sabe. Ni siquiera Lele, su fiel asistente. Una Fae peculiar cuya personalidad y mente son una caja de pandora.
La Directora M es el bicho raro que pasa en boca de todos los chismosos en el Concejo Mágico y el Ministerio Superior. Es una mujer que posee juventud y belleza, pero una inteligencia aguda que complementa con su peculiar poder. Su pasado es desconocido para todos, incluso para sus propios alumnos. Pero su presente y futuro le pertenecen a ella, y lo demuestra a través de su academia cuando se pasea por los pasillos, ataviando siempre blanco.
Hace que cada uno de sus estudiantes aprenda lo que es la sobrevivencia. Los hace pensar mediante desafíos que saca el mejor potencial de sí mismos. Sus alumnos saben que no siempre podrán recurrir a sus poderes, y eso es algo que les ha enseñado desde su llegada.
Control y manejo de sí mismos. No avergonzarse de lo que son y mantenerse orgullosos.
Les enseña a adquirir una alta gama de conocimientos para no ser lo que muchos han llegado a ser considerados: criaturas sin cerebro que no tienen la capacidad de pensar ni sentir.
Les enseña a confiar en la criatura que son cuando nadie más lo hizo. Cuando no siempre otros confiarán en ellos ni en lo que son capaces. Les prometió un segundo lugar al que llamar hogar, dándoles la opción de la educación en la sociedad mágica y elegir una profesión a elección.

ESTÁS LEYENDO
Los Secretos de Mystic
خيال (فانتازيا)Un Mundo Humano. Un Mundo Mágico. Ambos separados por una brecha de poder creado por el mundo, pero coexistiendo entre ellos sin verse entre ellos. Ya no hay guerras como las que se cuentan en las historias. Ya no existen los recuerdos de las cria...